Juan Ignacio Álvarez

El Covid se ‘comerá’ 10.000 millones en alimentación si hay un rebrote

La patronal del sector de alimentos y bebidas alerta de una caída entre el 3,8% y el 8% en el volumen de producción dependiendo de cómo evolucione la pandemia, así como una bajada en las exportaciones que podría llegar hasta un 11,3% y una destrucción de 11.000 puestos de trabajo directos.

La pandemia por coronavirus puede tener unas consecuencias nefastas para la industria alimentaria si se cumplen las peores previsiones de Fiab (Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas). Según los datos presentados por la entidad en su informe anual sobre el sector, en el escenario más pesimista: es decir, que se produjera un rebrote por el virus, el volumen de producción caería hasta un 8%, pasando de los 119.224 millones de euros de producción registrados en 2019 a los 109.708 en 2020, por lo que no se alcanzaría el volumen de 2017. En el segundo de los escenarios, una “nueva normalidad” libre de coronavirus, la Fiab avanza que la producción caerá un 3,8%, hasta los 114.748 millones de euros.

En el más benigno de los escenarios, la caída interanual de las exportaciones sería del 6%, pero en el segundo, si el Covid-19 volviera a golpear, la caída se elevaría hasta el 11,3%. En términos de importación la bajada sería de entre el 10 y el 14,9% en cada uno de los casos respectivamente. La consecuencia en el empleo sería de esta forma inmediata. Por primera vez en seis años, se destruirán entre 4.000 y 11.000 puestos de trabajo directos, una cifra que podría afectar a 23.000 personas en total si se tienen en cuenta también los empleos indirectos. "En el caso del empleo, el impacto del Covid-19 se diluye en el segundo semestre del año y hasta el año 2021, dado que la afiliación no recoge a aquellas personas trabajadoras que se encuentran en situación de Erte", según Fiab, que subraya que el cierre temporal del canal hostelería, al que destinan el 30% de su oferta, les ha afectado gravemente.

El director general de Fiab, Mauricio García de Quevedo, insiste, ante todo ello, en la necesidad de "desestimar incrementos de impuestos, desarrollar una campaña de promoción que fomente el turismo y asegurar el cumplimiento de las medidas sanitarias, la eliminación de aranceles adicionales a los productos agroalimentarios impuestos por Estados Unidos, facilitando el comercio, promover la unidad de mercado y evitar regulaciones autonómicas que resten competitividad y luchar contra el desperdicio". García de Quevedo se ha mostrado, asimismo, muy preocupado por la imposición de aranceles a productos alimentarios por parte del Reino Unido tras el Brexit. "Al contrario de lo que sucedió con Estados Unidos, aquí Europa sí que tiene que actuar unida, porque nos estamos jugando 2.000 millones de euros y es muy preocupante", explica.

Un sector con mucho músculo

García de Quevedo, lamenta que la crisis del Covid-19 venga a empañar los buenos resultados de la industria alimentaria en 2019. A la espera del cierre de este ejercicio y de conocer las consecuencias exactas que tendrá la crisis causada por el coronavirus, la producción de la industria alimentaria, con una cifra cercana a los 120.000 millones de euros en 2019, creció un 2% con respecto al año anterior. Y en la misma línea también, el número de empresas aumentó el año pasado un 2% en el último año hasta 30.720.

El crecimiento de la industria ha estado apoyado en los últimos años por las exportaciones, alcanzando los 32.363 millones de euros en 2019, un 6% más que un año antes. Con 16.663 empresas exportando ya, España se ha consolidado como el cuarto exportador de la Unión Europea, por delante ya de países como Italia, recuerdan en Fiab. García de Quevedo defiende la robustez del sector y asegura que en el peor momento de la crisis "solo hubo una rotura de stock del 7%, muy por debajo del resto de países europeos y a la cabeza del mundo, junto a Canadá". El año 2019 se cerró con 436.700 empleos, un 2,5% más que el año anterior, lo que la sitúa, además, por encima del sector manufacturero.

Por su parte, durante la presentación del informe económico del sector, Fernando Miranda, secretario general de Agricultura y Alimentación, quiso poner en valor a la industria agroalimentaria, “porque es uno de los sectores más potentes que tiene en nuestro país". Miranda destacó que "la industria agroalimentaria representa la cuarta parte de la industria manufacturera, dando empleo a 529.000 personas". En el último año se ha incrementado el número de empresas innovadoras, alcanzando un total de 786, de las que el 82,3% fueron pymes.

Miranda incide en en el hecho de que "pese a que somos un país de tamaño reducido, gracias a la innovación somos la octava potencia mundial", además de una gran potencia exportadora: "Tenemos la segunda balanza comercial en alimentación más positiva de toda la Unión Europea", recuerda. El secretario general de Alimentación, también pone en valor la gestión de la industria durante el confinamiento. Finalmente, frente a las críticas al sector agrícola por parte del ministerio de Trabajo, Miranda insiste en resaltar "el valor añadido y el acervo cultural de este sector, al margen de polémicas", a las que resta importancia.