Las cadenas concentran el 30% del gasto en hostelería de los españoles

La restauración de marca española sumó en los ocho primeros meses del año un aumento de ventas del 21% respecto al mismo periodo de 2019 y se plantea un 2023 en el que el 80% de las enseñas espera incrementar su facturación a pesar de la inflación y las malas perspectivas económicas.

Las condiciones adversas actuales de inflación, aumento de los costes y posible llegada de una recesión no parecen mermar el optimismo del sector de la restauración de marca que, tras superar la crisis de 2008 y tres años de pandemia, mayoritariamente (80%) cree que aumentará su facturación en 2023.

Así lo puso de manifiesto la patronal del sector, Marcas de Restauración, en la presentación de los principales resultados del Observatorio 2022, elaborado por la entidad en colaboración con The NPD Group y KPMG. Este optimismo viene avalado por los buenos resultados de lo que llevamos de 2022, un año que comenzó aún con los coletazos de la variante ómicron del coronavirus, y en el que, durante los primeros ocho meses, el sector acumuló un aumento de ventas del 29% respecto al mismo periodo de 2021 y del 21% sobre el último ejercicio anterior a la pandemia, el 2019.

Este buen comportamiento a pesar de la guerra en Ucrania y el entorno económico, según señalaba el presidente de la asociación, Carlos Pérez Tenorio, ha hecho que el sector de la restauración organizada haya elevado su peso hasta el 29,7% en el total del gasto que hacen los españoles en hostelería comercial. Se trata, además, de cinco puntos porcentuales más que la cuota de mercado de 2019 y refleja, según el directivo, la solidez de un sector que no hace más que ganar peso desde 2008, cuando su porcentaje de negocio era del 14,2%.

Las previsiones de The NPD Group en este sentido parecen reforzar estas perspectivas, ya que para el cierre de año estiman que el crecimiento del gasto sobre el año pasado se sitúe en el 22% en el foodservice, un sector en el que se engloban las cadenas, pero que también incluye a otros canales como máquinas de vending, restauración independiente o la comida lista para llevar de los supermercados.

En cuanto al gasto medio de los consumidores en el canal de restauración, los datos de NPD reflejan un aumento del 3,5%, por debajo del 7,6% registrado por el sector en agosto. Esto indica que están aplicando medidas de ajuste que, en el 35% pasan por la búsqueda de promociones, la elección de platos menos caros (28%) o la reducción del tamaño de la comanda mediante la eliminación del postre (20%), los entrantes (13%), los refrescos (13%) o los acompañamientos (13%).

Los resultados del Observatorio también destacan el creciente peso del gasto del consumo fuera de los locales de restauración, consolidado durante la pandemia, y que en 2022 se ha estabilizado en el 21% de la facturación de las marcas, casi el doble que en 2019. En el conjunto del foodservice, los servicios de takeaway y delivery en el sector del foodservice concentran ya el 34% del gasto en España, con una cuota del 26% y del 8%, respectivamente.

A pesar de haber contenido el alza de precios de cara al público por debajo de los índices de inflación del IPC general (13,8%) y el del retail (10,5%), la restauración organizada mantiene una solidez que lleva al 97% de sus operadores a mantener sus planes de expansión de locales de cara al 2023 y a aumentar sus plantillas en el 57% de los casos, según la encuesta realizada por KPMG para el Observatorio.

Esta misma encuesta refleja que el 93% de las cadenas reconoce que sus márgenes se han visto afectados por la inflación y el 97% menciona como principal amenaza para sus negocios el año que viene la consiguiente pérdida de poder adquisitivo del consumidor, seguida de los costes de la energía (72%), el encarecimiento de las materias primas (69%), así como la regulación laboral (34%).

Esta situación ya ha llevado a la mayoría de las cadenas (87%) a repercutir el alza de costes en sus precios o plantearse hacerlo, además de adoptar otras medidas para mitigar su efecto como la renegociación de contratos (70%) o el cambio de proveedores (60%).

En la misma línea de reducción de costes, la creciente sensibilización de la industria en materia de sostenibilidad se refleja en que el 50% de las cadenas muestran interés por buscar ahorros dentro de sus restaurantes. Así, el 27% de los operadores dará prioridad a la gestión y reducción del desperdicio alimentario, un reto que tendrá que afrontar todo el sector ante la previsible entrada en vigor en 2023 de la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, que fue aprobada en el Consejo de Ministros del pasado 7 de junio de 2022.