Los seguros que los profesionales de la construcción necesitan

Es un sector que da trabajo a muchas personas en España y que se encuentra de nuevo en alza. ¿Qué seguros necesitan los profesionales que operan en este entorno profesional?

El primer seguro obligatorio del que les vamos a hablar se lo podrán imaginar: el de siempre, el ineludible en (casi) todas las profesiones: el de responsabilidad civil profesional, cuya contratación se hace más pertinente todavía teniendo en cuenta que es un sector que conlleva bastantes riesgos y cuyo coste de daños materiales y humanos puede ser alto.

Lo habitual es que las empresas del ramo sean quienes lo contraten para amparar a sus empleados, cubriendo así su responsabilidad por los daños personales y materiales que se puedan ocasionar a terceros mientras se desarrolla la actividad: uso de maquinaria, transporte de materiales, derribos y demoliciones, trabajos de corte y soldadura, etc.

Por otro lado, en la mayoría de convenios colectivos referidos a la construcción se exige la contratación de un seguro de accidentes que proteja a unos trabajadores que en ocasiones, por más medidas de seguridad que se apliquen, corren un importante riesgo y están expuestos a sufrir graves daños personales. En caso de no ser obligatorio es más que recomendable su suscripción por parte de las empresas; no sólo para cubrir a sus empleados, sino por el grave problema en el que se meterían de producirse un accidente laboral.

Hasta aquí los seguros que afectan directamente a los trabajadores de una empresa de construcción. Pero no hemos acabado, pues los empresarios tendrán que contratar varios seguros más. Uno de ellos es el seguro de vehículos, lógico teniendo en cuenta que suelen utilizarse varios en el desarrollo de cualquier construcción. Además, debe asegurarse la maquinaria a utilizar, como es el caso de una grúa.

También debe suscribirse un seguro de afianzamiento de cantidades, que protege a los inversores asegurándoles que las cantidades que adelanten les sean reembolsadas si la obra no se inicia o si no se acaba en el plazo acordado. Además, en las obras civiles debe contratarse un seguro de edificación que cubra los daños, tanto los causados de manera directa por accidentes como los que se provoquen por causas imprevistas.

Existe otro seguro obligatorio a contratar por parte del promotor: el decenal, que sirve para compensar los posibles daños que se produzcan en los diez años siguientes a la entrega de la construcción.

Cerramos hablando de un producto asegurador que sin ser obligatorio es totalmente recomendable, teniendo en cuenta todo lo anterior: un seguro a todo riesgo que cubra la mayor cantidad de situaciones, riesgos y problemas que puedan surgir en el transcurso de una obra.