Luzmelia Torres

España tiene que rehabilitar 300.000 viviendas al año

El parqué residencial es antiguo e ineficiente energéticamente. Si no se toman medidas pronto no se llegará al compromiso de la UE en 2050 de acabar con las emisiones de CO2

En diciembre de 2016, los líderes mundiales adoptaron la Nueva Agenda Urbana, un estándar mundial para el desarrollo urbano sostenible de las ciudades que se une a los Objetivos del Desarrollo Sostenible, una agenda global común, que recoge entre otros retos de toda la sociedad, crear ciudades más sostenibles, promover la innovación en sectores industriales o luchar contra el cambio climático. Todos ellos son desafíos globales, en los que el sector inmobiliario y de la construcción se ven directamente involucrados, ya que, a nivel global, este sector consume el 32% de la energía mundial y emite una quinta parte de las emisiones de CO2. “Este es un reto global, la lucha contra el cambio climático nos afecta a todos y el sector inmobiliario tiene la responsabilidad de tomar medidas para mitigarlo. Por eso en Vía Célere hemos creado un observatorio de investigación con la Universidad Autónoma de Madrid donde cada año analizamos un aspecto sostenible relacionado con nuestra actividad, el año pasado lo hicimos con la huella hídrica de la construcción de promociones residenciales en España y este año con la emisión de gases de efecto invernadero, como CO2, que se generan al construir una promoción residencial de obra nueva incluyendo desde la extracción de los materiales hasta la finalización del edificio. Hemos analizado los aspectos que generan mayor emisión para poner soluciones y reducirlas”, afirma Carlos Valdés, responsable de RSC en Vía Célere.

Este estudio, ha tomado como ejemplo una de las promociones de Vía Célere, donde han estimado cuántos gases de efecto invernadero, como CO2, se generan al construir 98 viviendas y cerca de 15.500 metros cuadrados y todo ello conlleva una emisión de 6.809 toneladas de dióxido de carbono, CO2 a la atmósfera, el equivalente a las emisiones que genera un automóvil promedio al dar 4.400 vueltas al diámetro terrestre.

“Este tipo de análisis se realiza calculando la huella de carbono que son los gases de efecto invernadero, CO2, que se emiten de forma directa o indirecta en una promoción de obra nueva y esto lo hacen todas las promotoras y ese dato en la promoción de Vía Célere de 98 viviendas sería de 300 toneladas de CO2, pero hay otra parte que las empresas no calculan y que son las emisiones indirectas de la producción de los materiales como el ladrillo, cemento o acero, que emiten 441 kilogramos de gases de efecto invernadero, CO2, por metro construido. La investigación que hemos hecho, señala que el 70% de la emisión de gases de efecto invernadero son consecuencia de los procesos de extracción y fabricación del acero y el cemento, dos materiales básicos en la construcción de los edificios. Por su parte, el propio proceso constructivo genera el 4,4% del total”, explica Pascual Fernández, Decano del Colegio de Economistas y profesor.

Vía Célere ha querido centrarse este año en las emisiones de CO2 porque es un ámbito relevante debido a que las ciudades del mundo ocupan solo el 3% de la tierra, pero representan entre el 60% y el 80% del consumo de energía y el 75% de las emisiones de carbono. En el entorno de la UE, los edificios son responsables de aproximadamente el 40% del consumo de energía y del 36% de las emisiones de CO2. Aproximadamente el 35% de los edificios tienen más de 50 años y casi el 75% del parque inmobiliario es ineficiente, luego el reto está en los edificios existentes.

Para Albert Grau, Gerente de la Fundación La Casa que Ahorra, “2050 es la fecha que se ha marcado la Unión Europea para acabar con las emisiones de CO2 a la atmósfera convirtiéndose así en líder de la lucha contra el cambio climático. En España el sector de la edificación residencial y terciaria no va a poder contribuir si no se toman medidas políticas para actuar ya. Según un estudio de nuestra Fundación La casa que Ahorra, tenemos que rehabilitar 300.000 viviendas al año con criterios de eficiencia energética y en España se rehabilitan 30.000 viviendas al año. Si miramos a nivel global más del 50% de los edificios que utilizamos son inmuebles ya existentes, este porcentaje en Europa supone entre el 75% y el 90% y en España. en concreto, los edificios existentes no se han rehabilitado desde hace 50 años, luego a ese ritmo no llegamos a 2050”.

En España hay 26 millones de viviendas construidas antes de 2007. La inmensa mayoría son energéticamente ineficientes. Y peor aún, la mitad del parqué es anterior al año 1980 y fue construído sin normativa de eficiencia energética. El resto, excepto quizá las terminadas en la última década, tienen un aislamiento muy pobre. Si no se rehabilitan, los expertos aseguran que es es difícil ahorrar la energía que se propone y en el plazo que se espera. “No se entiende que las Administraciones Públicas no estén dando el apoyo a la rehabilitación, un sector que genera mucho empleo y una gran actividad industrial”, afirma Pascual Fernández.

“En España tenemos un parque residencial viejo y hay que rehabilitar 20 millones de viviendas. La norma comunitaria tiene como objetivo facilitar la transformación del parque de viviendas en edificios de consumo energético casi nulo y hay un Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) pero no es todo lo ambicioso que debería ser para que en 2050 tengamos un sector libre de emisiones. Va a ser muy difícil. Sin embargo, ya el Green New Deal de Europa, incluye, por fin, al sector de la construcción en uno de sus capítulos y dice que tiene un papel importante en el mundo de la descarbonización y también destaca que hay que crear modelos de financiación para esta transformación del sector” apunta Bruno Sauer, director de GBCE España.