José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España: “El próximo Gobierno tiene que contar con las empresas y estimular su actividad”

La Cámara de Comercio de España es una corporación de derecho público integrada por las entidades más representativas de la vida económico-empresarial del país. Entre sus funciones está impulsar a las pymes, autónomos y emprendedores a través de servicios de apoyo especializados y programas de ayudas.

José Luis Bonet (Barcelona, 1941) es el presidente de la Cámara de Comercio de España. Hablamos con él para repasar la situación de las empresas españolas ante la presidencia del Consejo Europeo y las elecciones generales.

¿Cómo están las empresas españolas?

El tejido empresarial español ha demostrado que es resiliente y está determinado a transformarse para afrontar las disrupciones provocados por los extraordinarios sucesos vividos desde 2020. De esos acontecimientos, se deriva todavía una situación de incertidumbre y volatilidad en la economía mundial caracterizada por la subida de la inflación y los tipos de interés, y todavía, problemas logísticos y de disponibilidad de determinados suministros que, sin duda, afectan a la actividad empresarial.

La voluntad de transformación que estoy observando en las empresas me hace ser optimista sobre las posibilidades de que la recuperación económica se consolide. Una determinación de cambio que se observa también en las pymes, que constituyen la columna vertebral de nuestro tejido productivo. Y ello, a pesar del contexto de excesos recaudatorios en las Administraciones Públicas y ciertos hostigamientos a las empresas que deben revisarse. Esa actitud la percibimos en muchos aspectos, pero señalaré particularmente la buena respuesta obtenida por el programa Kit Digital, que muestra el deseo de las pymes de incorporar la digitalización en su actividad porque son conscientes de que es imprescindible para garantizar su supervivencia.

En definitiva, han asumido esa responsabilidad y tienen, además, la voluntad de transformarse para ser más competitivas beneficiando así al conjunto de la sociedad. Es muy positivo que se esté acentuando la función social de las empresas.

¿Cuáles son sus retos?

Digitalización, formación, sostenibilidad, internacionalización y emprendimiento. Coinciden con las líneas estratégicas de actuación que se ha marcado la Cámara de Comercio de España para contribuir a la transformación de modelo económico de nuestro país, y conseguir un crecimiento más sólido, sostenible e inclusivo. En este sentido, es satisfactoria la conciencia empresarial en torno a la necesidad de aprovechamiento de la oportunidad histórica que ofrecen los fondos Next Generation para la economía española.

¿En qué afecta el adelanto electoral para las empresas y pymes españolas?

La convocatoria electoral no debe distraer a las empresas de su trabajo diario y de su determinación, como decía antes, por transformarse y adaptarse al nuevo entorno derivado de los acontecimientos que se han sucedido desde 2020.

El futuro Gobierno tiene que contar con las empresas y poner en marcha medidas que estimulen y apoyen la actividad empresarial, particularmente de las pymes -en tanto que España es, hoy por hoy, un país de pymes-, pero también de las grandes empresas que son tractoras del conjunto del tejido productivo.

La política fiscal- que debe revisarse desde el sentido común-, la reducción de cargas administrativas, los incentivos a la inversión serán aspectos clave para impulsar la inversión de las empresas y, con ella, la creación de puestos de trabajo y de riqueza y bienestar para el conjunto de la sociedad.

Al igual que en citas electorales anteriores, en la Cámara de Comercio de España estamos elaborando un documento que recoja las prioridades y necesidades del tejido empresarial y que haremos llegar a las principales fuerzas políticas que concurren a estas elecciones.

¿Tienen más trabajo por hacer las pequeñas empresas?

Desde luego. Las grandes empresas españolas tienen gran parte del trabajo hecho y son líderes internacionales en sus sectores. Pero las pymes tienen ante sí un largo camino por recorrer en los ámbitos prioritarios que antes mencionaba: internacionalización, digitalización, formación y sostenibilidad.

Es importante subrayar que no están solas. Cuentan con las grandes empresas que actúan como tractoras; tienen a su lado a las cámaras de comercio, con la Cámara de Comercio de España al frente, para acompañarlas, formarlas y asesorarlas; y disponen además de los Fondos Europeos Next Generation, que deben servir para acelerar esa transformación a través de la colaboración público-privada.

Las Cámaras de Comercio tenemos que aplicar la fórmula de las cuatro aes: aglutinar, ayudar, acompañar y alianzas. Aplicando este sistema, sumado, como decía, a la colaboración público-privada y la fuerza tractora de las grandes empresas, concluiremos con éxito ese proceso de cambio. Si las pymes se transforman, España ganará.

¿Qué se puede hacer desde el Ejecutivo para mejorar la situación de la empresa española?

Lo más importante es entender el papel clave que desempeñan las empresas para asegurar el bienestar del conjunto de los ciudadanos en una economía social de mercado como la nuestra.

A partir de ahí, poner en marcha políticas que incentiven la actividad empresarial, animen a los empresarios y a sus colaboradores, y estimulen la inversión y la creación de empleo. Una de las más importantes es aplicar una política fiscal que no penalice a las empresas; muy al contrario, que las anime a realizar nuevas inversiones y a contratar a más personas.

Pero también es imprescindible una normativa laboral que incentive la creación de empleo; la reducción de cargas administrativas; el estímulo de la formación continua y dual; políticas que fomenten y apoyen a la industria; un mayor apoyo al turismo, y una atención especial al sector agroalimentario, por citar solo algunas.

¿Cómo afectarán la subida del SMI y la reforma de pensiones a la productividad y a los resultados empresariales?

Las subidas salariales, especialmente entre los trabajadores con menores ingresos, es deseable siempre que la situación económica general, y la de cada empresa en particular, lo permita. En caso contrario, en lugar de beneficiar a los trabajadores, se les estará perjudicando porque se podría poner en riesgo la creación de empleo.

En cuanto a la reforma de las pensiones, creo que sigue sin abordarse el problema de fondo, que es la sostenibilidad del sistema. Las últimas decisiones me parecen un parche que hace recaer en las empresas nuevas cargas fiscales, que inciden en la competitividad de las empresas y en su capacidad para atraer y retener talento. Lamentablemente se ha optado por la solución fácil y errónea de cargar sobre las empresas para salvar el problema inmediato de financiación.

La gran reforma pendiente es la de permitir que quienes quieren seguir trabajando y reúnan las condiciones para mantenerse en su actividad, puedan hacerlo. Se habla, pero no se hace.

¿Por qué cree que parte del Gobierno ha puesto su diana en la cabeza de algunos empresarios?

Tenemos que insistir ante la sociedad en que las empresas no son el problema, como algunos se empeñan en difundir desde determinados ámbitos políticos que defienden postulados más propios del siglo XIX que del siglo XXI. Las empresas son parte fundamental de la solución.

En los últimos 50 años, España ha dado un salto de gigante en modernidad, progreso y bienestar social. Ese avance se explica por múltiples factores. Por un lado, por los españoles que, cuando trabajamos juntos y buscamos consensos, somos capaces de grandes logros.

Por otro lado, y como fruto de ese consenso, la Constitución de 1978 que consagró el marco institucional que nos han traído hasta aquí: democracia, monarquía constitucional, estado del bienestar, estado de las autonomías, estado de derecho y economía social de mercado.

Y, en tercer lugar, las empresas, artífices de la creación de riqueza y bienestar social en este periodo. Y lo bueno es que el recorrido de las empresas españolas está lejos de haberse culminado. Hay mucho trabajo y mucho desarrollo por delante.

¿Hay mala relación entre empresarios y trabajadores?

En absoluto. La relación entre los empresarios y los trabajadores se basan en el diálogo y la cooperación. Esto sucede en todas las empresas, pero sobre todo en las empresas familiares, que representan más del 70% de nuestro tejido empresarial, y en las que empresarios y trabajadores forman una cuasi familia.

Cuando surge la tensión, fruto de la legítima defensa de los intereses de cada una de las partes que componen la empresa, en la inmensa mayoría de las ocasiones se resuelve a través de la negociación, que es consustancial a la actividad empresarial.

¿Es una oportunidad para las empresas la presidencia de España de Consejo Europeo?

La presidencia de turno de la UE supone liderar la agenda de prioridades de actuación política y económica de la UE. Sí, es una oportunidad que se debe aprovechar al máximo, ya que España no volverá a ocupar la presidencia de turno de la UE hasta 2037.

Desde la Cámara de España, a través de la Comisión de Asuntos Europeos, ha presentado la visión del tejido empresarial sobre los retos y oportunidades de dicho mandato con el documento La oportunidad de reforzar Europa. Se trata de una treintena de propuestas de las empresas para avanzar hacia una Europa más competitiva, resiliente, digital, sostenible e influyente a nivel geoestratégico.

En ese abanico de medidas, figura el apoyo expreso a las pymes, promover el diseño de una estrategia europea que aborde el reto demográfico y migratorio o impulsar la adopción de sendas estrategias de datos y de ciberseguridad comunes. También, y al identificar políticas dirigidas específicamente a las empresas, la Cámara de España apuesta por el apoyo a la digitalización e internacionalización de las pymes.

A este respecto, si bien la UE desarrolla numerosas actuaciones de apoyo y promoción de la internacionalización empresarial; la coordinación entre estas y las políticas de los Estados miembros es mejorable en diversos aspectos. Por ello, aconsejamos promover la evaluación, coherencia y coordinación de las medidas aplicadas, reforzando, en particular, las iniciativas Red Europea para las Empresas y Startup Europe.

Ya ha salido una nueva convocatoria para la VII edición del ‘Premio Pyme del Año’

Cuando la Cámara de Comercio de España decidió aunar fuerzas con el Banco Santander para poner en marcha este premio, nuestro objetivo fue poner en valor el trabajo de las pequeñas y medianas empresas como generadoras de riqueza y creadoras de empleo. Hoy en día, el premio se ha consolidado como un galardón de referencia del mundo empresarial en España. Desde 2017, año de su lanzamiento, ya son 7.436 pymes las que han participado y que nos han brindado la oportunidad de conocer y reconocer el excelente trabajo de nuestras pymes, que forman la columna vertebral de nuestro sistema económico y cuya excelente labor no es suficientemente valorada por la sociedad. Y en su desarrollo se encuentra el futuro éxito de la economía española, que debe acompañar al que ya están logrando nuestras grandes empresas líderes en el mundo.