Ana M. Serrano

Por qué este invierno es más importante que nunca vacunarse de la gripe

La vacunación evitó el 26% de las hospitalizaciones, el 40% de los ingresos en UCI y el 37% de las defunciones por gripe de personas mayores de 65 años, según Sanidad

La gripe es una enfermedad infecciosa respiratoria producida por un virus. El virus se transmite con facilidad propagándose rápidamente por vía aérea -mayoritariamente durante el otoño y el invierno-. Este año, la temporada se presenta bastante más cruda a causa de la incidencia y las complicaciones sanitarias del Covid-19 que, junto la gripe tradicional, puede crear una situación de salud pública insostenible. Además de la similar transmisión y enfermedades respiratorias que causan, ambos virus presentan una sintomatología muy parecida: fiebre, tos o pérdida de olfato/gusto.

También las recomendaciones son idénticas: lavarse las manos con frecuencia, utilizar pañuelos desechables, taparse con el codo al estornudar o toser y limitar los contactos en caso de síntomas.

Hay varias cuestiones que inquietan a la ciudadanía. La primera es si existe relación entre la mala evolución de las personas infectadas por SARS-CoV-2 con la exposición previa a la vacuna frente a la gripe. El Ministerio de Sanidad incide en la inexistencia de evidencias que demuestren tal relación ni que exista un mayor riesgo de infectarse por coronavirus tras recibir la vacuna contra la gripe. Sí se han encontrado evidencias científicas que demuestran que hay más riesgo de complicaciones y muerte si una persona se infecta a la vez de gripe y de SARS-CoV-2.

La segunda cuestión a tener en cuenta es si pueden o deben vacunarse frente a la gripe las personas que han tenido Covid-19 y sus contactos estrechos. El Ministerio que dirige Salvador Illa recomienda hacerlo: “Las vacunas son seguras en personas que han superado o que padecen el Covid-19. En pacientes que han superado el Covid-19 o la padecen de forma leve o asintomática se recomienda la vacunación tras finalizar los días de aislamiento. En pacientes ingresados por este motivo, el personal sanitario establecerá el momento adecuado”, explican.

En cuanto a la seguridad de la vacuna, las autoridades sanitarias aseguran que las vacunas inactivadas actuales no contienen virus vivos. Están compuestas por fracciones de virus o subunidades proteicas que no pueden causar gripe.

Este invierno, la campaña contra la gripe busca lograr la vacunación de más de un 75% de los mayores y personal sanitario y más de un 60% de los pacientes con otras dolencias y embarazadas. Es especialmente importante que los sanitarios estén protegidos. Por ello, este año, el período de vacunación se ha adelantado con respecto a otros años con el fin de mantener a raya el virus gripal lo antes posible.