Intur salta este verano a Baleares con su primer hotel en Mallorca

Después de apostar por crecer en destinos urbanos, la cadena hotelera de Grupo Gimeno suma la gestión de un complejo de 118 habitaciones situado junto a la playa de Cala Millor.

Uno de los grandes grupos hoteleros de la Comunitat Valenciana, Hoteles Intur, ya prepara la temporada alta de este año con la incorporación de un establecimiento en uno de los principales destinos del turismo europeo, las islas Baleares. La cadena de Grupo Gimeno ha llegado a un acuerdo para hacerse cargo de la gestión del Hotel Rosella de Mallorca. Un establecimiento de cuatro estrellas situado cerca de la Playa de Cala Millor, al noreste de Mallorca, entre las poblaciones de Son Servera y San Lorenzo del Cardezar, con el que el grupo con sede central en Castellón amplía su oferta vinculada al sol y playa, además de ampliar su oferta geográfica.

Esta será la primera incursión de la cadena castellonense en las Baleares y, tal y como ha indicado Iker Llano, director general de Hoteles Intur, la compañía no descarta continuar aumentando su apuesta por el área vacacional. Un sector que conoce bien por su larga experiencia en Benicassim, donde posee tres establecimientos. “Estamos estudiando nuevas posibilidades del mercado hotelero con el objetivo de seguir reforzando la oferta de ocio que ofrecemos actualmente”, asegura el ejecutivo de Intur, que además con esta incorporación sigue ampliando su capacidad hotelera por encima del millar de plazas.

Este nuevo hotel de la cadena cuenta con 118 habitaciones y tiene previsto abrir sus puertas el próximo mes de mayo. Para cubrir sus vacantes de cara a la apertura del Hotel Rosella, que durante esta temporada operará bajo su nombre original, la compañía ha abierto una campaña de captación de talento para completar los puestos de trabajo de la plantilla de este complejo.

Hoteles Intur no ha dejado de expandirse durante los últimos años por todo el territorio nacional, aunque había centrado su crecimiento fundamentalmente en destinos urbanos, especialmente en grandes ciudades como Madrid, Valencia, Sevilla y San Sebastián a los que sumó su presencia histórica en la propia Castellón. Para ello la filial turística de Grupo Gimeno que tiene más de 60 años de experiencia ha apostado sobre todo por ubicaciones prime en todos sus destinos para diferenciarse, ya sea en grandes ciudades, zonas de playa o localidades de menos población como Alcázar de San Juan en Ciudad Real.

Entre sus últimas incorporaciones tras la pandemia destaca la apertura de su segundo hotel en San Sebastián, el Villa Katalina, un establecimiento butique, o el nuevo edificio de apartamentos turísticos con todos los servicios incluidos de Core Suites en Valencia, muy cerca de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias.

Precisamente con esa marca de apartamentos también está presente en Sevilla y es otra de sus palancas para seguir creciendo e incrementar los 12 establecimientos de alojamientos que actualmente gestiona la firma hotelera. “El alquiler de apartamentos es un modelo que llevamos mucho tiempo haciendo en la costa de Castellón con Orange y la experiencia en el modelo urbano en Sevilla nos ha ido muy bien con Core Suites. Seguiremos apostando por ello. Allí donde tenemos hoteles nos gustaría también tener apartamentos con esa marca”, explicó Iker Llano en una entrevista en elEconomista.es.

En esa estrategia de crecimiento, el grupo castellonense también logra con el nuevo acuerdo para la gestión del hotel mallorquín su objetivo de posicionarse como “un operador bien situado para apoyar a hoteles independientes o para la gestión de activos”, que según su director general es otra de sus bases del futuro desarrollo del negocio.

Intur forma parte de la división de turismo y ocio de Grupo Gimeno, que incluye también el parque acuático y de ocio Aquarama de Benicassim y los servicios de restauración colectiva de colegios y hospitales que ofrece a través de Intur Restauración Colectiva, una actividad que el grupo familiar abordó para poder desestacionalizar el empleo y que parte de su plantilla pudiese mantener la actividad durante la temporada baja turística en la costa castellonense.