Primaflor recupera ventas y eleva su facturación a 187 millones

La compañía agroalimentaria con sede en Pulpí cierra 2022 con una facturación de 187 millones de euros en un año en el que se incrementaron sus costes en 11 millones por el precio de la energía, los insumos y la mano de obra. La empresa abandera en el sector la carrera por los envases sostenibles.

La historia de Primaflor ejemplifica uno de los grandes casos de éxito de la agroalimentación de nuestro país. Nació a principios de la década de los 70 para el cultivo de flor cortada, de ahí su nombre. Unos años después comenzó a compatibilizar esta actividad con la producción de lechuga iceberg, cuyo éxito dio pie al cultivo de otras variedades de hoja: cogollos, escarolas, lollos, romanas, baby leaf, así como de verduras de origen oriental. Hoy, la compañía, que comercializa sus productos con la marca Mimaflor, es referencia en toda Europa en hortalizas frescas y dispone de un amplio catálogo de productos de IV y V Gama.

La compañía genera unos 2500 empleos directos en plena campaña de exportación, con mínimos de más de 2000 personas durante el resto del año. Las exportaciones suponen el 40% de sus ventas. Con más de 6500 hectáreas en producción, satisfacen la demanda durante las 52 semanas del año en los más de 20 países donde comercializan.

Para Primaflor, 2022 ha sido “un año de transición y recuperación de venta” tras la pandemia que ha permitido situar su facturación en los 187 millones de euros,. La otra cara de la moneda del ejercicio ha sido el aumento de costes.

“Tras la finalización del año 2022, empezó a manifestarse de manera importante un cambio de escenario coyuntural en insumos, costes energéticos y mano de obra con un nuevo incremento del SMI, que ha impactado directamente en las cuentas de resultados de las empresas. Primaflor ha tenido incrementos de costes cercanos a los 11 millones de euros frente al año anterior, lo que ha supuesto una necesidad rápida de repercutirlos a mercado y aumentar las eficiencias operacionales de la compañía para contrarrestarlos en la medida de las posibilidades. Sin duda, esta situación inflacionaria supondrá un antes y un después en la modificación de fórmulas comerciales y la metodología de acuerdos con los clientes”, señala su director Corporativo Cecilio Peregrin.

Adiós al plástico

La compañía se ha adelantado en la carrera para dar respuesta a uno de los principales retos al que se enfrenta el sector agroalimentario, la reducción del uso del plástico, cada vez más demandada por sus clientes. No en vano, la estrategia de sostenibilidad de Primaflor, explica Cecilio Peregrin, pivota en torno a “nuestra gente, nuestro planeta y nuestra sociedad. Apostamos por la mejora de la salud y el bienestar, la innovación para mantener posiciones de liderazgo mediante prácticas de negocio responsable y un claro enfoque al consumidor. ¿Cómo lo hacemos?, limitando nuestro impacto ambiental, comprometiéndonos en las comunidades donde desarrollamos nuestra actividad, manteniendo a nuestro personal sano y seguro, con altos estándares de gobierno, responsabilidad y ética”.

En esa línea, la apuesta por la sostenibilidad comienza en el campo. “Primaflor cultiva la innovación desde hace casi 50 años, va en nuestro ADN. La empresa está inmersa en numerosos proyectos de transformación digital en la agricultura, proyectos de fertiirrigación automática, autónomos e inteligentes con la ausencia de hombre, invernaderos robotizados y automatizados con uso eficiente de agua y tierra, drones en los campos de cultivo, proyectos de reducción de productos fitosanitarios y un largo etcétera”, señala Peregrín.

Una innovación también clave en el desarrollo de alternativas al plástico. En marzo del pasado año, la compañía, que comercializa sus productos con la marca Mimaflor, lanzó tres referencias de ensaladas -Gourmet, Mézclum y Campestre- en bolsas compostables, convirtiéndose en la primera empresa que utilizaba este tipo de envase sostenible en IV Gama. El desarrollo de envases respetuosos con el medio ambiente se extiende ya a todas las líneas de producto de primera gama que llevan soporte de bandeja, que son de rpet. “Y muy próximamente todos los bols de platos preparados pasaran a ser de monopet”, asegura Cecilio Peregrín, que avanza el lanzamiento de nuevas referencias de V Gama en junio.