Llamando al inversor tradicional

El 2022 fue un año difícil, en general. El estallido de una guerra, escasez de materias primas, inflación, etc. Todo esto sumado a que muchos sectores aún arrastraban las secuelas de la crisis sanitaria. Y ya vaticinamos entonces que la inversión en startups no quedaría al margen, pero que la innovación siempre se perfilaba como un activo interesante en momentos económicos “complicados”. El primer trimestre de 2023 mantiene esta tendencia. Según los datos del Observatorio de Startups de la Fundación Bankinter, se observa un aumento en comparación con el último trimestre de 2022, pero las cifras siguen siendo inferiores a las del mismo periodo en 2022.

Lo cierto es que, y esto lo señala nuestro vicepresidente Javier Megias cuando hablamos de tendencias de la inversión, veníamos de un 2021 “desatado” en cuanto a operaciones y rondas en el ecosistema startup. Así que esta “bajada”, puede ser considerada más bien un ajuste.

En cualquier caso, hemos visto cómo en 2022 nuestro país registró una caída de la inversión del 20%, según los datos del Observatorio de Startups de la Fundación Bankinter. Como hemos comentado, si planteamos esto como un ajuste no tiene que ser una cifra preocupante. Pero, además, si hacemos una lectura en clave regional podemos entrever que nuestro ecosistema se abre paso con mucho tino entre las dos consagradas grandes capitales: Madrid y Barcelona.

Sí, Valencia se perfiló en 2022 como un oasis inversor. La ciudad atrajo una inversión de 73 millones de euros aumentando un 25% respecto a 2021, cuando la cifra fue de 59 millones. Se trata de una postal que refleja el trabajo y la trayectoria que el ecosistema valenciano viene recorriendo en los últimos años. Y cuando buscamos la última actualización de estas cifras, podemos observar que esta tendencia se mantiene y que el tirón de Valencia sigue en lo alto. El informe del primer trimestre del año de esta Fundación recoge que en los tres primeros meses de 2023, el volumen de inversión disminuye en Barcelona y Madrid y aumenta en Valencia. Este trimestre, la ciudad ha captado 100,4 millones de euros, un 294,3% más que en el mismo periodo que el año anterior. Mientras que en Madrid y Barcelona se ha registrado un descenso en torno a poco más del 50%.

Desde Startup Valencia, representando a los emprendedores y dinamizando el ecosistema, junto con las grandes corporaciones que se han sumado a colaborar y las Administraciones que han reconocido el impacto que nuestras startups tienen en el tejido económico, industrial y social, venimos impulsando esta visibilidad y esta atracción de inversión.

Hemos puesto en el mapa nuestra región y el potencial innovador que en ella se desarrolla, el talento y los grandes resultados de la innovación abierta. Los inversores lo han sabido ver y han correspondido realizando interesantes operaciones. Sin duda, nuestro Valencia Digital Summit ha sido un embajador de lujo para este cometido, pues durante una semana al año ubica a la Comunidad Valenciana en el epicentro mundial de la innovación tecnológica y pone en valor los proyectos que en ella se desarrollan.

La Terminal, el nuevo hub tecnológico del ecosistema innovador valenciano, vendrá a reforzar este posicionamiento con un espacio para desarrollar proyectos entre startups y corporaciones, para acoger a emprendedores, pero sobre todo, para que inversores internacionales la visiten y puedan conocer de primera mano todos los puntos fuertes de Valencia. Más de 5.000 metros cuadrados desde los que articular y potenciar esta actividad, que albergará más de 500 puestos de trabajo de alta cualificación. Y en los que se espera que más de 5.000 profesionales de la innovación y tecnología participen anualmente en las actividades y eventos de formación y networking, así como en los programas de innovación abierta que las corporaciones e instituciones desarrollen en este hub tecnológico.

Ya existe un puente de negocio real entre Valencia y Miami. Un nexo de unión trabajado por y para los emprendedores en los últimos años. Una relación que empezó hace seis años y que ha visto crecer a nuestro ecosistema exponencialmente y casi a la par. Y que ha propiciado que muchas de nuestras startups exploren oportunidades de negocio allende los mares, ya que Miami es un punto de conexión clave entre Estados Unidos y Latinoamérica. Pero además, que nos posiciona como puerta de entrada desde Europa a estos mercados.

Tenemos un ecosistema sólido, que crece de forma exponencial, que escala en el ámbito internacional y que todavía no ha tocado techo. Los que estamos en esto desde el principio aún nos maravillamos del potencial que tiene porque estábamos convencidos de que llegaríamos lejos, pero no podíamos prever la riqueza del viaje.

Estamos transformando empresarial y económicamente nuestra región, apostando por la competitividad, el talento y la innovación. En este camino han surgido inversores “nativos digitales” que desde el principio se han movido en nuestro ecosistema y han apostado por proyectos innovadores. Pero también hemos visto cómo la inversión “más tradicional” con un olfato infalible para los buenos negocios, creaba sus propios vehículos para operar en el mundo startup.

Creo que si tenemos que ir pensando en la carta a los Reyes Magos del año que viene (quedan seis meses pero entre campañas electorales y formaciones de nuevos gobiernos se nos va a pasar volando) es en este aspecto en el que tenemos que incidir. Para seguir creciendo como ecosistema fuerte y consolidado no sirve solo que se creen nuevas startups con proyectos de éxito, que contemos con un talento emprendedor formado y brillante o que la inversión mire hacia aquí. Lo óptimo sería tener en nuestra propia tierra una cantera de inversores decididos a apostar por proyectos de impacto, tecnológicos e innovadores. Que los grandes fondos y mecenas más tradicionales afincados en nuestra región se embarquen en esta transformación. Los que me leen ¿se apuntan?