La bollería le come ‘la tostada’ al negocio de la panadería

La industria dispara un 27% sus ingresos hasta los 1.660 millones. Desde 2015, la producción de pan ha caído un 0,6% frente al aumento del 41% en la bollería y la pastelería.

Las empresas del sector de la panadería, la bollería y la pastelería industrial recuperaron durante el año pasado el ritmo previo a la pandemia, con una producción total de 949.754 toneladas de masas congeladas, un 5,1% más que las registradas en 2021, situándose muy cerca del récord de 969.519 toneladas alcanzado poco antes de la crisis sanitaria en 2018.

Este aumento de la actividad llevó a la industria panadera a facturar un 27,4% más hasta los 1.661 millones de euros durante el año pasado, según datos de la Asociación Española de la Industria de Panadería, Bollería y Pastelería (Asemac).

Por ramas, la producción de pan experimentó en 2021 un aumento del 4,1% hasta llegar a las 745.896 toneladas, acompañado de un incremento de la facturación del 26,3% hasta sobre pasar los 988,8 millones de euros. En el caso de la bollería y la pastelería, la producción creció un 9% hasta generar 203.858 toneladas y una facturación de 672,27 millones de euros durante el pasado ejercicio, lo que supone un aumento del 29% en los ingresos.

Según destaca el presidente de Asemac, Felipe Ruano, el sector volverá a crecer este año, “particularmente en el segmento de la bollería, quizás por el hecho de que había caído mucho por el cierre de la hostelería durante prácticamente un año. El crecimiento es satisfactorio y además vemos que durante los tres primeros meses de 2023 va en esa línea”.

Las cifras de producción del pasado ejercicio suponen, además, un avance del 6,2% sobre las registradas por la patronal en 2015, lo que pone manifiesto el constante crecimiento en el sector a excepción de los años 2020 y 2021, que se vieron gravemente afectados por el impacto de la pandemia. Sin embargo, esta tendencia de la industria muestra crecimientos desiguales, ya que la producción de pan experimentó un retroceso del -0,6% en esos ocho ejercicios, mientras que la categoría de bollería y pastelería industrial se disparó un 41,6%.

Tras un año marcado por la capacidad de adaptación de la industria a la crisis desatada por la guerra en Ucrania o el incremento de los costes de producción, el sector marca como hito la total implementación de la norma de calidad del pan, concretamente en lo referido a la reducción del contenido máximo de sal en el pan.