La confianza, motor del crecimiento

Tomo el título prestado del último de los informes presentados por Fundación LAB Mediterráneo en colaboración con el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), “La tecnología como motor de crecimiento”. El documento analiza el papel de la tecnología como base del progreso económico y social y compara la situación de la Comunitat Valenciana con los países más desarrollados de Europa y las regiones líderes de España.

Destacaré una de sus conclusiones: España es un país que crece más con transpiración (empleo e inversión en capital convencional) que con inspiración (I+D, TIC, e intangibles como el diseño, la innovación organizativa, las marcas o formación en el puesto de trabajo, entre otros). Por el contrario, los países más avanzados ya no son los que invierten más en capital tangible, sino los que lo hacen en intangibles que determinan el nivel y evolución de su productividad.

Desde mi punto de vista, la confianza y el comportamiento confiable forman parte de esos activos intangibles que son esenciales para cualquier economía, fundamentalmente porque facilitan la cooperación entre las personas. Según sociólogos y economistas, sirven de “pegamento” o “lubricante” para las relaciones sociales y económicas, y ahorran problemas y dinero en mecanismos de supervisión y control que habría que gastar en su ausencia, esto es: procesos administrativos, contratos farragosos, burocracia y regulaciones varias que incrementan los costes de las transacciones económicas y las constriñen, haciéndolas más ineficientes.

Normalmente, la pertenencia a un grupo común genera una confianza que, por el contrario, es más costosa de obtener entre personas cuyas interacciones no son frecuentes. En Fundación LAB Mediterráneo queremos contribuir a crear esos vínculos de confianza entre todos los grupos o redes que intervienen en el ámbito de la innovación, las tecnologías, el emprendimiento y la investigación en la Comunitat Valenciana. Queremos servir de puente para que todos estos grupos estén conectados entre sí e intercambien la información y el conocimiento que son la base de toda colaboración.

Con esta finalidad, hemos propiciado encuentros entre distintas realidades empresariales. Por ejemplo, entre grandes corporaciones y startups, generando oportunidades de colaboración e inversión, así como compartiendo soluciones innovadoras y modelos de éxito en procesos de innovación abierta.

O entre pequeñas empresas y compañías líderes en el ámbito de las tecnologías, la digitalización y la innovación. El informe anteriormente citado, advierte de que, en nuestra Comunitat, los aprendizajes que cabría extraer de aquellas empresas que ocupan posiciones de liderazgo nacional o internacional, no “calan” entre el resto de las empresas. Cito textualmente: “Lo que todavía no se conoce bien es por qué las ventajas de las líderes no se transmiten aguas abajo, impregnando al resto de empresas puesto que, como apuntaría Schumpeter, todo lo que tendrían que hacer es copiar de las líderes que han demostrado ya en qué consisten las prácticas virtuosas”.

Partiendo de esa realidad, hemos puesto en marcha un programa de “mentoring empresarial” para que las pequeñas y medianas empresas puedan abordar los retos y oportunidades derivadas del progreso tecnológico, la digitalización y la innovación de la mano de empresarios líderes en estos ámbitos.

Pero también queremos reforzar el vínculo entre las empresas y el mundo académico. Así, en una apuesta por la economía circular, planteamos un reto a estudiantes universitarios para que diseñaran un sistema de medición, con sus correspondientes indicadores, para poner en valor la labor realizada por las empresas en este ámbito, con el apoyo de mentores de distintos patronos de Fundación LAB Mediterráneo.

Y, conocedores de la importancia de la investigación básica para la innovación y el desarrollo tecnológico, hemos reforzado la comunicación entre empresarios e investigadores, mediante encuentros en los que los segundos han expuesto las líneas de investigación en las que trabajan y las aplicaciones prácticas que pudieran ser de interés para los primeros. Vamos, también, a poner en marcha un curso en emprendimiento para investigadores, en cuyo claustro docente contamos con investigadores que han emprendido proyectos empresariales de manera exitosa.

En definitiva, nos hemos propuesto forjar comunidades conectadas en los ámbitos del emprendimiento, la innovación, la tecnología y la investigación; y tratamos, para ello, de generar actividades y contenidos que beneficien mutuamente a sus integrantes. Sin más pretensión que contribuir a la generación de redes de personas y organizaciones más amplias y, de este modo, desarrollar un capital social -entendido como la capacidad de las personas para conectar entre sí- ilimitado.