Fondos Next Generation e inversores privados

Mucho se ha escrito y mucho hemos oído hablar de los Fondos Next Generation en los últimos dos años. A la cifra inicialmente asignada a España de 140.000 millones de euros se añadieron dos partidas extraordinarias que han permitido que la cifra final a gestionar (y digerir) por nuestro país ascienda a 160.000 millones de euros.

En abril de 2021, España presentó su Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia con el que poder optar a los primeros 70.000 millones de euros, los que llegan en forma de transferencias (subvenciones a fondo perdido) y que llevan ya meses gestionándose desde las diversas instituciones públicas nacionales y autonómicas receptoras de las partidas. El segundo bloque, diseñado en lo que se ha llamado la Adenda al Plan de Recuperación, se ha presentado recientemente a la UE para su aprobación. Está dotado con unos 84.000 millones de euros que llegarán en forma de préstamos más algunas partidas de menor cuantía de transferencias adicionales con las que se completan los 160.000 millones de euros.

Y si pasamos del presupuesto al contenido, no debemos perder de vista que, las dos grandes líneas estratégicas marcadas por Europa (sostenibilidad y digitalización), se cruzan con los cuatro ejes que se desarrollan en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (transición verde, transformación digital, cohesión social y territorial e igualdad de género).

Este es el paraguas que contextualiza el desarrollo del que es el mayor plan de estímulo de la historia de la Unión Europea. Y bajo este paraguas, la pregunta ahora sería: ¿Qué tipo de apoyo al emprendimiento y a la inversión en startups se contempla dentro de los Fondos Next Generation? ¿Y cómo se canaliza? Veamos algunos ejemplos.

Por un lado, toda la estrategia España Nación Emprendedora, diseñada por el Alto Comisionado, con las 50 medidas que en ella se contemplan, se incluye en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Por nombrar una de las medidas que se está financiando con Fondos Next Generation, podemos destacar el Programa Bandera, gestionado a través de la Fundación EOI, que es un programa de apoyo para respaldar la celebración de eventos a lo largo de la geografía española relacionados con el emprendimiento y la inversión en startups. Eventos como el BIGBAN Investors Congress, un congreso dirigido exclusivamente a inversores que va a por su novena edición y que podría alcanzar proyección internacional gracias al Programa Bandera.

No es el único programa gestionado por la Fundación EOI dirigido a startups. El programa Activa Startups, también financiado por Fondos Next Generation, lleva meses en marcha con sucesivas convocatorias y pretende promover la innovación abierta en pymes financiando la resolución de retos por parte de startups.

Por otro lado, se ha creado el fondo Next Tech, una iniciativa dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, para fomentar el desarrollo de proyectos innovadores y la inversión en empresas en crecimiento (scale-ups), en el que se encuentran la financiación pública gestionada a través del ICO y la financiación privada de fondos internacionales y el capital riesgo.

Además, encontramos numerosos programas de incubación y aceleración que se lanzan desde el sector público y también son financiados por los Fondos Next Generation, dirigidos a promover la creación de startups en diferentes sectores de actividad.

Y sin dotación presupuestaria, por tratarse de reformas legislativas, pero no por ello menos importante, cabe destacar la aprobación a finales de 2022 de dos leyes muy relevantes que tendrán gran impacto en el emprendimiento y la inversión en startups, la Ley Crea y Crece y la Ley de Startups, donde se han incorporado, entre otras cosas, mejoras fiscales para business angels que veníamos demandando desde BIGBAN hace tiempo y que celebramos ampliamente.

No obstante, echamos en falta algo más de apoyo hacia los inversores en etapas tempranas. Quizás conviene recordar que los emprendedores y los inversores son las dos caras de una misma moneda y que las etapas de growth y scale-up no llegan sin haber pasado previamente por las etapas tempranas, por lo que el inversor en fases iniciales es un actor importantísimo en el desarrollo de proyectos innovadores y escalables.

En este sentido y dirigiéndonos a las instituciones que están gestionando los Fondos Next Generation, nos gustaría que se tuviera en consideración las siguientes dos sugerencias.

Primera, dado que los inversores en etapas iniciales se agrupan alrededor de redes y clubes de inversión, y que el número de redes y clubes existentes en España va en aumento, establecer líneas de financiación a las redes para realizar acciones dirigidas a sus miembros, especialmente para la formación y profesionalización de los futuros inversores.

Y Segunda, puesto que los criterios ESG (Environmental, Social y Governance) se encuentran presentes de manera transversal en todo el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, por qué no trabajar con la administración incorporar como medida la creación de un Código de Buenas Prácticas, que sea referencia para startups e inversores como lo es el Código de Buen Gobierno para las sociedades cotizadas.

Ambas iniciativas están contempladas dentro de la estrategia de BIGBAN y estamos ya trabajando en ellas, por lo que tendemos la mano a las administraciones para compartir nuestra visión y trabajar juntos para que sean una realidad lo antes posible.