Relevo político en el timón de los grandes puertos valencianos

A menos de dos meses para las elecciones, Ximo Puig cambia a los dos presidentes de los puertos de Valencia y Castellón por motivaciones más de partido que de gestión.

Aunque las autoridades de los puertos de interés general se encuentran bajo la supervisión del organismo estatal Puertos del Estado, que depende del Ministerio de Transportes, en la práctica, estos organismos cuentan con independencia para su gestión, a través de un consejo de administración cuyos miembros son designados por Puertos del Estado y las comunidades autónomas. Ademas, los Gobiernos autonómicos tienen la potestad de nombrar a sus presidentes. Un vínculo que Ximo Puig no ha dudado en utilizar y del que ahora ha vuelto a hacer gala.

Apenas unas semanas antes de las elecciones autonómicas y municipales, el presidente socialista ha dado un vuelco a los responsables de los dos mayores puertos en el territorio: el de Valencia, que además es el primero de España por tráfico de contenedores, y el de Castellón.

Ambos estaban hasta ahora en manos de dos fieles socialistas. En el caso de Valencia, el catedrático Aurelio Martínez, que fue conseller de Economía con el socialista Joan Lerma, además del presidente del ICO y de Loterías del Estado con Rodríguez Zapatero en La Moncloa. Por su parte, Rafael Simó llegó en 2020 al puerto de Castellón procedente del cargo de concejal de Urbanismo y portavoz socialista en el ayuntamiento de la capital castellonense.

En ambos casos sus salidas vienen marcadas por las elecciones, aunque con matices muy distintos. El relevo de Simó se produce tras utilizar la presidencia del puerto como trampolín para continuar su carrera política como próximo cabeza de la lista del PSPV por esa provincia a las elecciones autonómicas, después de que el propio Puig se decantase por liderar la lista de Valencia. El exconcejal, que nunca ha dudado en definirse “como un hombre de partido” ha sido sustituido por Enrique Vidal, que con un perfil más técnico y tras haber pasado por entidades financieras como Ruralcaja y Cajamar, estuvo al frente de la empresa pública que gestiona la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, además de participar en el consejo del Aeropuerto de Castellón.

Otra lectura en el relevo de Valencia

El relevo en el puerto de Valencia, sin embargo, tiene otra lectura. A unas semanas de las elecciones también municipales, parece más un gesto para intentar pacificar uno de los frentes que más divide a los socios del bloque de izquierdas, tanto en la Generalitat como en el Ayuntamiento de la capital, a cuenta de la nueva terminal de contenedores que la Autoridad Portuaria lleva años tramitando y a la que se opone Joan Ribó como alcalde y tanto Compromís como Podemos. Aunque Martínez ya había dejado claro que por edad no quería prolongar su mandato, siempre había aspirado a que su marcha se hiciese cuando esa terminal en la que se basa el crecimiento portuario ya estuviese despejada.

Por ahora todo apunta a una tregua mientras se desarrolla la campaña electoral del 28M, después de que Puig se decantase por otro veterano del PSPV aunque con un perfil mucho más político que económico, Joan Calabuig, que incluso llegó a ser candidato socialista a la alcaldía valenciana. De momento ya se ha mostrado más dialogante con Ribó, aunque la pelota sigue estando en el Consejo de Ministros, que es quien debe autorizar las obras.