Las alternativas vegetales facturan ya 431 millones de euros en España

La pandemia por coronavirus ha supuesto un espaldarazo para el movimiento ‘veggie’ en España y cinco millones de españoles ya apuestan por una dieta compuesta principalmente por alimentos de origen vegetal o sustitutos a la proteína animal, un 34% más que en 2019, cuando eran 3,8 millones

Las alternativas vegetales ya facturan en España 431,1 millones de euros (con datos de agosto de este año), de los cuales 298,6 se corresponden con bebidas vegetales; 72,2 con sustitutos cárnicos; y 60,7 con yogures y postres plant-based elaborados a partir de proteína vegetal. Lo revela el informe The Green Revolution 2021 sobre el consumo veggie en España, elaborado por la consultora Lantern, especializada en alimentación y bebidas. De hecho, la pandemia ha supuesto un espaldarazo para el movimiento veggie, y ya son 5,1 millones de españoles en edad adulta los que apuestan por una dieta compuesta principalmente por alimentos de origen vegetal o alternativas vegetales, un 34% más que en 2019, cuando eran 3,8 millones.

Según el citado informe, el porcentaje de consumidores cuya dieta se compone mayormente de vegetales es del 13% en 2021, frente al 9,9% de 2019 (anterior estudio) y el 8% de 2017, un hecho que en Lantern califican de “movimiento imparable”. El estudio matiza que el calificativo veggie engloba tanto a veganos (no toman carne, huevos, leche ni miel), como a vegetarianos (si consumen los tres últimos alimentos), y flexitarianos (comen carne de forma esporádica). De ellos, este último grupo es el más numeroso, con 4,2 millones de personas; seguido del de vegetarianos: 550.000, y veganos, con 350.000 personas.

La consultora llama también la atención sobre el hecho de que el “movimiento veggie se ha hecho más transversal”, ya que, aunque las mujeres siguen siendo mayoría a la hora de adoptar dietas basadas en vegetales (una de cada ocho), el número de hombres ha crecido exponencialmente llegando al 47% del total, mientras que en 2019 eran solo uno de cada tres. En cuanto a tramos por edades, destaca el crecimiento entre las personas de 25 a 34 años, que suponen el 16,5% del total. Las principales razones alegadas para reducir al máximo el consumo de carne en la dieta son la salud (67%); bienestar animal (34%) y sostenibilidad ambiental (26%). Lantern puntualiza en su informe que el consumo de carnes y embutidos ha descendido incluso entre quienes comen de todo, y por supuesto, productos cárnicos. Así, uno de cada tres españoles ha eliminado el consumo de carne roja y cuatro de cada diez el de embutidos. En cuanto a las categorías vegetales, el ranking lo encabezan las bebidas vegetales, cuya penetración es del 53%. Le siguen las alternativas al yogur, al queso y a la carne.

Falta imaginación

La encuesta de Lantern desvela que, según los consumidores, aún son escasas las alternativas vegetales a las carnes o a los productos lácteos, pese a que la industria alimentaria está haciendo notables inversiones para paliar estas carencias con novedades como alternativas al atún, al queso rallado, al huevo y a los helados. Asimismo, los sustitutos cárnicos han entrado en una nueva dimensión. Como relata Jaime Martín, fundador y consejero delegado de Lantern, “en cuanto a la forma, se buscan cortes enteros o replicar chuletones de ternera en 3D; en el sabor se trabaja sobre la grasa del producto, y en la etiqueta se busca que sea más limpia, con menos ingredientes”.

Otra queja entre quienes optan mayormente por una alimentación vegetal, comenta Martín, “es que en horeca -hoteles, restaurantes y cafeterías- el 50% de los veggies ve difícil seguir su dieta”, un porcentaje que baja cuando se habla de la restauración tradicional. En cuanto a la distribución, el dirigente de Lantern dice que hay dos cadenas que sobresalen por sus iniciativas en favor de los productos sustitutivos de la carne o de origen vegetal: Carrefour y Lidl. Además, añade Martín, organismos como la Unión Europea ya plantean una producción agraria más verde con iniciativas como la estrategia Farm to Fork -de la granja a la mesa-.