Los supermercados afrontan un incremento récord de salarios

Las principales cadenas de alimentación negocian con los sindicatos importantes incrementos salariales en un entorno de subida general de costes.

La fuerte subida de la inflación va a dificultar la negociación del nuevo convenio colectivo por parte de las grandes empresas de distribución. Desde el pasado 1 de enero la patronal Anged, que representa a compañías de distribución como El Corte Inglés, Carrefour, Eroski o Alcampo, está negociando con los representantes de los trabajadores las subidas salariales para los próximos cuatro años. Y las posturas están hasta ahora muy alejadas.

Los cuatro grandes sindicatos del sector reclaman subidas salariales que, en conjunto, superan en todos los casos un 18%, algo que para las empresas, que todavía no se han pronunciado en público, resultará en principio muy difícil de llevar a cabo teniendo en cuenta el fuerte incremento de los costes que están experimentando en todos los terrenos. Así, Fasga, el sindicato mayoritario en El Corte Inglés, y que tiene también una importante presencia en otras empresas, como Carrefour, es el que plantea un mayor incremento salarial. En concreto, propone una subida del 6%, tanto en 2023 como en 2024, y del 3,5% en cada uno de los dos años posteriores, en 2025 y 2026.

En la misma línea, UGT reclama también una subida que se eleva hasta el 19%, con incrementos en el caso de su propuesta del 6% en 2023; el 5% en 2024 y el 4% en 2025 y 2026. Y, ya ligeramente por debajo, están los incrementos salariales que plantean CCOO y Fetico, éste último mayoritario en el sector del comercio. Ambos se sentarán en la mesa de negociación de Anged con una subida salarial del 4,5% cada uno de los años hasta 2026, con lo que el aumento total superaría hasta el 18% al final del periodo.

Los sindicatos consideran que durante los dos últimos años el entorno inflacionista no previsto ha generado una importante pérdida de poder adquisitivo que “tendrá que abordarse y corregirse en el próximo convenio”. Especialmente después de que los sueldos hayan subido este año solo un 1%. El problema de la gran distribución a la hora de abordar este incremento salarial es que está sufriendo un fuerte aumento de sus costes como consecuencia de la inflación y encara además nuevos impuestos y tasas regulatorias, que van a mermar aún más sus márgenes, ya muy estrechos, al menos en el caso de la alimentación.

Importantes subidas salariales

Algunas cadenas de distribución ya han movido ficha en lo tocante a la subida de salarios. Por ejemplo, Mercadona, la mayor cadena de supermercados de España con una cuota de mercado del 25%, ha acordado con sus trabajadores un aumento salarial para 2023 en sintonía con la evolución del IPC. La medida fue aprobada el pasado 30 de diciembre por el comité de dirección de Mercadona, que ya aprobó el año pasado una subida del 6,5% para sus trabajadores en España. Según explicó la empresa de distribución esta decisión se toma “por coherencia con el modelo de calidad total de la compañía”. La nueva subida salarial entrará en vigor a partir de la nómina de enero de los más de 96.000 trabajadores que Mercadona tiene en España y Portugal, según el IPC del mes de diciembre de cada país. “El objetivo es mantener el poder adquisitivo de todas las personas que forman parte de Mercadona, porque ellos son el mejor activo de los clientes” recalcó la empresa valenciana.

Por su parte, la cadena de supermercados Dia firmó en diciembre un nuevo convenio colectivo que contempla subir el sueldo a todos sus empleados de tiendas y almacenes entre un 8% y un 12% entre 2023 y 2024, mientras que Lidl anunció en julio del año pasado una subida de al menos un 16,7% en el salario de su plantilla hasta 2025. También ha movido ficha la cooperativa Consum, la cual ha decidido aumentar el salario un 9% a toda su plantilla. La medida se aplicará a partir de la nómina del mes de febrero y afectará a 19.000 trabajadores.