elEconomista País Vasco

El Puerto de Bilbao mantiene su actividad apoyado en la plataforma ‘epuertobilbao’

El alto grado de digitalización del enclave permite realizar el intercambio de información asociado al paso de buques y mercancías de manera telemática.

La entrada y salida de buques con mercancías no ha cesado en el Puerto de Bilbao durante el estado de alarma, para dar servicio y abastecimiento a industrias y ciudadanos. Con medidas preventivas aplicadas a todo el personal, ha mantenido su actividad y operativa logística, y ha garantizado que los servicios considerados esenciales hayan continuado con su ritmo de actividad para no romper la cadena de suministro. Tanto la Autoridad Portuaria como prácticos, remolcadores, amarradores, servicios de marpol y de manipulación de mercancías (estiba) han seguido realizando su labor para mantener la importación y exportación de productos de Euskadi y de su zona de influencia.

Esto ha sido posible, además de por las medidas de seguridad y el esfuerzo de los profesionales de las empresas de la comunidad portuaria, por el alto grado de digitalización de este enclave, que permite que los intercambios de información asociados al paso de buques y mercancías se realicen de manera telemática a través de la plataforma ‘epuertobilbao’. Paralelamente, la Autoridad Portuaria de Bilbao ha tomado una serie de medidas económicas para trasladar liquidez al sector, reduciendo costes, retrasando cobros y adelantando pagos; y para mantener las inversiones y el empleo. Los aplazamientos son los máximos autorizados por la ley.

En cuanto a las inversiones, la Autoridad Portuaria impulsará este 2020 obras por un valor de 67 millones de euros para impulsar el desarrollo físico y logístico del Puerto, lo que redundará en la creación de nuevos proyectos y empleos. El Puerto de Bilbao dispone de muelles y terminales para dar servicio a todo tipo de buques y mercancías, pero tiene un grado de ocupación de espacios, de aproximadamente el 90%, lo que conlleva un reto estratégico en materia de planificación portuaria, al objeto de poder dar cabida en el futuro a nuevas implantaciones.

Esta situación de saturación espacial se ha mejorado con las obras de la primera fase del Espigón Central, que han generado una superficie portuaria de 320.000 metros cuadrados, con una nueva línea de muelle de 1.000 metros lineales. Este muelle es un espacio de oportunidad, que se encuentra ya en comercialización con destino a nuevos tráficos y líneas de mercado. En 2020 se avanzará en su urbanización que se hará en tres etapas. La primera comprende 201.399 metros cuadrados. Del mismo modo, dada la actual carencia de superficies con destino a usos industriales, este año licitará las obras de la ampliación del Muelle AZ-1, que generarán 50.000 metros cuadrados y una nueva línea de muelle de algo más de 200 metros lineales. El resto de inversiones, por su parte, se centrarán en la mejora de los accesos, muelles y servicio.