Juan Ignacio Álvarez

Las exportaciones a China se multiplican por 18 en diez años

Entre 2009 y 2019, las exportaciones agroalimentarias españolas al gigante asiático han pasado de 115,5 millones de euros a 2.104, con un superávit comercial a favor de nuestro país de 1.356,1 millones. Solo en 2019, las ventas subieron un 97%, gracias, sobre todo, a la venta de porcino

En 2019 la tasa de crecimiento de las exportaciones españolas de alimentos y bebidas a China fue del 97,2% en comparación con 2018, y en los últimos diez años las ventas a aquel país han pasado de 115,5 millones en 2009 a 2.104 millones en 2019, según datos aportados por Fiab (Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas). No obstante, como recuerda su director general, Mauricio García de Quevedo, esta tasa de crecimiento está distorsionada por el efecto de las exportaciones de carne de cerdo a China debido a la peste porcina que le afecta desde 2018.

De hecho, las exportaciones de porcino a China el año pasado prácticamente se triplicaron con respecto a 2018, pasando de los 567 millones de euros a 1.558 millones. Solamente el periodo enero-abril de 2020 las exportaciones a ese país crecieron un 104%, mientras que el crecimiento de las exportaciones globales en el mismo periodo fue de 6,6%. Con los datos de este año, España tiene un saldo positivo con China de 1.356,1 millones de euros, puesto que importó por valor 747,9 millones.

García de Quevedo explica que “es probable que la exportación de cerdo a China se reduzca una vez superada la crisis porcina, si bien este producto ya presentaba un buen comportamiento antes de que se diera esta situación, por lo que España se mantendrá como uno de los principales proveedores de porcino a China”. Los productos que más llevamos a China, enumera García de Quevedo, “son el porcino, el aceite de oliva y el vino, que representan alrededor del 70% de las exportaciones de la industria de alimentación y bebidas. En los últimos diez años han mostrado un gran crecimiento categorías como la cerveza y los productos lácteos”.

‘Sorpasso’ a Estados Unidos

Distorsión de las exportaciones de porcino aparte, China es, y se pretende que siga siéndolo, un mercado vital para el sector alimentario española. Como dice García de Quevedo: “China es, sin lugar a dudas, un mercado prioritario para la industria de alimentos y bebidas. En el año 2019, ocupó el cuarto puesto de destino de nuestras importaciones y el primero fuera de la UE, sobrepasando por primera vez a Estados Unidos”. El director general de Fiab, recuerda un encuentro online con expertos que organizaron el pasado mes de mayo, en el que se constató, según las encuestas llevadas a cabo en diferentes canales y sectores, que la imagen de los productos españoles, y, en general la de los productos importados europeos, ha mejorado tras la crisis del Covid-19 debido a los altos estándares de calidad y seguridad alimentaria de los mismos.

A pesar de las buenas perspectivas que ofrece el mercado chino de cara al futuro, García de Quevedo advierte de que “es aconsejable llevar a cabo una estrategia de diversificación que nos haga crecer en otros mercados y no nos haga dependientes de un solo país o de unos pocos, a la vista de la actual coyuntura en el comercio internacional, donde nuestras exportaciones se ven amenazadas en mercados prioritarios como Estados Unidos y Reino Unido, respectivamente, por los aranceles y el Brexit”.

Reino Unido y Estados Unidos ocuparon en 2019 el quinto y sexto puesto de destino de nuestras exportaciones, con 2.018 y 1838 millones de euros. “En el caso del Reino Unido, los aranceles que pueden imponerse afectan a más de 30 categorías de producto, entre las que se encuentran el vino o el aceite de oliva. En cuanto a Estados Unidos, las exportaciones de los productos afectados por los aranceles ya aprobados han caído un 10,5% en valor tras la aplicación de los mismos, si se comparan los periodos noviembre del 18-abril del 19 con noviembre del 19-abril 2020 -periodo de aplicación de los aranceles-”, comenta García de Quevedo.

El director general de Fiab subraya que la citada caída podría haber sido mucho más acusada de no haber sido por las empresas afectadas por los aranceles, que han asumido la mayor parte del coste del arancel con el fin de evitar un incremento de precios en el mercado. “Las exportaciones a China pueden compensar solo en parte, las pérdidas ocasionadas por la situación en Estados Unidos y Reino Unido. Estos mercados no son sustituibles, ni cuantitativa ni cualitativamente”, lamenta García de Quevedo.

Potenciar otros mercados

En Fiab están trabajando para ampliar el abanico de destinos de las exportaciones y no depender únicamente de algunos mercados. “La estrategia a seguir es la de aumentar nuestra presencia en otros mercados, que nos ofrezcan nuevas oportunidades ante un contexto cambiante. Los esfuerzos se están centrado en aumentar la cuota de mercado en países donde los productos españoles ya están presentes, como Corea del Sur, Japón, Colombia o México, la vez que se promueve el acceso a otros mercados que presentan un gran potencial, como Singapur, Vietnam, o los países de Mercosur”. Mercosur integra a Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.

En esta estrategia, recalca García de Quevedo, “juegan un papel fundamental los tratados de libre comercio, que se han firmado recientemente entre la Unión Europea y terceros países”. Y pone un ejemplo: Desde la entrada en vigor del Acuerdo de Libre Comercio con Japón, que entró en vigor el 1 de febrero de 2019, las exportaciones se han incrementado un 14% y se espera que los recientes acuerdos con Vietnam -ratificado en junio-, Singapur -en vigor desde noviembre de 2019- y Mercosur -a la espera de ratificación-, supongan un espaldarazo para las exportaciones a estos mercados”. Unas exportaciones que en gran medida dependen de las pymes. En estos momentos, el 96% del tejido empresarial de la industria de alimentación y bebidas lo conforman pequeñas y medianas empresas y el 50% de las 30.000 empresas del sector exportan.

Las pymes están llamadas a jugar un papel fundamental en la recuperación postcovid del sector, ya que como dice García de Quevedo, “continúan apostado por las ventas al exterior a pesar de la incertidumbre mundial y de las trabas al comercio internacional. De la facturación total de esta industria, que ascendió a 119.224 millones de euros en 2019, las exportaciones representaron cerca del 30%”. Y concluye: “Las exportaciones ya impulsaron la recuperación económica tras la crisis financiera de 2008 y son, sin duda, una palanca para superar la actual crisis sanitaria”. En la misma dirección se expresa Fernando Miranda, secretario general de Agricultura y Alimentación: “La exportación en el ámbito agroalimentario no es solamente patrimonio de las grandes empresas, sino que, al contrario, son muchas las pymes, como cooperativas ubicadas en el medio rural, las que hacen que el beneficio de la exportación llegue a todo el territorio”.