El elevado coste de la energía paraliza al sector frigorífico

El sector refiere numeros cierres de túneles y cámaras de refrigeración por los “insoportables” costes de la energía, que superan el 200%, y anuncia medidas paliativas.

El sector de la conservación y almacenamiento de alimentos y otros productos en frío, como por ejemplo flores, denuncia numerosos cierres de túneles y cámaras de refrigeración “por los insoportables costes de la energía, que superan el 200%”. Así, muchas empresas han adoptado medidas de contingencia, como reducir potencias y modificar turnos de trabajo.

“Ya hay túneles de congelación que no funcionan ni dan el servicio porque ningún cliente puede o quiere pagar lo que cuesta ponerlos en marcha. Ya hay cámaras frigoríficas cerradas porque no compensa mantenerlas en funcionamiento, y también empresas clientes a las que no se les ha podido ofrecer el servicio frigorífico porque suponía entrar en pérdidas”. Lo afirma Marcos Badenes, secretario general de Aldefe (asociación de Explotaciones Frigoríficas, Logísticas y Distribución de España). Según él, “la incidencia en el sector del almacenamiento frigorífico es y está siendo dramática, con incrementos exponenciales de la principal materia prima del sector [la electricidad], sin tregua ninguna, sin expectativa de mejora. Es algo que difícilmente pueden aguantar las cuentas de resultados de las explotaciones frigoríficas. Hemos pasado de que, en el mejor de los casos el coste de la energía supusiera en torno al 25% de los costes de las instalaciones frigoríficas, al 50% o más. Es insostenible”.

Ante esta situación, las empresas de Aldefe han desarrollado planes de contingencia para aguantar este embate de la energía. Así, se han reducido potencias y ajustado los programas de gestión de los compresores, y se han modificado los turnos de trabajo para poder dar a los clientes el mejor servicio sin incrementar la necesidad de frío en las cámaras. Igualmente, se han incorporado sistemas de producción energética (paneles solares, producción eólica etc.) para intentar ajustar el consumo en las horas críticas de servicio; o se han mejorado los aislamientos e incorporado sistemas automáticos en las puertas de servicio dentro de los muelles de descarga de las cámaras.

El secretario general de Aldefe continúa explicando que se han encontrado con problemas en la gestión de sus contratos de suministro eléctrico, con renegociaciones sobre la marcha de sus tarifas o con sorpresas dramáticas cuando vencían sus contratos y veían que las nuevas tarifas multiplicaban el coste un 100% o un 200%. “Desde luego el papel de las comercializadoras de energía es algo que hay que analizar, al igual que las distribuidoras. No podemos decir que hayan sido, en líneas generales, receptivas a las situaciones del sector”. Para revertir esta situación, desde Aldefe, refieren que ya se han movido “para tratar de sensibilizar a nuestra Administración sobre la situación del sector. Algo se consiguió con la reducción del Impuesto Eléctrico. Ahora aspiramos a que esa reducción no sea temporal, sino que contemple a nuestro sector como objeto de esa disminución de forma permanente”, comenta Badenes.

Badenes subraya que “un sector que consume energía como principal insumo tiene que ser considerado electrointensivo y estamos excluidos expresamente de la condición del estatuto de consumidor electrointensivo por el CNAE (Clasificación Nacional de Actividades Económicas). Para competir con otros sectores dentro de una economía globalizada esto es una herramienta fundamental y la Administración ha sido poco o nada receptiva”.