Los protagonistas valencianos de la fiebre por las criptomonedas

La popularidad del bitcoin y la proliferación de las cibermonedas ha llevado a la cresta de la ola a ‘startups’ como Bit2me, cuya plataforma canalizó operaciones por más de 1.000 millones de euros el año pasado, o Criptan, que ha extendido a miles de hoteles y restaurantes las cripto como forma de pago

En apenas unos años, las criptomonedas han pasado de ser unas grandes desconocidas e incluso un sector maldito para el mundo financiero y empresarial a convertirse en el objeto de deseo de grandes corporaciones y de grandes bancos que ya reconocen abiertamente su interés por operar con esos activos digitales pese a los recelos que aún siguen mostrando las autoridades. Uno de los testigos en primera persona de ese cambio de actitud es el emprendedor castellonense Leif Ferreira, un amante del skate que tras retirarse por una lesión entró en el mundo digital y empezó a adentrarse en el mundo de la tecnología cloud y la descentralización de tecnologías. Un prototipo para conectar las criptomonedas a través de la banca en los cajeros en 2015 fue el germen de Bit2me, su plataforma para operar con criptomonedas.

“De 2015 a 2017 éramos tres personas sin apenas ingresos, pero que con la subida de precio del bitcoin en 2017 decidimos reinvertirlo todo en el proyecto e incorporamos a 20 personas hasta 2020”, explica. A partir de ahí el crecimiento de la empresa, que tiene su domicilio en Elche aunque cuenta con varios centros, fue exponencial, hasta los 170 trabajadores actuales que espera situar en 300 a finales de este año. Todo ello después de que en 2021 su plataforma de exchange haya sumado casi medio millón de cuentas, el 70% de ellas en España, y canalizase más de 1.100 millones de euros.

La startup que fundó junto a Andrei Manuel ha pasado de no poder abrir cuentas en los bancos españoles y tener que operar con entidades extranjeras a ver como ahora las entidades muestran interés por conocer su operativa e incluso plantearse la opción de utilizar su tecnología como marca blanca para su propia operativa, una de las líneas en las que prevé un nuevo negocio. Incluso se plantea que puedan ser un futuro socio. Bit2me dio entrada a Inveready, que invirtió un millón de euros en 2019, una operación fundamentalmente reputacional para transmitir que es capaz de contar con la confianza de inversores sólidos frente a las advertencias que lanzan los organismos reguladores sobre los riesgos de inversión en el mundo cripto.

En septiembre del año pasado logró otros 20 millones de euros de financiación con el lanzamiento de su propia moneda o token, B2M, una emisión que cubrió en cuestión de segundos. “No está pensada como el bitcoin, para ser una reserva de valor. Nuestro token es más parecido a pertenecer a un club de fans o club deportivo, ofrecemos descuentos y servicios exclusivos a sus dueños”, comenta Ferreira, que sueña con que la firma pueda ser uno de los futuros unicornios españoles. “Vamos a competir con firmas como CoinBase, que ha salido a Bolsa valorada en 100.000 millones de dólares”, asevera.

Aunque Bit2Me ha sido la primera firma inscrita en el registro del Banco de España como proveedor de servicios de cambio de moneda virtual por moneda fiduciaria y de custodia de monederos electrónicos, Ferreira reconoce que el gran reto del sector es la regulación española y europea. Unas normas que llevan meses generando todo tipo de rumores y sin plazos concretos de la que dependerá buena parte del futuro y en qué países se establecerán los operadores.

“Probablemente habrá una regulación por exceso, pero se acabará yendo a su sitio. Prefiero que me pidan por exceso que me digan que no”, asegura Jorge Soriano, un arquitecto que tras apasionarse por la tecnología blockchain fundó Criptan. “No es lo mismo regular pensando que esto es algo bueno que pensando que es algo malo que va a perjudicarnos”, señala el CEO de Criptan, que lamenta que el desconocimiento haga que no se valore la tecnología detrás de las cripto, “que garantiza la confianza y por eso lo cambia todo, porque elimina intermediarios y costes”. Su startup ha sumado entre sus inversores al que fuera consejero delegado de Santander, Ángel Corcóstegui, el antiguo CEO de Inditex. José María Castellano, o el presidente de Mercadona, Juan Roig, tras superar los 25.000 usuarios y los 114 millones de euros en operaciones. En año y medio la empresa emergente ha pasado de 5 a 48 empleados.

En su caso, la plataforma pretende ofrecer los servicios de un banco, desde tarjetas de crédito a pasarelas de pagos o productos financieros, con criptomonedas. “En este momento de las criptomonedas se ha potenciado la inversión porque se ha generado un ambiente de que se gana dinero fácil. A mí no me gusta la palabra invertir en criptomonedas: nadie invierte en euros, usamos los euros”, comenta Soriano para explicar la filosofía de Criptan. La firma ha implantado su pasarela de pagos en cadenas hoteleras o de restaurantes como las hamburgueserías The Fitzgerald. También comercializa productos de ahorro en base a la stablecoin USDC, cuyo valor es siempre equivalente a un dólar, con un 5% de rentabilidad. Los planes de Criptan pasan por el crecimiento internacional para lo que ya está trabajando en su desarrollo en países latinoamericanos como México, aunque siempre con especial atención a la regulación de cada país.

Después del fenómeno bitcoin, en los últimos meses han hecho furor los NFT (Non Fungible Token). Unos activos digitales en que la tecnología blockchain certifican su origen y autenticidad, y que han tenido éxito especialmente para comercializar obras de arte digitales. Un mercado que se disparó de los 65 millones de dólares en NFTs en 2020 a suponer cerca de 14.100 millones de dólares en 2021.

La valenciana StadioPlus, creada por el que también fuera creador de la marca de móviles Mywigo, el argentino John Fatelevich, fue pionera en el lanzamiento de NFT de obras de arte basadas en deportistas de élite. Una experiencia con la que ahora está creciendo en el mundo del deporte en general, con acuerdos con deportistas como el exfutbolista Javier Zanetti, el extenista Juan Carlos Ferrero o el equipo argentino Argentino Juniors. Para ponerla en marcha, Fatelevich se unió al popular exjugador de baloncesto argentino Luis Scola, el abogado Juan de Dios Crespo y David Ortega, CEO de la firma de software Dekalabs, especializada en blockchain.

La startup ya ha vendido más de 3.000 NFT, con precios que van desde el dólar a los 20.000 dólares, y su objetivo es llegar a 400.000 en 2024. Unas expectativas que se basan en la explosión del metaverso: “El 90% de las utilidades de los NFT van a estar en esa tecnología, porque la gente va a pasar en el metaverso el tiempo que ahora pasa en las redes sociales y lo que tenga ahí será en NFT”, asegura Fatelevich. La firma prevé lanzar su propio token para financiarse, con los que esperan levantar 8 millones, y como moneda de pago, además de ofrecer su tecnología a deportistas, equipos, ligas o marcas que quieran contar con su propia plataforma.