Cristina Sánchez, directora ejecutiva de impacto positivo en Leroy Merlin España: “Nuestro sector debe jugar un papel activo en mejorar la vida de personas en situación o riesgo de exclusión”

Leroy Merlin ha donado 400.000 euros en la segunda edición de ‘Hogares Dignos’ para la lucha contra la exclusión social. Con ello, se impulsan proyectos de reforma y acondicionamiento de entidades donde viven y pernoctan colectivos vulnerables. Los 17 proyectos seleccionados beneficiarán a más de 11.800 personas.

¿De dónde le viene a Leroy Merlin esta vocación por rehabilitar los espacios donde viven y pernoctan personas en riesgo de exclusión social?

En Leroy Merlin siempre buscamos maneras de aportar valor a las comunidades en donde tenemos presencia. Llevamos más de una década colaborando con ONG que atienden a personas en riesgo de exclusión; contribuyendo a que puedan mejorar y rehabilitar los espacios donde viven. Tenemos claro que una vida digna, comienza con un hogar digno. Como expertos en el acondicionamiento del hogar sabemos el papel fundamental que tiene un hogar en la vida de las personas, y los efectos negativos que genera la falta de uno. Por eso, nuestro sector debe jugar un papel activo en mejorar la vida de personas en situación o riesgo de exclusión.

¿Qué cifras se manejan para esta edición?

En esta segunda edición hemos incrementado nuestra contribución hasta los 400.000 euros (la primera edición contó con 350.000 euros), para poder colaborar con más organizaciones y aumentar nuestro impacto positivo en la sociedad. Este año, Leroy Merlin ha impulsado la financiación de 17 proyectos de reforma y acondicionamiento. En total, se beneficiarán 11.866 personas, de 12 comunidades autónomas diferentes. El objetivo es mejorar los espacios en donde se acogen y su calidad de vida, para que puedan centrarse en construir su proyecto vital desde un espacio seguro para ellos.

¿Qué balance se hace de la primera edición?

La primera edición de Hogares Dignos en 2022 fue un gran éxito para nosotros. Nos permitió lanzar un proyecto de colaboración con ONG de alto impacto social y con vocación continuista, canalizando así una parte importante de nuestra contribución a la mejora de la calidad de vida de personas en riesgo de exclusión. El balance fue muy bueno, pues al dirigir nuestros esfuerzos a unas causas y proyectos concretos, los resultados positivos fueron evidentes.

¿Se premia el impacto de los proyectos?

Las cuestiones que más se valoran en Hogares Dignos son la viabilidad de las propuestas que recibimos por parte de las organizaciones, el número potencial de beneficiarios, tanto directos como indirectos, y por supuesto las mejoras en materia de sostenibilidad y ahorro energético, así como el impacto que tendrán estos proyectos en la vida de las personas.

¿Qué tipo de ONG presentan sus planes?

Con Hogares Dignos buscamos apoyar los proyectos dedicados a la mejora de espacios de vivienda de cualquier entidad sin ánimo de lucro que trabaje por aquellas personas que, por una u otra razón, se encuentran en riesgo de exclusión social en España. Así, en esta segunda edición hemos recibido 235 propuestas de proyectos de ONG de todas las comunidades autónomas. A través de este programa tenemos la oportunidad de trabajar con organizaciones que ayudan a personas con discapacidad, así como a personas refugiadas y migrantes, familias con menores enfermos a su cargo, o personas de edad avanzada, todos ellos en gran riesgo de vulnerabilidad. El objetivo final es poder conocer las necesidades de los colectivos más afectados, contribuyendo a que puedan contar con un entorno donde vivir mejor, haciendo así crecer Hogares Dignos a través del trabajo indispensable de estas ONG.

¿La accesibilidad y el aislamiento térmico son los reyes?

Sin duda, son dos de los objetivos que hemos tenido en cuenta en esta segunda edición. Entre la primera y segunda edición de Hogares Dignos las solicitudes para mejorar la eficiencia energética de las instalaciones han aumentado hasta llegar a un 36% del total de proyectos presentados este año. La crisis energética y la subida de precios han hecho evidente para las ONG la necesidad de mejorar en ese aspecto. Estas renovaciones suponen un ahorro para las entidades, que pueden así dedicar más recursos a ayudar a más beneficiarios, y que redundan en el bienestar de las personas acogidas. A ello, también hay que añadir que muchos proyectos se centran en una reforma y acondicionamiento general de los espacios de acogida. Dado que se da servicio a muchas personas, estos espacios se desgastan con el paso del tiempo y requieren ser renovados de manera regular para que puedan seguir aportando un servicio indispensable a la sociedad.