La exportación alimentaria echa el freno por la subida de los precios

El alza de los precios está frenando la competitividad de la industria alimentaria española. Aunque los ingresos siguen creciendo y han batido récord, las ventas en volumen han caído un 2% después de haber retrocedido ya otro 7% el año pasado.

Una de cal y otra de arena para la exportación española de alimentos y bebidas. Las ventas en el exterior de la industria se elevaron en el primer trimestre de este año a 10.699 millones de euros, lo que supone un 18,7% más que en el mismo periodo del año anterior. Pero esto es debido al alza de los precios porque el volumen se está reduciendo, como pasó ya el año pasado. Durante los tres primeros meses del año se ha registrado una caída del año del 2%, hasta 4,67 millones de toneladas. Los principales destinos de estas exportaciones se encuentran en el mercado comunitario: Francia, Portugal, Italia y Alemania. En el quinto lugar del ranking se sitúa el primer mercado extracomunitario, Reino Unido, seguido por Estados Unidos y China.

La pérdida de dinamismo económico global está pasando ya factura al sector desde el año pasado. En 2022, de hecho, aunque el valor de las ventas al exterior de los alimentos y bebidas experimentó un aumento del 9% hasta alcanzar los 41.643 millones de euros, el volumen se contrajo un 7,2%. “La inseguridad general de la economía, el fuerte impacto de la inflación y todos los problemas logísticos y de transporte han impactado las ventas reales y también al número de empresas exportadoras, que se contrajo un -2,3%, hasta las 18.902”, asegura la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab) en su último informe anual.

Pilar de la industria

Aun así, el mercado internacional sigue siendo un fuerte pilar para la industria española. Los alimentos y bebidas continúan representando una de las ramas de actividad determinante de la contribución del comercio internacional al crecimiento económico y las empresas españolas concentran el 10,4% de las ventas europeas, situándose como la cuarta economía exportadora. Por mercados, en el último año, la Unión Europea sigue siendo el principal destino de las exportaciones de nuestra industria, con una cuota del 57,7%. Entre los principales destinos se sitúan Francia, con compras a las empresas españolas por valor de 6.124 millones; Portugal, con 4.506 millones; e Italia, con 4.126 millones de euros en el último año. Más allá de las exportaciones, uno de los principales problemas con los que se enfrenta el sector es la caída de la producción a raíz no solo del encarecimiento de los costes, sino sobre todo de la sequía. En el primer cuatrimestre de 2023, el ritmo de la producción de alimentación ha tenido menor intensidad en comparación con el primer cuatrimestre de 2022, con un descenso promedio del -3,1%.

Según el Informe 2022 del Observatorio sobre el sector agroalimentario español en el contexto europeo, elaborado por Joaquín Maudos y Jimena Salamanca, especialistas del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) por encargo de Cajamar, la economía española conserva su perfil de exportadora neta de productos agroalimentarios, con más de dos décadas ininterrumpidas de superávit comercial. Sin embargo, y por primera vez en quince años, el superávit del sector agroalimentario español cayó un 24,5% en 2022 hasta situarse en los 14.007 millones de euros.

Es una disminución que se explica por el intenso aumento en el valor de las importaciones, en un año marcado por la subida de los precios. No obstante, a pesar de la reducción, es el tercer superávit más alto de la UE-27 (segundo en 2021), por detrás de Países Bajos (36.579 millones) y, por primera vez, de Polonia (15.506 millones). La fruta y frutos comestibles y el pescado, crustáceos y moluscos se mantienen como principales productos de exportación y de importación de España en 2022, respectivamente, concentrando el 14,7% del total exportado y el 14,1% del total importado por el sector.

Productividad

De acuerdo con el informe, en un año marcado por fuertes tensiones inflacionistas, el conjunto del sector agroalimentario siguió creciendo en 2022 (3,3%) y aportó más de 111.100 millones de euros a la economía española. España se mantiene así como la cuarta economía agroalimentaria de la UE, que aporta el 9,2% del PIB nacional, el 11,4% del empleo y el 17,5% de las exportaciones. Eduardo Baamonde, presidente de Cajamar, resaltó durante la presentación del informe que debemos estar orgullosos del sector agroalimentario que tenemos en España y de los resultados que obtiene, sin tener la mayor superficie agrícola útil, ni los suelos más fértiles ni beneficiarnos de la pluviometría que tienen nuestros socios comunitarios.

“Sin embargo, somos la cuarta potencia productora y, año tras año, el valor de nuestras exportaciones bate récords, alcanzando ya casi los 70.000 millones de euros, y somos líderes en producciones mediterráneas y sectores como el porcino”. Todo ello, destacó el presidente de Cajamar, “es la consecuencia de que tenemos unos índices de competitividad y productividad superiores a la media comunitaria, sobre todo en el ámbito primario y la industria transformadora, lo que nos permite que la inflación registrada en el precio de los alimentos se sitúe por debajo de la media de la UE y los precios de los alimentos al consumo sean considerablemente inferiores a los del resto de los países comunitarios”.

Según el Observatorio, en 2022 el valor añadido bruto (VAB) del sector agroalimentario crece un 3,3% interanual, por encima del 2,5% registrado de media por el sector europeo, aunque algo menor al que ha experimentado el conjunto de la economía española (5,5%). En términos absolutos, el sector agroalimentario genera 111.147 millones de euros, que suponen el 9,2% del total nacional (una décima menos que en 2021). Esta evolución positiva se apoya en el crecimiento del 6,6% en el VAB de la comercialización y del 5,2% en el caso de la industria de la transformación, frente a la caída del 1,2% del sector primario.