Manuel Aragonés, director general de Aiju: “Aiju es el centro con mayor variedad en tecnologías de fabricación aditiva”

El Instituto Tecnológico de Producto Infantil y Ocio Aiju ubicado en Ibi (Alicante), en plena cuna del juguete español, ha sido capaz de acompañar la transformación de esa industria primero a los sectores del plástico y el molde hasta la puericultura, los vieojuegos o la gamificación, además de la energía y la economía circular.

Aiju nació vinculado a un sector y una comarca muy concreta, el Valle del Juguete, ¿cómo ha evolucionado con la diversificación industrial de esa zona?

El juguete es de los primeros sectores que afrontó la deslocalización en la década de los 90. Anteriormente las grandes empresas jugueteras se habían disgregado para constituir empresas auxiliares fundamentalmente en moldes y plástico, pues era una forma eficaz de afrontar la enorme estacionalidad del sector. Estas empresas auxiliares han sido muy activas y se diversificaron en sectores de productos de plástico en el hogar, para electrodomésticos y dispositivos electrónicos, en automoción, etc. Como instituto tecnológico les hemos acompañado siempre en ese proceso abordando sus retos. Desde nuevos materiales plásticos, a la reducción del tiempo de la puesta en el mercado mediante la fabricación aditiva o impresión 3D, en automatización de procesos mediante la aplicación de la robótica, en tecnologías avanzadas en almacenamiento y generación energética o en TIC.

¿Con cuántas empresas trabajan actualmente y de qué sectores?

Aiju da servicios en proyectos y servicios cada año a más de 1.550 empresas de los sectores juguete, puericultura, alimentación infantil, promociones, parque y ocio, distribución de productos infantiles, editoriales infantiles, transformación de plástico y de metal, recubrimientos, materias primas plásticas, moldes y matrices, mueble y otros sectores.

¿Cuáles son los campos en los que centra su innovación y cúal es el papel del Ivace?

Una línea principal de estos últimos años son los proyectos en torno a la economía circular y la sostenibilidad, que es la herramienta que da sentido a que las empresas optimicen el uso de sus recursos y minimicen la generación de residuos. Esta I+D+I se centra en materiales reciclados en plásticos, bioplásticos y plásticos compostables. También en todas las tecnologías que reducen el time to market o mejora de la productividad, como es la fabricación aditiva o impresión 3D, la automatización de procesos, tecnologías sobre almacenamiento energético y generación de hidrógeno verde, las TIC focalizadas especialmente en realidad virtual, realidad aumentada, realidad mixta, videojuegos, e-health, gamificación, inteligencia artificial, en seguridad y normalización de productos de uso infantil y sus tendencias. La Generalitat, con la Conselleria de Economía y el Ivace, ha sido clave en la financiación de gran parte de estas líneas.

¿En qué áreas colaboran con otros institutos de la red Redit?

Estamos colaborando con los de textil, calzado y metal-madera en proyectos sobre economía circular y sostenibilidad. Con ITE (energía) e ITC (cerámica) en proyectos sobre almacenamiento y generación de energía. También participamos con los otros centros en la alianza de tecnologías habilitadoras Inndromeda y el InnDIH (Digital Innovation Hub de la Comunidad Valenciana).

¿Qué inversiones han acometido en los últimos años?

Una gran parte ha sido en torno a la fabricación aditiva, tanto en plástico como en metal. Podríamos afirmar que Aiju es el centro con mayor variedad en tecnologías de fabricación aditiva con una trayectoria histórica y pionera. También hemos invertido mucho en modernización y automatización de equipamiento de laboratorio de ensayos, aumentando considerablemente el número de nuestras acreditaciones. Hemos abordado la instalación de una planta de tratamiento de residuos multimaterial con Inescop y Aitex. También hemos abordado la renovación del Toy Lab. Y existe un proyecto de ampliación que esperamos iniciar en breve para dar servicios y capacidad de innovación a todos los sectores con los que trabajamos.

El juguete fue uno de los primeros productos con baterías, ¿les permite esa experiencia saltar a sectores como la movilidad?

Aiju abordó proyectos de almacenamiento energético sobre el hidrógeno con socios europeos líderes hace ya más de 15 años para aplicarlos en vehículos y juguetes infantiles. Desde entonces hemos seguido desarrollando tecnologías de electrolizadores de hidrógeno verde, que han sido muy valorados por empresas e ingenierías que trascienden el ámbito de los sectores con los que solemos trabajar. Es la prueba del trabajo de innovación que hace el Instituto.