Víctor Matarranz, responsable global de Wealth Management and Insurance de Banco Santander: “A los institucionales hace dos años ni se les ocurría llamarnos para alternativos; ahora nos buscan”

Cinco años después de que Santander unificase su dirección de gestión de activos y banca privada en un único segmento, su responsable global se muestra satisfecho de la escalabilidad del negocio y que el crecimiento permita a la entidad española erigirse en un “jugador mundial relevante”.

Banco Santander está muy activo en el mercado de alternativos y se ha convertido en un player relevante de este segmento. Víctor Matarranz, responsable global de Wealth Management and Insurance de Banco Santander, señala a elEconomista.es que “hemos empezado a trabajar en el mundo de alternativos. A los institucionales hace dos años ni se les ocurría llamarnos por teléfono para alternativos. Ahora nos buscan”.

Y es que la inversión en alternativos está tomando cada vez más dimensión. Al respecto de este punto, Matarranz señala que “todo el mundo ve el auge de la renta fija y eso hace que quieran su componente de renta fija”, apunta. “Lo normal sería incluir una componente de renta variable, quedándote con una pata en la renta variable y otra mixta en medio, pero esa mixta ahora mismo no está. La gente todavía tiene cautela con los mercados y no están entrando en esa parte de variable”, remarca.

Así, describe el interés por los alternativos, en la que las inversiones son más pequeñas pero para las que hay un mayor retorno, lo que compensa el cambio de estrategia. “Así no se preocupan de las turbulencias del mercado”, reconoce, apuntando a que así se dibuja “una situación que tampoco es muy normal, con inversiones en los dos extremos, en lo alternativo y en la renta fija. Eso es lo correcto ahora”.

Sobre la posibilidad de abrir las inversiones en productos de capital riesgo a minoristas como permite la nueva regulación, Matarranz es claro: “Nos cuesta mucho bajarla hacia el cliente minorista porque eso tiene un componente de liquidez que la experiencia lo que no siempre se entiende por parte del cliente minorista”, señalando que hay circunstancias en las que este cliente puede necesitar liquidez y no puede contar con la inversión de estos productos. “Nos da muchísimo miedo meter a los clientes más pequeñitos en eso, por lo que bajamos el ticket como han hecho otras entidades”. “Pero en cuanto el cliente tiene dimensión y su perfil nos dice que puede estar ahí, nos da igual que sea banca privada o no, si tiene el formato adecuado, le dejamos entrar”, apunta.

Matarranz señala que la mayor parte de los fondos tienen tickets desde 100.000 euros, mientras que otros concretos parten desde los 50.000. “En el mundo institucional y el gestor sofisticado el grupo tiene activos renovables, infraestructuras, deuda privada en general... y ahí tenemos muchísimo recorrido”, ya que ahora representa un 1% de los activos de la gestora y se pone un objetivo de llegar al 10% o el 15%. En el lado de las inversiones que se canalizan a través de la pata de Banca Privada se focaliza en private equity e inmobiliario.

En este segmento la estrategia de Santander es diferente. “Siempre buscamos que haya una cierta diversificación. Por ejemplo, los fondos de fondos de private equity o venture capital son súper populares”, apunta Matarranz, señalando que “lo que hemos tenido hasta ahora es una oferta de productos terceros”. Algo similar ocurre con la pata inmobiliaria, “lo solemos hacer de momento es a través de terceros, y hasta que no tengamos capacidades sólidas seguiremos haciéndolo de terceros”.

Movimientos a futuro

De cara al futuro, Matarranz tiene claro que si en un momento determinado Banco Santander tiene un producto “tan bueno o mejor que el de los terceros” existe la posibilidad de saltar a ofrecer algo propio. “Nosotros vamos a crear todas las estrategias donde podamos tener capacidades y tener demanda”, apunta.

En este sentido, el responsable global de Wealth Management and Insurance de Banco Santander señala que dentro de su operación de alternativos, no se descarta dar un paso adelante hacia el producto propio. “Si en algún momento caben las estrategias...; hoy probablemente no, a lo mejor en el futuro sí”, reconoce con respecto a la posibilidad de un movimiento en el campo del venture capital y el private equity.

Con respecto al crecimiento de la pata de alternativos en el balance de activos bajo gestión, actualmente Santander tiene una posición de alrededor de un 1% del total de activos, unos 2.000 millones de euros, y, según apunta Matarranz, “deberíamos irnos a las medias de lo que tienen las grandes entidades”, por lo que tiene claro que todavía queda mucho margen de crecimiento. “Queremos crecer”, sentencia.

Claridad de precios y costes

Pero más allá del tipo de producto, existen nuevas normas que se ciernen sobre la comercialización de determinados productos y sus costes. En este sentido, Bruselas llevó hace unos meses a la Comisión de Economía del Parlamento Europeo una propuesta para que se eliminen las retrocesiones a las distribuidoras de productos financieros, una medida que ya se ha llevado a cabo en mercados en los que opera Santander, como es el caso de Reino Unido.

Preguntado por el impacto que la implantación de esta medida podría tener, Matarranz señala a elEconomista.es que “ lo más importante es que los clientes tengan la posibilidad de elegir”. “Hemos visto en algunos mercados que se restringe mucho ese tipo de fondos y no todo el mundo puede ser asesorado”, apuntó, señalando que en el Reino Unido se ha producido un gap de asesoramiento, ya que los clientes de banca privada con grandes patrimonios tienen acceso a ella, pero el estrato intermedio de la población que puede invertir en fondos que actualmente conllevan retrocesiones se quedaría fuera.

“Creo que es el resultado de haber restringido mucho en ese mercado, por eso todas las medidas que van dirigidas a ganar transparencia son fenomenales”, recalca. “Ser claros con los precios y los costes de extremo a extremo fenomenal, eso tiene que ser, pero hay que dejar elección a los clientes. Nosotros creemos en un modelo que tenga opciones, que se pueda trabajar de una forma u otra”, reconoce.

Sin embargo, este cambio no implicaría un aumento de los productos propios frente a los de terceros que ofrecen en este momento, ya que su arquitectura, que Matarranz calificó de “muy abierta”, les permite estar en un punto “óptimo para el cliente”. “Obviamente la regulación te cambia, pero todos los procesos se harán dentro de ese marco e iremos a donde el cliente nos lleve”, puntualizó el responsable global de Wealth Management de Santander. “Es importante tener tu propia fábrica de activos con escala, que es lo que tenemos, porque te permite tener flexibilidad para ofrecer el propio o de terceros”, apunta el directivo, recordando que otros jugadores con acuerdos para distribuir productos están muy atados en situación de vaivén en el mercado. Este hecho haría que, a mayores volúmenes, se rebajen costes y, como consecuencia, caigan las comisiones.