Osborne planta un futuro 100% ‘eco’ en su viñedo riojano de Montecillo

La tercera bodega más antigua de Rioja planta sus primeros viñedos 100% ecológicos de las variedades Garnacha Tinta, Tempranillo y Viura Blanca de la mano de Grupo Osborne.

Este 2023 quedará marcado en la historia de Bodegas Montecillo, una de las pioneras en Rioja y la tercera más antigua de la denominación de origen, por dos hitos. En primer lugar, por el 50 aniversario del traspaso del negocio centenario de tres generaciones de la familia Navajas a otra saga histórica de la viticultura nacional, la de los Osborne. Y en segundo lugar, por el cambio de rumbo que estos le han dado al plantar en los terrenos adyacentes a esta bodega de Fuenmayor el primer viñedo 100% ecológico del grupo de El Puerto de Santa María (Cádiz).

Si los Navajas fueron pioneros en la región con la introducción de técnicas francesas en el siglo XIX, la obtención de la patente para España de la dinamita de Alfred Nobel o la introducción la vinificación en frío ya en el XX, los Osborne en 1975 construyen en la finca El Montecillo una moderna instalación con la mirada puesta en la elaboración de vinos de larga guarda, categoría de la que se convirtieron en exportadores de referencia. En estas bodegas también se pusieron en marcha prácticas sostenibles de manera pionera como la tecnología de los depósitos Ganímede, en los que se aprovechan los propios carbónicos generados durante la fermentación de la uva para hacer los remontados del mosto y que entren en contacto con los hollejos y las pieles sin intervención mecánica ni uso de electricidad.

Se trata de aplicar una misma filosofía de sostenibilidad en todas las fases del proceso de elaboración del vino, según explica Mercedes García Rupérez, enóloga y directora técnica de Bodegas Montecillo desde hace 15 años. Una mentalidad que se traduce en el uso de hasta 60 depósitos subterráneos con paredes de cemento de 50 cm de grosor, y en cuya superficie se encuentra el jardín del recinto, que mantienen el vino a una temperatura constante de 20-22 grados en una instalación cuyo ambiente se regula mediante un sistema Free Cooling de intercambio de aire interior y exterior. Estas prácticas, junto al proceso de descube del vino mediante un sistema basado en la gravedad que evita el bombeo mecánico, le ha valido a Montecillo conseguir la certificación Q de sostenibilidad.

Sin embargo, los Osborne, al igual que los pioneros Navajas, han querido ir un paso más allá en el proceso de elaboración del vino respetuoso con el medioambiente mediante la creación de una colección de vinos 100% ecológicos. Tras un proceso que se inició hace cinco años con la preparación de los suelos, la bodega plantó a finales de mayo en un viñedo propio de 3 hectáreas vides de la variedad de Garnacha tinta, una extensión que representará un 0,5% de su producción y cuyos primeros vinos se podrán probar en cinco años. “Hemos elegido este tipo de uva también pensando en el cambio climático, ya que es una uva rústica, muy adaptada a todo tipo de terrenos y a la sequía”, explicaba la enóloga.

Este piloto no solo se implantará en los terrenos propios, ya que la bodega también ha trabajado estos años plantando bajo criterios ecológicos variedades Tempranillo y Viura Blanca en algunos de los viñedos controlados y donde los viticultores que colaboran habitualmente con Montecillo han contado desde el comienzo con su asesoramiento para realizar la transición hacia el cultivo ecológico. En conjunto, cuando la nueva gama ecológica llegue al mercado supondrá el 2% de la producción de la bodega riojana.