El cambio necesario para mantenerse en la cima agroalimentaria

El último número del curso político y escolar de esta revista llega en un momento de posible cambio de ciclo en España y de necesario cambio de paso en el sector agroalimentario nacional. Los diferentes contenidos abordados en nuestras páginas son una muestra de que, mientras buena parte de la industria sigue esperando otra lluvia de millones anunciada en marzo por el ministro del ramo en forma de segunda convocatoria de Perte Agroalimentario, la inflación y la gota malaya del cambio climático ponen en riesgo el modelo tradicional y acentúan la necesidad de transformarlo.

Los datos de las exportaciones agroalimentarias del primer trimestre indican que nuestro sector gana más dinero que nunca en los mercados exteriores, 10.699 millones de euros, reforzando el papel de España como potencia comercializadora de alimentos y bebidas, así como su cuarto puesto como economía agroalimentaria de la UE. Sin embargo, estos son datos engañosos. Vienen deformados por el contexto inflacionista y lastrados por una caída del 2% en el volumen de mercancía exportada, un descenso que se suma al 7% registrado en 2022.

Mientras, el cambio climático reduce la producción y hace brotar nuevos competidores internacionales en sectores donde hasta ahora parecía que nuestro campo no tenía rival. Lo demuestran las estadísticas, pero también lo corrobora un observador privilegiado como nuestro entrevistado, Ian Proudfoot, responsable global de negocio agroalimentario de KPMG. Al olivar y al viñedo español les están saliendo competidores inesperados en zonas del planeta donde el cambio climático crea las mismas condiciones ambientales que convirtieron a Andalucía y a La Mancha en el olivar y el viñedo del mundo, respectivamente. El experto avisa de que España debe afrontar un cambio de modelo agroalimentario para mantenerse en lo más alto como potencia internacional. “Es necesario que todo cambie si queremos que todo siga igual”. La célebre cita de El gatopardo de Giuseppe Tomasi di Lampedusa asoma detrás del análisis de Proudfoot. El campo español y sus industrias afines deben pasar página y pensar en nuevas formas de trabajar sin esperar a que vuelvan las lluvias.

Las nuevas tecnologías y la digitalización aplicadas a este sector serán las claves para garantizar la producción, la competitividad del sector y la alimentación de la población. Ejemplos de estas empresas que ya lideran este cambio de mentalidad también protagonizan nuestras páginas, donde se dan cita esferificaciones de mújol murcianas, aperitivos saludables para un nuevo público o industrias cárnicas de referencia que hace más de 50 años apostaron por las nuevas tecnologías para garantizar la calidad y la seguridad alimentaria.