Los consumidores desechan las marcas poco sostenibles

El 44% de los compradores, sobre todo los menores de 34 años, afirman que ha dejado de comprar marcas de fabricantes que considera que no son respetuosas con el medioambiente

La sostenibilidad se ha convertido en un factor decisivo a la hora de hacer la compra, tal y como indican los resultados del estudio de Aecoc Shopperview Como afecta la sostenibilidad a los hábitos de compra. Según este informe, el 44% de los consumidores encuestados, sobre todo aquellos que tienen menos de 34 años, afirman haber dejado de comprar productos de aquellas marcas que no consideran sostenibles. El informe revela también que a pesar de que el 80% de los consumidores creen que los temas relacionados con la sostenibilidad son relevantes, la mitad asegura que no está informado sobre esta cuestión, lo que lleva a que hasta el 59% alegue que les resulta difícil llevar un estilo de vida sostenible.

En cuanto a cuáles son sus fuentes de información a la hora de decidir si un producto o marca son sostenibles, seis de cada diez citan las etiquetas de los productos, mientras que un 30% se informa en los mismos centros de venta. En este sentido, el 45% reclama que los establecimientos ofrezcan una mayor información para identificar aquellos artículos medioambientalmente responsables. No obstante, pese a la creciente importancia del factor medioambiental como elemento decisivo a la hora

de hacer la compra, el estudio señala que los parámetros básicos todavía son primordiales para los consumidores españoles. De este modo, el 58% de los encuestados asegura que, al final, lo más importante es el producto, así como los beneficios que aporta y su precio.

Por otra parte, el 46% de las personas consultadas aseguran haber ajustado su cesta de la compra para reducir los desechos, en tanto que un 50% dice haberlo hecho por el ahorro económico. El estudio de Aecoc confirma que la reducción de plásticos se consolida como una prioridad para los consumidores. Así, ocho de cada diez encuestados revelan que han reducido la compra de productos con embalajes de plástico, mientras que nueve de cada diez reclaman a los fabricantes que minimicen la presencia de este material en sus productos. Cuando se les pregunta a los consumidores en qué se basan para seguir un modo de vida sostenible, estos mencionan cuatro elementos: el tránsito hacia una dieta con menos impacto ambiental, la proximidad, la generación de desperdicio alimentario y la presencia de plásticos.

El gran consumo como motor de cambio

En el marco del segundo congreso de desarrollo sostenible celebrado este mes en Madrid, los máximos responsables de Fiab (Federación Española de Industrias de la Alimentos y Bebidas), como de Aecoc (Asociación Española de Fabricantes y Distribuidores) destacaron el papel del gran consumo como motor de cambio hacia un modelo económico más sostenible y recordaron el camino ya recorrido por el sector en materia de reducción de emisiones en los procesos logísticos o en lo relativo a la mejor utilización de los recursos.

El director general de Aecoc, José María Bonmatí, puso de relieve el trabajo conjunto de los agentes económicos y sociales encaminado al cumplimiento de la agenda 2030 y valoró los objetivos de desarrollo sostenible “como un gran desafío para el tejido empresarial, la sociedad y los gobiernos y, a la vez, una asignatura inaplazable”. En esta línea, recordó iniciativas como la de Aecoc contra el desperdicio alimentario, que han logrado reducir en un 50% el desperdicio que se deriva de la actividad en sus más de 500 empresa asociadas; el programa Lean&Green, que reúne a 50 empresas comprometidas con la descarbonización de sus procesos logísticos; o la puesta en marcha de un nuevo comité de Sostenibilidad que aglutina a las principales empresas de gran consumo para crear estrategias y proyectos conjuntos. Por su parte, el director general de Fiab, Mauricio García de Quevedo, reafirmó el compromiso del sector agroalimentario con el cumplimiento de la agenda 2030 y aseguró que “las empresas trabajan con los ODS por bandera, conscientes de que el consumidor actual exige que los productos sean seguros, de calidad y medioambientalmente sostenibles”. Para García de Quevedo, la sostenibilidad “forma parte de la revolución industrial de este siglo y se centrará en el cambio de modelo hacia una economía circular”.