Agricultura y biodiversidad se hermanan en Hacienda Las Cárdenas

La finca de la familia Valdenebro participa en el programa “ForwardFarming” de Bayer CropScience, que prueba a pie de campo la coexistencia entre agricultura y sostenibilidad como camino obligado para una actividad agraria en la que el respeto a la Naturaleza sea también un aliado de la rentabilidad.

La apuesta por la biodiversidad no es solo implantar una serie de prácticas medioambientales, sino que hay que ir implementando a la vez medidas culturales porque, si tu implantas bandas florales y luego te lo cargas con los químicos poco estamos consiguiendo”, afirma Patricio Valnenebro, propietario junto a su primo Borja y su tío Diego, de Hacienda las Cárdenas, la primera finca española que forma parte de la red Bayer FowardFarming, una iniciativa pionera a nivel global que pretende demostrar que la agricultura y la conservación de la Naturaleza no son sólo compatibles, sino que pueden ser un tándem ganador del que ambos salen beneficiados.

Enclavada en el municipio sevillano de Carmona, en sus cerca de 1.000 hectáreas de cultivos hortícolas, naranjos, olivos, cereales y algodón en parte de ella convive la agricultura intensiva con una floreciente biodiversidad, que lejos de ser enemiga se convierte en uno de sus mejores aliados: las aves migratorias encuentran refugio en sus balsas de riego o especies como herrerillos, carboneros, petirrojos, murciélagos y mochuelos se alimentan de insectos y roedores que amenazan los cultivos.

La finca es hoy el resultado de la apuesta que en 1950 hizo su abuelo por la agricultura. Pese a que no conocía el negocio, su visión fue preclara: especialización de cultivos, dimensionamiento e inversión en la mejora de una explotación que comenzó con 150 hectáreas y hoy supera el millar. Una receta ganadora que ha permitido a la empresa familiar superar varias crisis porque “la vida del campo es el agua y es la que nos permite aguantar golpes como el que ahora estamos viviendo” explica Patricio.

Es precisamente la rentabilidad la variable que marca el ritmo del avance de una nueva agricultura cada vez más demandada por los consumidos e impulsada por las normas regulatorias. “En la sostenibilidad creemos desde siempre, pero el problema es que hay que hacerla rentable. Poco a poco vamos dando pasos, implantando nuevas tecnologías, pero siempre con esa premisa. Yo como joven quiero tecnología porque ahorramos mucho, pero tiene que introducirse poco a poco y siempre que en el campo haya rentabilidad”.

Pioneros, como lo fue su abuelo, marcan ahora el camino hacia esa agricultura del futuro que tendrá que dar de comer en pocas décadas a 10.000 millones de personas bajo la premisa de la eficiencia y la conservación de los recursos naturales. Un cambio profundo del que ellos son avanzadilla y en el que también está en juego el relevo generacional.

“La conciencia medioambiental está aumentando, pero la sociedad está exigiendo que tengamos resultados ya y alguno se está quemando porque llega un momento de absurdo en el que todo es muy bonito, pero volvemos a lo mismo, que no es rentable ¿Por qué los jóvenes no se dedican a la agricultura? Porque está claro que le irá mejor en otros sectores. Y es una pena porque hay una juventud muy preparada, ingenieros agrícolas que se dedican a trabajar en un banco o se van de funcionarios. Hay que hacer las cosas con orden, dando los pasos poco a poco y que se vayan dando los resultados. Incluso, transmitiendo el conocimiento, diciendo esto me está sirviendo o he hecho esto otro y no me ha servido, pero la mejoramos de esta manera y tenemos resultados”.

Bayer ForwardFarming ha contado con la colaboración de la consultora medioambiental Biodiversity Node, que ha hecho un estudio de toda la biodiversidad de la finca, evaluando las áreas naturales, catalogando las especies de flora y fauna existentes y definiendo las prácticas sostenibles.

Existen ya en la finca un total de nueve estaciones en las que se han implementado distintas medidas para aumentar la biodiversidad. Todo empieza con la que denominan la “protección inteligente de cultivos. A través de un sistema de estaciones meteorológicas, la herramienta Molive, desarrollada en colaboración con la Universidad de Córdoba, puede predecir con siete días de antelación la aparición de enfermedades, como el peligroso repilo del olivo, y reducir hasta un 30% el número de aplicaciones de fitosanitarios.

La digitalización juega también un papel importante. Gracias a la herramienta Cropping View se puede monitorizar el cultivo del naranjo y controlar la evolución de una plaga, lo que permite optimizar los recursos y llevar a cabo las medidas de control de una manera eficiente y sostenible.

Otro de los frentes para reducir el uso de fitosanitarios a la hora de combatir los principales enemigos del naranjo es la lucha biológica. Gracias a nuevas soluciones respetuosas con el medio ambiente como Vynyty Citrus se reducen las poblaciones de dos de las especies de plagas más presentes en este cultivo, como el cotonet de los cítricos y el piojo rojo de California, e incluso actúa como escudo protector ante otras enfermedades que no han llegado, pero se acercan peligrosamente, como el Cotonet de Sudáfrica.

Reducir plagas

Vynyty, al igual que el Decis TRap, son sistemas de control de enfermedades que impiden el apareamiento de sus insectos transmisores o su atracción y muerte. En el primer caso se atrae a los machos a unas trampas emulando las feromonas sexuales con lo que se evita el apareamiento y la proliferación de la especie. En el segundo caso se utiliza alimento que actúa atrayendo a las moscas al interior de la trampa donde muere al contacto con un insecticida natural. Estos sistemas permiten reducir paulatinamente las poblaciones de plaga de una forma sostenible que no genera resistencias ni residuos en la cosecha y en el medio ambiente.

El proyecto Forward Farming aprovecha la rica variedad de ambientes de la finca, con árboles muy grandes, diversas especies de arbustos y naranjos, para realizar acciones destinadas a facilitar la presencia de fauna.

A lo largo de la finca se encuentran puntos de diversidad con cajas nido que no molestan a las tareas agrícolas para favorecer la presencia de aves insectívoras como herrerillos, carboneros o petirrojos, murciélagos y mochuelos. De esta manera, las aves insectívoras durante el día y los murciélagos durante la noche se alimentan de mosquitos, polillas, moscas u otras plagas agrícolas y forestales. Las aves diurnas y nocturnas son el remedio a los roedores más eficaz y barato que existe. Su presencia ayudará a mantener las plagas por debajo de los umbrales dañinos disminuyendo el uso de insecticidas y fitosanitarios.

Islas de vegetación

Se han creado también islas de vegetación en balsas de riego con un doble beneficio. Las raíces ayudas a limpiar las aguas que luego van a los cultivos y a la vez facilitan la salida de animales que caen en ellas. En el caso de que las balsas sean de plásticos se instalan rampas de escape. También se han instalado cúmulos de piedra que sirven de refugio para reptiles.

La apuesta por la sostenibilidad en Hacienda Las Cárdenas pasa también por contribuir a reducir el calentamiento global. Para ello se realizan prácticas agrícolas que reducen la emisión de emisiones GEI o que fijan carbono al suelo. Se trata de la Agricultura de Conservación, que incluye prácticas como el mínimo laboreo gracias a la siembra directa, el uso de cubiertas vegetales que enriquecen el suelo y la rotación de cultivos.

Además de las ventajas agronómicas y reducción de costes que supone, la Agricultura de Conservación aporta a futuro la posibilidad de que el productor encuentre en ellas nuevas fuentes de ingresos gracias a los denominados créditos de carbono.

La agricultura digital se convierte también en otra de las armas que la familia Valdenebro utiliza para mejorar la rentabilidad e impulsar la sostenibilidad. Para ello, la finca utiliza la herramienta Field View, desarrollada por Bayer que permite gracias a la captación de imágenes satelitales o de drones trabajar con cuatro mapas distintos: vegetación, sanidad, agua y la imagen real.

Ofrece información de la masa de vegetación o el ritmo de germinación para determinar las zonas más productivas y fijar los niveles de abonado, medir la humedad para ver las necesidades de riego, conocer donde hay mayor volumen de malas hierbas y aplicar de forma selectiva los tratamientos fitosanitarios.