Corredores de seguros digitales, sí, pero sin perder su esencia

Desde hace unos años, la digitalización se ha convertido casi en el mantra nuestro de cada día. Las nuevas tecnologías han cambiado todo, revolucionando nuestra forma de comunicarnos, buscar información y consumir. Y el sector asegurador se ha visto -casi- devorado por el tsunami de la transformación digital. Y eso que, aunque no lo parezca, su grado de adopción tecnológica es bastante avanzado. Ahora les toca el turno a los mediadores que, poco a poco, van utilizando la tecnología para mejorar sus procesos y su forma de comunicarse con los clientes. De EIAC a los chatbots, multitarificadores, corredurías online y el uso de la Inteligencia Artificial para predecir el comportamiento de los clientes, las corredurías han interiorizado la necesidad de apostar por la tecnología para seguir ganándose la confianza de sus clientes.

Y es eso, precisamente, la confianza, lo que supone la razón de ser de un corredor de seguros. Y la tecnología debe ser una herramienta que ahonde en ella, que complemente la labor de un corredor de seguros, que no le sustituya. Porque el asesoramiento personalizado, el trato humano, siempre será necesario en un negocio como el asegurador. Hace poco, sobre el avance de la digitalización de los corredores de seguros ahondamos en el reportaje de portada de la revista de julio de elEconomista Seguros.

Sobre el uso de la Inteligencia Artificial hablamos con Hugo Cortada, director de desarrollo de negocio de Serimag, compañía especializada en la aplicación de esta tecnología para la automatización de tareas repetitivas y que roban mucho tiempo a los empleados de las compañías de seguros, como es el caso de la gestión documental en la tramitación de siniestros. Serimag ha logrado reducir el tiempo que un gestor tarda en tener toda la documentación de tres días a menos de cinco minutos. Este ahorro de tiempo permite a la compañía destinar más tiempo a los casos más complejos y a mejorar la atención que se presta a los asegurados en el momento más delicado de la relación con la compañía: la gestión de un siniestro. Y es otro ejemplo de que el verdadero valor añadido de los profesionales del sector asegurador es el trato humano.

Un trato humano en línea con los criterios ASG que tanto atraen a las nuevas generaciones, como la Z, que prima el bienestar social y la sostenibilidad, la igualdad y la conciliación a otros beneficios laborales como el salario. En este número analizamos cómo el sector asegurador es un buen destino para el talento de las nuevas generaciones, como generador de empleo fijo y estable y de proyectos a largo plazo en los que la innovación es una de sus principales características. Y como ya estamos en pleno verano, les indicamos cómo proteger la piel de los rigores del estío y les deseamos unas magníficas vacaciones. Volvemos en septiembre. Feliz verano.