La industria española, a los mandos del nuevo rumbo alimentario

Tras décadas relegadas al mundo de lo alternativo, las diferentes corrientes alimentarias que abogan por evitar el consumo de carne o reducirlo a la mínima expresión han logrado un protagonismo que las ha sacado del nicho de los herbolarios a protagonizar los grandes lanzamientos de la industria. No se trata de una moda, sino que es fruto de una mayor sensibilidad de la población, que ha entendido que el modelo de consumo actual se hace insostenible en un planeta con recursos limitados. En este contexto, cobra especial relevancia el auge de las dietas flexitarianas que, sin renunciar a la proteína de origen animal, aboga por el protagonismo de otras fuentes alternativas como las frutas, las verduras o las legumbres. Al final, se trata de aplicar sentido común en la forma de alimentarse de los seres humanos, omnívoros por naturaleza.

La industria alimentaria, tras dos años en los que las tendencias de consumo han demostrado un creciente peso de los alimentos más beneficiosos para la salud, ha tomado nota. Ya antes de la pandemia, los productos elaborados con alternativas vegetales, los célebres pollo no pollo y carne no carne, lograron el hito de entrar en las cartas de cadenas de restauración como Burger King o McDonald’s. Estos dos gigantes globales respondían a las demandas de un público que quería seguir consumiendo sus productos, pero desde la variedad o de una forma que permitiera incluir a quienes no quieren comer carne. Esta demanda provocó en 2021 un aumento del 60% en la inversión mundial en el desarrollo de esta categoría de productos.

El éxito entre el público de la innovación aplicada por las empresas de carnes vegetales ha servido de ejemplo al resto de la industria alimentaria. Grandes corporaciones de nuestro país y del resto del mundo han tomado buena nota y ahora compiten en el desarrollo de marcas especializadas en alimentos elaborados con proteína vegetal. Y no se trata solo de compañías especializadas en verduras, sino de cárnicas tan relevantes como Grupo Sigma (Campofrío), Noel o Vall Companys. Todas siguen el camino marcado abierto desde hace años por las pioneras de las alternativas a la proteína animal de nuestro país, las empresas productoras de bebidas vegetales como Danone, Pascual o Capsa Food (Central Lechera Asturiana), que han dado forma a un sector que ya factura más de 431 millones de euros en nuestro país. La pujanza y las perspectivas de crecimiento del negocio de las alternativas vegetales en España han provocado la creación de Vegetales, una nueva asociación de productores de alimentos y bebidas impulsada por marcas como Alpro, Frías, Iparlat, Liquats Vegetals y Vivesoy, con la intención de estructurar el desarrollo de este nuevo paradigma en la alimentación humana, tal y como explica su presidenta, Natalia Berenguer, en nuestra entrevista.