Xavier Gil Pecharromán

Los inversores institucionales evalúan sostenibilidad y gobernanza para invertir

Una encuesta realizada por EY muestra que el 83% está interesado en que exista un marco formal que permita a las empresas medir y comunicar el valor intangible

El 91% de los inversores institucionales evalúa los factores de sostenibilidad y gobernanza de las empresas antes de invertir y el 83% está interesado en que exista un marco formal que permita a las empresas medir y comunicar el valor intangible, según el estudio Global Institutional Investor Survey de EY, resultado de una encuesta a cerca de 300 inversores institucionales de todo el mundo,

El 91% de los encuestados considera que la información no financiera ha sido, frecuentemente o de forma ocasional, fundamental a la hora de decidir dónde invertir en los últimos doce meses. De hecho, la proporción de inversores que dicen que esto ha sucedido con frecuencia ha pasado del 27% de 2016 o del 34% de 2018 al 43% actual.

La Covid impulsa el valor de las acciones ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza) de las compañías, reafirmando la tendencia que ya se gestaba en los últimos años. Los inversores institucionales están recurriendo a la evaluación de estos factores para medir el rendimiento de las empresas y apostar así por compañías comprometidas con la creación de valor a largo plazo.

En este sentido, el 83% de los encuestados pone de manifiesto que es necesario contar con un marco formal que permita a las empresas medir y comunicar el valor intangible y así poder evaluar su estrategia de creación de valor a largo plazo, incluyendo un 40% que dice ser “muy necesario”. Tan solo el 2% de los inversores consultados dice que no ven la necesidad de que las empresas midan y comuniquen el valor intangible.

El estudio destaca que los principales retos detectados para que los informes de información ESG ganen en eficacia y utilidad son: la desconexión entre los informes ESG y la información financiera, la falta de información en tiempo real, así como de la información relativa a cómo la empresa crea valor a largo plazo, la necesidad de centrarse en los temas realmente importantes y la falta de visión de futuro en las divulgaciones.

El estudio identifica las acciones principales que deberán acometer las organizaciones en tres áreas para cumplir con las expectativas de los inversores. Así, se debe construir una conexión más fuerte entre el rendimiento financiero y no financiero. Los inversores pueden centrarse en construir enfoques más creíbles para entender lo que influye el valor a largo plazo en ciertos sectores y compañías. Deben, además, reforzar el análisis de los riesgos y las oportunidades del cambio climático y la transición a la descarbonización futura y comunicarlo de forma comprensible. Y además, deben Inculcar disciplina en la presentación de informes no financieros.