La digitalización exige una base de datos compartida y coordinada

Para desarrollar la estrategia digital en España va a hacer falta impulsar mecanismos eficaces de coordinación que pongan en marcha el plan de forma cohesionada, según un informe elaborado por el Observatorio Economía y Salud Boehringer Ingelheim.

El documento, titulado La digitalización como motor de la transformación del Sistema Nacional de Salud incorpora además diez propuestas legislativas concretas para llevar a cabo la transformación digital de forma efectiva, incluyendo en primer lugar el establecimiento de marcos de co-gobernanza acordados entre las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad para que el desarrollo del proceso se lleve a cabo de manera cohesionada en todo el territorio. Recomiendan desarrollar una base de datos interoperable de ámbito nacional con criterios unificados sobre los datos recopilados, y la definición de los agentes que tendrán acceso a esa información, el uso que pueden hacer de ella y (en particular) los derechos de los ciudadanos o pacientes sobre el acceso y empleo de sus datos de salud.

La cuarta medida propuesta es la introducción en el SNS de nuevos perfiles profesionales que actúen a modo de intermediarios entre los profesionales sanitarios y los expertos en tecnología con el objetivo de facilitar la comprensión y la gestión de los datos; además de la integración en el proceso de captación de datos a todos los agentes implicados. Añaden a estas consideraciones la necesidad de tomar medidas para implicar a la ciudadanía en el proceso de digitalización de la sanidad.

Consideran necesario dotar a los profesionales sanitarios y a los pacientes de los dispositivos necesarios para los nuevos modelos de asistencia por vía telemática, y garantizar la formación continuada de ambos colectivos en el uso de herramientas digitales para la teleasistencia.

Las dos últimas recomendaciones del decálogo hacen referencia a la necesidad de “encontrar un equilibrio que permita la convivencia adecuada entre el modelo tradicional de atención sanitaria (al que se refieren como analógico) y la atención digital”, teniendo en cuenta la brecha digital existente en España desde las perspectivas geográfica, económica y generacional, así como “brindar la protección de los datos del paciente ante este nuevo modelo de gestión del sistema sanitario”.

Los expertos que han elaborado el informe advierten que la transformación de la sanidad de nuestro país es “urgente”, y aprecian en la digitalización una herramienta clave para “ofrecer respuestas a todas las deficiencias del sistema”.

“Está claro que la digitalización de la salud presenta muchas ventajas y que resulta imprescindible para la transformación del Sistema Nacional de Salud. Sin embargo, no podemos obviar la realidad de la brecha digital con la que convivimos. Hay que trabajar en pro de un equilibrio que posibilite la convivencia entre el modelo de atención sanitaria analógica con el modelo digital, teniendo en cuenta la diversidad de nuestro país a nivel geográfico, económico y generacional”, ha firmado la Dra. María Dolores Rubio, directora-gerente del Hospital Universitario Príncipe Asturias y presidenta del patronato de la Fundación de Investigación Biosanitaria de Alcalá de Henares, en la presentación de este documento, que se llevó a cabo en colaboración con la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS).

Por su parte, Juan Mayol, responsable de relaciones públicas de Boehringer Ingelheim España, ha apunta que “el ecosistema sanitario actual precisa de una transformación que implica cambios tecnológicos, organizativos y culturales. Para hacer posible este cambio, es fundamental la colaboración entre Administraciones públicas, profesionales sanitarios, pacientes, industria farmacéutica y demás agentes que intervienen en el proceso”.