El cambio de Gobierno deja en el aire el fin de las concesiones sanitarias

El nuevo conseller, el popular Marciano Gómez que participó en la creación del modelo ‘Alzira’, anuncia que se auditarán todos los departamentos de Salud para decidir si se mantienen o no las tres concesiones de gestión privada que aún se mantienen “sin sectarismos ni principios ideológicos”.

El futuro de las concesiones sanitarias de gestión privada que aún siguen operando en la Comunitat Valenciana puede cambiar tras los resultados de las últimas elecciones autonómicas y el nuevo Gobierno. El nombramiento como conseller de Sanidad de Marciano Gómez, uno de los responsables de la Conselleria de Sanidad en la época en que el PP desarrolló el conocido como modelo Alzira para la gestión de hospitales y departamentos públicos por empresas privadas, resulta indicativo del cambio de tendencia.

En su primera intervención pública tras su toma de posesión, el propio Gómez, aseguró que su intención es “auditar todos los departamentos de Salud” en que se divide geográficamente la actividad, tanto los dependientes directamente de la Conselleria como los de gestión privada para tomar las decisiones sobre su futuro. El conseller ya trabajó entre 1994 y 2005 en ese departamento, en que llegó a ser secretario autonómico. Además, este médico ha seguido vinculado a la gestión pública, como director del área de Gestión Clínica Médica en el Hospital Universitario La Fe de Valencia hasta ahora. El propio presidente valenciano, Carlos Mazón, respaldo esa iniciativa para crear “una organización sin sectarismos, sin dogmas y sin ideologías”.

El anterior Gobierno de coalición de izquierdas del Botànic, que puso fin a las concesiones de los hospitales de Alzira-La Ribera y Torrevieja al finalizar los contratos en manos del grupo sanitario valenciano Ribera, inició los trámites para el proceso de la reversión del Hospital de Denia, también en manos de grupo Ribera, y también el de Manises, controlado por Sanitas, que vencen en menos de un año. La otra concesión en funcionamiento es la de Elx-Crevillent, que termina el contrato en 2025 con Ribera.

Desde el sector privado se valora el giro que supone la llegada de Marciano Gómez. “Conozco al nuevo conseller de Sanidad desde hace más de 30 años. Creo que fue y es una de las figuras claves de la sanidad valenciana, como ya lo demostró durante muchos años en los diferentes puestos de responsabilidad que ha tenido, donde supo liderar y encontrar soluciones a los problemas que había hace años en la sanidad”, señala el presidente de Ribera, Alberto de Rosa. Desde la empresa sanitaria recuerdan que las concesiones han sido auditadas durante años por organismos independientes como la Sindicatura de Cuentas, “con unos resultados muy claros y concluyentes en cuanto al mejor servicio ofrecido para los ciudadanos con menos listas de esperas y mayores inversiones por habitante, y a un menor coste para la Administración Pública”.

Por ello De Rosa se muestra a favor de actualizar las auditorías y que se audite también “la pésima gestión realizada desde las reversiones, puesto que ya hay dos ejemplos para valorar objetivamente (La Ribera y Torrevieja), y, sobre todo, revisar el gasto sanitario”. El ejecutivo espera que esas auditorias sean públicas y sirvan de base para “que se tomen las decisiones más adecuadas, anteponiendo la responsabilidad y los problemas reales de las personas, antes que el sectarismo y la ideología”.

La empresa tiene intención de presentar a los responsables de Sanidad un plan estratégico para el Departamento de Salud de Denia, con un ambicioso plan de inversiones de 60 millones de euros para los próximos 5 años si continúa en la gestión.