Javier Zabaleta, director de Itene: “Con el nuevo ‘Itene Scale Up’ podemos validar y escalar ideas a un nivel cercano al mercado”

El centro tecnológico Itene, que forma parte de la red de institutos tecnológicos de la Comunitat Valenciana de Redit, ha añadido la economía circular y las tecnologías de monitorización ambiental a otros ámbitos de actuación más tradicionales, como el diseño y la funcionalidad de envases y embalajes o el transporte.

¿Cuáles son las principales líneas de investigación e innovación del centro tecnológico Itene?

En Itene aportamos soluciones en cuatro grandes áreas: materiales sostenibles y tecnologías para la economía circular; diseño, seguridad y funcionalidad en envases y embalajes; seguridad y tecnologías de monitorización ambiental, y en transporte, movilidad y transformación digital.

¿Con cuántas empresas trabaja el instituto y de qué sectores y países?

En los últimos 5 años hemos trabajado con 1.900 empresas, 897 de ellas en 2022. Se trata de empresas de sectores esenciales. Colaboramos con fabricantes de envases y embalajes, de alimentación y bebidas, o de cosmética y droguería. También con el sector agrícola, farmacéutico, químico, gráfico, gestores de residuos y recicladores, además del retail, el transporte y la movilidad. Tras casi 30 años de trayectoria, tenemos clientes en todo el mundo.

¿Qué es lo que les piden las empresas que acuden al centro tecnológico?

Las empresas vienen a nuestro centro en busca de soluciones y para estar al día de tendencias y tecnologías. Esto se materializa en proyectos de I+D+i, que representa el 87% de nuestra actividad, que también se complementa con la innovación y consultoría y los servicios de ensayo. Además, ofrecemos formación técnica de alta calidad, generamos networking entre las empresas del sector y participamos en los foros más relevantes. Asimismo, tenemos instalaciones punteras compuestas de laboratorios y plantas piloto al servicio de las empresas.

¿Están llevando a cabo nuevas inversiones?

Solo en el periodo 2021-2023 hemos realizado inversiones en nuevos equipamientos y tecnologías por un total de 4,21 millones de euros. Recientemente hemos finalizado la construcción de un nuevo edificio, el Itene Scale Up, situado frente a nuestra sede principal y con 1.928 metros cuadrados dedicados a laboratorios y plantas piloto con los que podemos ir un poco más allá, pues podemos partir de ideas o desarrollos para validarlas y escalarlas a un nivel cercano al mercado. Un nuevo edificio que ha sido posible gracias al apoyo del Ivace.

Una de sus apuestas es la seguridad y las tecnologías de monitorización ambiental

Nuestro centro tecnológico comenzó a trabajar con nanomateriales hace varios años, por lo que empezamos a investigar sobre la seguridad de los productos y procesos donde se utilizan. De ese conocimiento nació un área tecnológica que abarca desde la evaluación de la exposición a agentes químicos y contaminantes en entornos industriales, hasta el desarrollo de tecnologías para la medición de contaminantes emergentes, destacando los sistemas biosensor capaces de detectar patógenos, contaminantes y compuestos químicos en aire en tiempo real y de forma temprana. También trabajamos en la seguridad desde la concepción (safe-by-design), que se centra en la consideración de los efectos toxicológicos y el potencial de exposición desde la idea del producto hasta su fin de vida, evitando posibles efectos perjudiciales derivados del perfil toxicológico del material o de la alta probabilidad de exposición durante su uso industrial y la etapa de consumo. Para ello desarrollamos modelos computacionales basados en la bioinformática que permiten la predicción del perfil toxicológico en el diseño o estimar la exposición durante usos concretos a lo largo del ciclo de vida, lo que permite el ahorro de costes de ensayo para las empresas.

¿Cuáles considera que son los principales retos a los que se enfrenta el sector del envase y el embalaje?

Los desafíos se encuentran principalmente en la adaptación al paquete europeo de economía circular y su trasposición al ordenamiento jurídico español, en concreto, todo lo que tiene que ver con la adaptación de las empresas a la Ley de Residuos y Suelos Contaminados y el Real Decreto de Envases y Residuos de Envases. Las empresas necesitan aclarar ciertos aspectos sobre el impuesto al plástico y cómo, quién y de qué forma se afronta. Igualmente, en lo que respecta al Real Decreto de Envases, nos encontramos con la ampliación del plazo para inscribirse en el Registro de Productores de Producto, cómo unirse a un SCRAP (Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor) o cómo obtener envases acordes a lo que se exige.