El déficit no da tregua y supera los 3.000 millones sin fondos extra por el Covid

El fin de los recursos que el Estado aportó por la emergencia sanitaria devuelve el desequilibrio a las cuentas de la Generalitat, que sigue lejos de poder recurrir a los mercados.

Los ingresos y gastos del Gobierno valenciano siguen sin cuadrar. Una situación que se repite año tras año, pero que la inyección de fondos por parte del Estado para paliar la emergencia sanitaria y económica del coronavirus había paliado de forma parcial en los últimos años. Sin embargo, el déficit de la Comunitat Valenciana se volvió a disparar en 2022 y superará los 3.000 millones de euros, según reconoció el propio conseller de Hacienda Arcadi España.

El resultado de la liquidación presupuestaria del pasado ejercicio se disparó hasta los 2.795 millones de euros, frente a los 718 millones positivos de 2021, según los datos que publicó el propio Diari Oficial. En una jornada del Ivie, el conseller de Hacienda consideró que tras esa liquidación el déficit final se situará “por encima de 3.000 millones si tenemos en cuenta el no financiero”. Un volumen que supone más que doblar el registrado en el ejercicio 2021, que se cifró en 1.292 millones de euros, el 1,15% del PIB de ese ejercicio según los datos oficiales.

Este aumento del desfase en el resultado presupuestario se debió sobre todo a la reducción de 1.231 millones en los ingresos no financieros, que disminuyeron un 7,6%, mientras que los gastos apenas se redujeron en 30 millones.

La Generalitat aumentó en 800 millones el presupuesto inicial, sobre todo en los capítulos de gasto corriente, transferencias corrientes y transferencias de capital, algo que desde el Gobierno autonómico se justificó por la necesidad de hacer frente con medidas alternativas a la crisis generada por la guerra en Ucrania y sus efectos económicos.

En el caso de los ingresos, España aludió a que al no haberse recibido este año un “extra FLA” como en los anteriores se habían reducido los ingresos frente la financiación extraordinaria aportada por el Gobierno central a las comunidades autónomas los años anteriores por la crisis del Covid. Una situación que se suma a la ya casi eterna infrafinanciación valenciana, “tras más de 10 años con un modelo caducado”.

Según el conseller, la Comunitat Valenciana está al “límite” con una “excepcionalidad cronificada” y una deuda que “no es consecuencia del gasto, sino de la infrafinanciación”, y que está mayoritariamente en manos del propio Estado ante la imposibilidad de acudir a los mercados para conseguir fondos.

Pese a que España mostró su deseo de “volver a los mercados” porque “son una forma de tocar la realidad”, lo cierto es que esa posibilidad sigue muy alejada teniendo en cuenta los ratios financieros y la calificación del Consell, que además ahora afronta el alza de los tipos de interés.