Pepe Castelló y Exequiel Tiscornia, socios y cofundadores de StayingValencia: “Valencia nunca se va a masificar como Barcelona o Venecia por su propio tamaño”

La empresa Stayingvalencia es uno de los grupos turísticos de referencia en la capital valenciana con 6 hoteles y 5 edificios de apartamentos turísticos con más de 520 habitaciones, además de 5 restaurantes. Sus fundadores, Pepe Castelló, Exequiel Tiscornia y Massimo Solofria, empezaron con un hostel hace más de 20 años.

¿Cómo surgió la empresa y cómo han crecido en el sector hotelero?

Pepe Castelló: La empresa nació con la apertura de un hostel para gente joven, al que siguieron otras cuatro aperturas. Igual que fuimos pioneros en el primer hostel en Valencia, fuimos pioneros en la creación en 2006 del primer edificio completo de apartamentos turísticos que reunía todos los servicios hoteleros. Con la Copa América de vela nos expandimos en ese negocio con Valencia Flats y nos desprendimos del negocio de los hostel. Cuando empezamos no había vuelos de bajo coste, ni existía la comercialización online actual. Lo que siempre hemos hecho bien ha sido fijarnos hacia dónde va el mercado. Tras desarrollar el negocio de apartamentos turísticos, nos surgió la oportunidad en hoteles, con Lotelito en 2010. Una vez ya teníamos hoteles entramos en hostelería para poder aunar la experiencia del viajero en su totalidad, tener el control de la experiencia del cliente y todos los servicios.

¿Están enfocados especialmente en algún segmento de turistas?

P.C.: Nosotros nunca hemos tenido un plan preestablecido de crecimiento ni nos marcamos unos objetivos predeterminados, nos surgen oportunidades y analizamos cada proyecto y si lo vemos interesante y con potencial nos lanzamos. No estamos focalizados en nada concreto. Por eso tenemos hoteles boutique como Helen Berger y Lotelito con edificios singulares en el centro de Valencia, y tenemos otros como Kramer o Malcom & Barret más grandes y en zonas periféricas.

¿Cuál ha sido el modelo para ese fuerte crecimiento en tan poco tiempo: compran los inmuebles u optan por el alquiler o acuerdos de gestión?

Exequiel Tiscornia: Funcionamos con todos los modelos, algunos establecimientos son en propiedad y en otros en alquiler a propietarios de los inmuebles que buscan rentabilidad. Nos amoldamos a cualquiera de los dos, pero siempre con la gestión al 100% y el control pleno. En algunos casos hemos empezado desde cero, en otros son establecimientos que existían que adaptamos a lo que consideramos que mejor demanda puede tener. No somos una cadena al uso con unos estándares, nos amoldamos a cada proyecto y en la forma en que operamos.

Hasta ahora sólo tienen presencia en Valencia, ¿se plantean dar el salto a otras ciudades?

P. C.: La empresa nació en Valencia y ha crecido aquí, es donde han surgido las oportunidades. En su día hemos tenido alguna cosa en Barcelona. Esta es una plaza que conocemos muy bien. Estamos abiertos a oportunidades en otras ubicaciones, pero no las buscamos.

El año pasado también fue el del cambio de Valencia Flats a StayingValencia

E.T.: Ahora tenemos más hoteles que apartamentos y por eso Valencia Flats ya no tenía mucho sentido como marca. Por eso lanzamos StayingValencia, que nos permite englobar apartamentos y hoteles de distintos tipos y abarcar todo tipo de clientes para distintos establecimientos. Hemos sido la primera cadena que recibe el certificado S Sostenibilidad Turística del Instituto de Calidad Turística Española (ICTE), que avala la sostenibilidad según los Objetivos de Desarrollo Sostenibles a través de una auditoría externa, tanto en la empresa como en cada uno de los centros.

La pandemia paralizó la actividad del sector y en su caso se encontraban en pleno crecimiento. ¿Cómo lograron capear esas dificultades?

E.T.: Para lograr subsistir fue básico pedir compresión a los empleados, propietarios de los edificios, bancos y proveedores. El nivel de incertidumbre era general. Y tener que cerrar centros que estaban abiertos todo el año fue un trago muy complicado. La apertura fue paulatina, dura, larga y muy sacrificada hasta mayo del año pasado, en que la tendencia cambió y conseguimos salvar el año. Una de las claves es que nos amoldamos muy rápido a lo que había, somos muy dinámicos en la toma de decisiones rápidas y cambios de timón inmediatos.

¿El turismo en Valencia ya ha recuperado los niveles de 2019?

E.T.: Absolutamente. Podemos hablar de una plena normalidad, se ha recuperado la actividad previa a la pandemia. Incluso algo mejor, porque el cliente estaba mucho más receptivo por lo que ha supuesto la pandemia. Después de dos años con unas cifras innombrables hemos cerrado el año con ingresos de 23 millones de euros, por encima de las de 2019. La mitad corresponde a la parte de alojamiento y la otra a restauración.

¿Cómo ven Valencia como destino turístico tras estas dos décadas?

E.T.: Es un destino que ha ido creciendo lentamente, gracias y por desgracia de la Administración. Esto nunca se va a poner como Barcelona ni como Venecia, por el propio tamaño de la ciudad nunca va a haber una masificación. Eso es un punto que tenemos ya ganado dentro del turismo sostenible como marca. Toda acción en una ciudad en que el ciudadano quede al margen y se priorice al turista acaba matando a la ciudad. Eso aquí no puede pasar y creemos que va a ser un destino que va a continuar creciendo poco a poco y muy sostenido en el tiempo, que es lo que ha ocurrido en los últimos diez años. Parece que se han abierto muchos hoteles, pero todos se van llenando. De hecho, están viniendo operadores de otras ciudades masificadas a hacer cosas aquí.

¿No existe el riesgo de una burbuja turística en la ciudad?

P.C.: Para nada. Si tomas el número de pasajeros y los vuelos en fechas de máxima afluencia como Semana Santa, meses de verano o grandes festivos, no se puede comparar con la situación en otros aeropuertos en los que no se puede ni caminar. Valencia es el decimoprimer aeropuerto de España por pasajeros y la tercera ciudad más grande del país. Con los datos en la mano de ocupación se ve que no hay desajustes, son muy lineales en los últimos 15 años.

¿Están trabajando en nuevos establecimientos en Valencia?

P.C.: No tenemos previstas nuevas aperturas a corto plazo. Pero sí tenemos en estudio nuevos proyectos hoteleros a futuro. Hemos tenido todo tipo de sorpresas porque en el caso de acuerdos a largo plazo puede pasar de todo, hasta que no está acabado no se puede dar por cerrado.

¿La normativa municipal actual afecta a su actividad?

P.C.: En nuestro caso eso ha existido siempre, no es nuevo. Desde que empezamos en 2001 con el hostel y luego con los apartamentos, hemos estado siempre en segmentos que al ser nuevos no tenían una normativa clara. La Administración siempre va por detrás del mercado. En el caso de las licencias ocurre lo mismo, probablemente en los últimos años haya habido más retrasos. Es algo con lo que ya contamos y tiene implicaciones. En otras circunstancias habríamos comprado edificios para rehabilitar, pero con la situación actual es un riesgo que preferimos que asuma otro y quedarnos el riesgo en la gestión, porque no podemos apalancarnos tanto y asumir los dos riesgos.

Valencia es la gran candidata a aplicar la nueva tasa turística, ¿cómo lo valoran?

P.C.: En España la tasa turística nace en Baleares conceptualmente para mitigar el uso de espacios medioambientales por el turismo y reinvertir en mejoras. En el resto de sitios no tiene ningún sentido más que sacar un rédito a un sector boyante. Cualquier incremento del coste se va a repercutir en el cliente final. En el caso que se está hablando no esperamos que sea significativo. Lo vivimos en su día en Barcelona, en el sector había muchísimo miedo y al mes y medio estaba normalizado. Fue más un trastorno de cómo liquidar el impuesto que el efecto sobre el precio.