Los proyectos millonarios en la carrera por el hidrógeno verde

La llegada de los fondos Next Generation ha destapado los planes para desarrollar esta energía. Una decena de iniciativas lideradas por grupos como bp, Enel, Naturgy o Iberdrola plantean invertir más de 1.600 millones de euros en la región al calor del dinero de Europa.

Cuando hace menos de año y medio el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunció la Estrategia Valenciana del Hidrógeno Verde esta energía era una gran desconocida para el público general. Incluso grandes industriales valencianos han mostrado sus dudas sobre su competitividad en costes frente a combustibles actuales como el gas. Sin embargo, la fiebre desencadenada por la lluvia de millones esperada con los fondos Next Generation de Europa ha generado un efecto dominó para no quedar fuera de esta revolución. Si entonces la propia Generalitat cifraba en 475 millones de euros la posible inversión, hoy ya existen una decena de proyectos que más que triplican esa cifra: superan los 1.600 millones.

Así se recoge en la Estrategia del Hidrógeno Renovable de la Comunitat Valenciana para 2030 que recientemente presentó la Conselleria de Economía y que ha pasado de sumar 18 a 36 entidades y empresas en este periodo. En el documento se plantean los objetivos para poner las bases de lo que se denomina como economía del hidrógeno limpio. Así, frente a los 25.000 metros cúbicos de hidrógeno que estima que se producen en la región, el equivalente a 70MW hora y procedente de combustibles fósiles, el objetivo es generar 75.000 toneladas al año en 2030 exclusivamente de fuentes renovables. Un plan que se centra básicamente en que la industria valenciana que tiene un alto consumo energético y que no puede ser cubierto con electricidad, fundamentalmente fábricas que necesitan de energía térmica como azulejeras, petroquímicas o textiles, puedan sustituir los combustibles fósiles actuales, en especial el gas, por ese hidrógeno obtenido a partir de renovables.

Precisamente es en ese ámbito industrial en que se mueve uno de esos proyectos tractores que más recorrido y viabilidad tiene, el de la refinería de bp en Castellón. El complejo petroquímico que tiene más de medio siglo de historia es el mayor productor y consumidor de hidrógeno de la región. En plena transición energética y reducción de las emisiones contaminantes, transformar su producción de forma que pueda hacerlo con energías verdes gracias a la instalación de un electrolizador supone un importante avance para garantizar el futuro de la planta del gigante británico, que se ha marcado alcanzar el objetivo de cero emisiones contaminantes netas antes de 2050 en todo el mundo. Además, la multinacional energética se ha marcado alcanzar una cuota de mercado del 10% en hidrógeno verde a nivel global en 2030. Unos planes a los que además se ha sumado la crisis por la invasión de Ucrania, que ha llevado a bp a salir abruptamente de Rusia y le obliga a buscar alternativas a su suministro.

Inicialmente bp anunció un acuerdo con Enagás e Iberdrola para una primera fase de este proyecto con un electrolizador de 20 megavatios (MW), que podría ampliarse hasta los 300 MW en sucesivas fases. A principios de este año el presidente de bp España, Andrés Guevara De La Vega, incrementaba la capacidad inicial a 60 MW, de forma que esa instalación sea capaz de suministrar inicialmente una cuarta parte del consumo de la propia refinería, que además quiere reconvertir su fabricación hacia los biocombustibles para sectores como la aviación. Una de las claves del proyecto, bautizado como Azahar Green con una inversión estimada de 196 millones de euros, es precisamente tener asegurada la salida de su hidrógeno. Además, para hacerlo factible el proyecto contempla que parte importante de esa inversión sea en plantas fotovoltaicas, con las que alimentar el electrolizador.

La creación de ese polo de hidrógeno verde en la refinerías de Castellón también permitiría ofrecer esa energía a la mayor industria de Castellón, los fabricantes de baldosas cerámicas y sus proveedores de fritas, esmaltes y colores. Sus patronales, Ascer y Anffecc, ya han firmado un acuerdo en esa línea con bp. Además, la industria azulejera está presente en otro gran proyecto industrial que aspira a ser financiado por Europa, bautizado como Orange.Bat y coordinado por la valenciana Etra, la antigua filial de ACS especializada en tecnología viaria y de gestión del tráfico urbano que junto a su división de servicios industriales traspasó el año pasado a Vinci. Con un presupuesto de 420 millones aspira a una nueva revolución en el azulejo, similar a la que supuso en la década de 1980 la introducción del gas natural para sustituir al gasóleo en sus hornos. Un proyecto que en parte prevé utilizar la red gas ya existente para el hidrógeno y en el que participan la energética italiana Enel, azulejeras como Keraben y Saloni (del grupo británico Victoria con plantas en Italia y Turquía) o el gigante esmaltero Altadia. Además, también cuenta con ramificaciones en el sector del tratamiento de aguas y en el transporte.

Otros grupos empresariales también están llevando a cabo por su propia cuenta proyectos a medida. Es el caso de la marca más prestigiosa de cerámica, Porcelanosa, que se ha unido a Iberdrola para la implantación de su propio electrolizador con sus plantas fotovoltaicas en su propio complejo fabril de Vila-real con la que espera reemplazar hasta el 50% de su consumo de gas. Esta iniciativa denominada, GreenH2Ker, se presentó al programa europeo Innovation Fund Small Scale para lograr fondos. Iberdrola, la mayor eléctrica en la región, también impulsa la creación de un corredor de hidrogeneras que permita abastecer con esta energía a las flotas de camiones que circulen desde Murcia hasta Benicarló, en el norte de Castellón. El Puerto de Valencia, que lleva años trabajando en pilotos, la empresa de autobuses de Alicante Vectalia o el fabricante de trenes Stadler también quiere subir el hidrógeno al transporte.

En otro de los grandes polos industriales regionales, el de Sagunto en Valencia, existen otros dos proyectos de grandes dimensiones. Por un lado, el bautizado como Catalina, liderado por el fondo Copenhagen Infrastructure Partners con socios como Vestas; Naturgy, que posee tres ciclos combinados de energía eléctrica en el municipio; Enagás, principal socio de la regasificadora Saggas, y Fertiberia, con una de sus grandes plantas de fertilizantes allí. Catalina quiere crear un conducto que conecte los grandes parques de energía eólica y solar de Aragón, donde se produciría el hidrógeno, con Sagunto, donde además de generar energía abastecería una nueva planta de amoníaco verde de Fertiberia.

Esta iniciativa entronca con la que está desarrollando la patronal comarcal Asecam, que aún se encuentra en fase inicial y busca crear infraestructuras y preparar a las industrias intensivas de Sagunto para el hidrógeno. Con la confirmación de la llegada de la planta de baterías de Volkswagen a esa localidad, también podrían desarrollarse nuevas sinergias en almacenamiento energético.

La Estrategia Valenciana del Hidrógeno también aspira a aprovechar el desarrollo de la nueva tecnología para fabricar ese combustible, con iniciativas que superan los 70 millones Se pretende desarrollar de forma industrial la producción de electrolizadores más eficientes, como una iniciativa de la spin-off de la Politécnica de Valencia (UPV), Kerionics, que aspira a fabricar equipos de 616 MW entre 2026 y 2030, o la ilicitana Greene, que desarrolla un sistema a partir de residuos. La propia UPV y el CSIC planean crear un hub de innovación para albergar proyectos piloto y startups vinculadas al hidrógeno.