Empresas ‘motor’: un atajo para aumentar la baja productividad valenciana

El predominio de actividades de baja intensidad tecnológica es una desventaja que puede contrarrestarse con el impulso a firmas competitivas capaces de crecer más que sus sectores

El primer informe de 2022 del Observatorio sobre Gobierno, Estrategia y Competitividad de las Empresas (GECE), impulsado por CaixaBank y el Ivie (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas) ha analizado el impacto de las denominadas empresas motor en la economía valenciana. Así es como se denomina a las compañías que se caracterizan por combinar un alto nivel de competitividad con la capacidad de crecer a un ritmo superior a la media de sus respectivos sectores. Una fórmula para contrarrestar la baja productividad de la economía valenciana, 12 puntos menor que la nacional, en parte por su menor presencia en sectores de alta intensidad tecnológica.

Según recoge el estudio, las empresas denominadas ‘motor’ tienen un tamaño superior al promedio de sus sectores, y una orientación exportadora mucho mayor, que se muestra tanto en ventas al exterior, como en filiales en el extranjero. El informe bajo el título Motores de la recuperación: caracterización y rasgos de las empresas valencianas de alta competitividad y crecimiento ha sido coordinado por Alejandro Escribá, investigador del Ivie. En el caso de los sectores intensivos en conocimiento, las empresas catalogadas con esta denominación tienen un volumen de ventas de 6 millones de euros de media, frente a los 5,3 del total de empresas. Además, cerca del 20% de ellas son exportadoras, frente al 12,4% de la media y casi el 8% tiene filiales en el exterior, casi el doble del 4,5% del total de empresas. Por su parte, en los sectores de menor intensidad tecnológica, el tamaño medio en ventas de las empresas motor se sitúa en 6,8 millones de euros, frente a los 4,7 del total. Asimismo, un 20,9% son exportadoras (frente al 15,3 del total).

El documento del Observatorio GECE también analiza las características del gobierno corporativo de las empresas más competitivas y capaces de crecer, y concluye que disponen de estructuras más formales, con más accionistas y menor concentración de capital, aunque todavía existe margen de mejora. El 22% de las empresas ‘motor’ en los sectores intensivos en tecnología y conocimiento disponen de consejo de administración, frente al 20,2% de media. En los sectores menos intensivos en tecnología y conocimiento, el 17,4% de las empresas ‘motor’ cuentan con consejo de administración, 1,2 puntos porcentuales por encima del total.

Para el coordinador del Observatorio GECE, “la Comunitat Valenciana todavía cuenta con una realidad empresarial alejada de estos perfiles, por lo tanto, la recuperación post-COVID exige un cambio de perspectiva en los actores económicos, especialmente, en el ámbito del accionariado de las empresas y los sistemas de gobierno, para que no resulten limitadores”.