Más de mil millones en promesas para la cita con las urnas

La lista de anuncios antes de las elecciones van de macrohospitales a líneas de tranvía o las ampliaciones de la Ciudad de la Justicia y la Ciudad de las Artes en Valencia.

En una época en que los periodos electorales cada vez se hacen más largos también aumenta la larga lista de promesas en inversiones con las que se intenta atraer a los votantes a su lado. Durante las últimas semanas una sucesión de cargos públicos de la Generalitat, empezando por el propio presidente, el socialista Ximo Puig, se han encargado de anunciar inversiones millonarias pese a no estar recogidas en los presupuestos y a que dependerán de a quien den su confianza los valencianos en las urnas.

La gran estrella de las inversiones prometidas desde el Gobierno valenciano es sin duda la Sanidad. No en vano se ha convertido se ha convertido en la mayor preocupación personal para los ciudadanos de la Comunidad Valenciana, por delante del desempleo, según los datos del último barómetro encargado por la Generalitat. En esa carrera, tanto el PSPV como el PP han anunciado deducciones fiscales para aplicar a gastos sanitarios como los vinculados al cuidado de la boca o la vista. Y en las semanas previas a la campaña electoral, el propio presidente ha sido el encargado de poner de largo tres grandes proyectos sanitarios que suman más de 530 millones de euros de inversión prevista y que, además, se reparten en las tres provincias.

El mayor de ellos es la creación de nuevo macrocomplejo que sustituya al actual Hospital General de Castellón. Un nuevo espacio sanitario que se prevé construirá junto al actual hospital, en una parcela de 65.000 metros cuadrados y con una superficie total de 145.000 metros cuadrados, lo que supone una superficie 2,5 veces mayor que las actuales instalaciones. Un macrocomplejo para el que se prevén que serán necesarios más de 240 millones de euros. Al reto de las obras que supondrán crear un complejo de tales características, con 700 habitaciones individuales frente a los 270 cuartos dobles actuales, se sumará la complejidad de compatibilizar el mantenimiento de la actividad sanitaria con los trabajos. De hecho, por sus dimensiones y presupuesto, su plazo se prolongará más allá de una legislatura. La Conselleria de Sanidad ha llegado a estimar en una década el tiempo necesario, aunque el propio Puig no dudó asegurar que su intención es rebajar el plazo a 5 años.

Otro macrohospital es una de las grandes promesas de los socialistas para el que muchos denominan el cinturón rojo de Valencia, los grandes municipios del área metropolitana con alcaldes tradicionalmente socialistas. Precisamente en uno de esos feudos, Paterna, tiene previsto construir el nuevo hospital que sustituirá al Arnau de Vilanova, un centro hasta ahora ubicado en la ciudad de Valencia pero encargado de atender a más de 330.000 personas de más de 50 municipios. El nuevo macrocentro anunciado triplicará la superficie del actual con más de 420 camas y costará otros 208,5 millones de euros. En este caso las obras empezarían como pronto el próximo año, y, según las previsiones, tampoco estarían acabadas antes de la siguiente legislatura. La tercera pata en las promesas de nuevas infraestructuras sanitarias también se ubica en otro feudo socialista, la población alicantina de Alcoy, donde el candidato socialista ha anunciado 81 millones de euros para ampliar el Hospital Virgen de los Lirios.

Precisamente en la provincia de Alicante una de las grandes reivindicaciones históricas en infraestructuras es una línea férrea que una las poblaciones de la costa con Alicante por el sur y Valencia por el norte, ya que la línea ferroviaria une ambas capitales por el interior. Desde Valencia las vías de Cercanías llegan a Gandía, mientras que entre Alicante y Denia la empresa autonómica FGV gestiona la línea del antiguo trazado de vía estrecha. El elevado coste de un nuevo trazado ha llevado al Gobierno autonómico a intentar compensar esa demanda con un tranvía entre Denia y Gandía, para el que estima una inversión de 250 millones de euros, aunque lo único que se ha realizado hasta ahora es la licitación de un estudio que aún no se ha realizado. De hecho, el horizonte es que las obras no empezarían hasta 2027, aunque eso no ha sido óbice para venderlo ante los votantes de esas comarcas, y más al coincidir también con los comicios municipales.

De hecho, la ampliación de las líneas de la red de metros y tranvía de Valencia y Alicante también se encuentra en los programas no sólo de los socialistas. Compromís y el PP también las repiten varias veces en sus promesas electorales tanto autonómicas como locales.

Puig también ha recurrido al agua en Alicante como gancho, con más de 200 millones de euros para ampliar y mejorar la red de depuradoras y, de esa forma, también aumentar el uso de agua recuperada y reutilizada en una zona donde ese líquido vital es un motivo continuo de batalla política. En el caso de la Administración de Justicia también ha anunciado su intención de duplicar la actual Ciudad de la Justicia en Valencia que se inauguró hace ahora dos décadas y que ya se considera que ha llegado a su tope. Otros 80 millones de euros previstos, pero que no se licitarán tampoco hasta el próximo año.

Entre los anuncios sorpresa, Puig incluyó la ampliación de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, uno de los proyectos emblemáticos del PP criticados duramente por los partidos de izquierda y que sigue generando deuda y pérdidas año tras año para las arcas públicas. Su intención es ampliar el recinto con un proyecto por definir para el que convocará un concurso internacional en el suelo que se iba a destinar a costear parte de la inversión.

Fiebre por ‘renaturalizar’

En el caso de la mayor ciudad de la Comunitat, el gran anuncio inversor preelectoral está ligado al final de la actuación que más ha marcado a la ciudad en medio siglo: el desvío del Turia tras la riada y la transformación del antiguo cauce en un gran parque con grandes equipamientos deportivos y culturales, incluida la propia Ciudad de las Artes. Hace apenas unas semanas el Ayuntamiento anunció el proyecto que dará forma al tramo final del antiguo cauce hasta la fachada marítima, que pretende recuperar un aspecto que evoque precisamente al río con gran vegetación. Con 35 millones de euros previstos, tampoco arrancará antes de 2024.

A ello se suma el proyecto de renaturalizar el cauce artificial al que se desvió el Turia, en este caso de la Administración autonómica que afecta a varios municipios en torno a Valencia y está cifrado en 15 millones de euros.