Diego Fernández Torrealba

Qué hacer si su empresa está en apuros

El impacto del Covid-19 se deja notar en cientos de sectores. Según el Banco de España el 25% de las compañías españolas se encuentra en situación de quiebra. Si es usted dueño de una empresa o negocio, le ofrecemos una serie de consejos de gestión que le pueden ayudar a mantener la nave a flote

La gravísima crisis que estamos viviendo a todos los niveles -política, sanitaria, social- se deja notar cada vez más en la economía. España está atravesando un momento muy difícil, con la tasa de paro en niveles históricos, millones de personas en riesgo de pobreza y miles de negocios que han tenido que cerrar o están pasando serios apuros.

Si ese es su caso y está al frente de una empresa que pelea por su subsistencia tendrá la presión de enfrentarse a un complicado proceso de gestión y toma de decisiones, muchas de ellas muy difíciles por sus implicaciones y complicaciones económicas, materiales, organizativas, sociales y humanas. Aun siendo cada empresa y cada caso un mundo, sí que podemos ofrecerle -apoyados en las conclusiones de firmas expertas en la materia como las asesorías Reinforce y Dipcom- una serie de consejos genéricos para tratar de salir a flote con el menor coste posible.

Posiblemente deba hacer frente a una reestructuración laboral en su empresa, teniendo que despedir a parte de sus trabajadores, reducir la jornada de su plantilla o congelar y rebajar sueldos. Amén de reestructurar y reorganizar las secciones de su negocio, establecer nuevos objetivos y buscar la manera de que el negocio siga siendo rentable -o, al menos, que las pérdidas sean lo más leves posible-. Una situación difícil para todos, incluido usted, que puede llevarse de un modo mejor analizando el escenario con capacidad de anticipación y planificación; es vital estudiar el problema antes de que la situación financiera de la empresa se deteriore para desarrollar una estrategia y un plan de competitividad, designando responsables para los nuevos objetivos marcados y, si es posible, comprometiéndose con los empleados a revertir las medidas de ajuste en caso de recuperación.

Para el empresario sería importante también contar con apoyo técnico externo con experiencia en la gestión de RRHH en empresas para reforzar todo el proceso de definición del plan, incluidos sus aspectos organizativos, legales, comunicativos y negociadores. Además, también sería positiva la formación de un equipo específico interno que se centrara en el proceso de reestructuración sin resentirse del desgaste del trabajo diario en la empresa. Y, por supuesto, llevar a cabo un correcto y ético plan de comunicación con la plantilla, estableciendo un permanente y sincero diálogo social con los trabajadores que lleve a acordar medidas conjuntas con sus representantes y a ofrecer al equipo algo de seguridad en medio de la incertidumbre.

Otro de los escenarios puede ser tener que acogerse a un concurso de acreedores. Tomar esta medida no tiene por qué conducir necesariamente a la liquidación y puede significar la oportunidad de que la empresa se recupere, ya que permite conseguir una refinanciación de la deuda hasta un plazo de cinco años, que pueden, incluso, ser diez en casos excepcionales.