El hijo pródigo que volvió al calzado para crear sus propias zapatillas deportivas

El ilicitano FranMarchena, fundador y CEO de la marca de zapatillas deportivas Hoff, conoce la industria zapatera del calzado de primera mano. Su padre poseía una empresa en ese sector que cerró cuando él estaba en la universidad. Aunque la mayoría de su carrera profesional se ha desarrollado en la banca, donde estuvo una década, cuando decidió dar el salto emprendedor optó por regresar a esa industria, aunque con un concepto muy distinto al tradicional.

De su mano esta compañía ilicitana nacida en 2017 ha pasado de vender 8.500 pares de zapatillas en su primer año a los 900.000 pares previstos para la campaña 2022-2023. Una cifra que le permitirá superar los 50 millones de euros este ejercicio, frente a los 38 millones del anterior, y alcanzar un ebitda previsto de 6 millones de euros.

El tamaño no es lo único que ha cambiado. La firma, que nació exclusivamente dedicada a la venta online está multiplicando su presencia en el comercio físico, a través de sus propias tiendas. Desde 2020 Hoff ha abierto nueve establecimientos propios y se ha marcado como objetivo alcanzar los 25 puntos de venta en España el próximo año, según su CEO y fundador. A lo largo del próximo mes tiene prevista incorporar tres nuevas tiendas en Málaga, Zaragoza y Las Rozas Village. “Hemos apostado por una estrategia multicanal, con presencia en distribución que nos ha permitido abrir en mercados como México con Palacio de Hierro o Galerías Lafayette en Francia. En el caso del retail, es un mercado rentable y que posiciona mucho la marca, por eso lo vemos muy complementario”, comenta Marchena. De hecho, el online ahora supone alrededor del 21% de sus ventas.

Además de ese fuerte crecimiento nacional, Hoff ya está buscando ubicaciones en ciudades como París y Londres, con la intención de abrir sus tres primeras tiendas fuera de España antes del cierre de su ejercicio, en el mes de abril. “Ya estamos en 40 países y el 65% de nuestras ventas son internacionales, sabemos que el producto funciona”, asegura Marchena. La firma también ha iniciado un proyecto para franquiciar la marca en países como México, Arabia Saudí, Chile, Colombia y Ecuador.

Además del desarrollo geográfico, la marca se ha lanzado a diversificar más allá de sus zapatillas tipo sneakers. Para ello lanzará una línea de accesorios como bolsos para mujer y sandalias para verano. La mayoría de su producción se realiza en Asia y pese a los problemas de la cadena de suministro ve difícil modificarlo. “El 95% del tipo de producto que fabricamos se hace allí. La suela se serigrafía a mano, por lo que necesita mucha mano de obra. Estamos empezando a valorar opciones para producir más cerca, pero es muy difícil, aunque es una estrategia que hay que valorar”, apunta.