Del frigorífico al horno: Consum reduce un 86% sus emisiones

La sostenibilidad y el impacto medioambiental se han convertido en una prioridad para las compañías, que además en una crisis energética como la actual permite ganar competitividad al ser una herramienta para lograr reducir los costes energéticos. Uno de los casos de éxito de empresas valencianas que han logrado dar un tijeteretazo a sus emisiones contaminantes en el último lustro es la cooperativa de supemercados Consum, que ha reducido sus emisiones brutas un 86,6% entre 2015 y 2020. Un recorte en la intensidad de emisiones que supone desarrollar actividad con un 90% menos de emisiones en las operaciones de la empresa de distribución. y que le ha permitido ser la primera empresa del sector con el sello ‘Reduzco’ del Ministerio para la Transición Ecológica.

Las principales fuentes de emisiones directas de la cadena de supermercados provienen de los gases refrigerantes, necesarios para la conservación de los productos frescos y congelados, según explican desde la cooperativa valenciana. Desde 2015 la compañía ha invertido 18,5 millones de euros en la mejora de las instalaciones frigoríficas, lo que ha permitido una importante reducción de emisiones. Esto ha sido posible gracias a la sustitución en todos los supermercados los gases refrigerantes por otros con un 65% menos contaminante.

Además, las tiendas del nuevo modelo eco-eficiente disponen de una tecnología que utiliza un refrigerante natural, para la generación de frío, con un impacto 4.000 veces menor a una convencional. Esta tecnología puntera está implantada ya en 113 centros de la cooperativa. También ha supuesto un avance la labor de prevención de fugas, en las que se sustituye o repara de manera constante el mobiliario frigorífico para así evitar que se produzcan.

Las emisiones derivadas del consumo de energía, también son uno de los mayores impactos de la actividad. La electricidad es la principal fuente de energía consumida por la cooperativa, por lo que se ha apostado para que toda la electricidad suministrada sea de origen renovable. Además, Consum ha instalado placas solares fotovoltaicas en 10 supermercados, para generar también energía solar para autoconsumo.

Tecnología en tiendas

En esas medidas de ahorro energético ha sido vital la introducción de nuevas tecnologías dentro de los supermercados, el centro de su actividad. Unas iniciativas que abarcan desde la iluminación, a la refrigeración y la climatización. Así mediante la implantación de sistemas autómatas y de telemedida se ajustan las horas de funcionamiento de todos los aparatos electrónicos (ascensores, hornos, antenas antihurto, etc.) a las necesidades reales y permiten su gestión a distancia en tiempo real, ahorrando hasta un 15% de energía. La iluminación Led: también ha permitido ahorros superiores al 60% respecto a la iluminación convencional. Por su parte, las neveras con puertas de cristal permiten un ahorro del 50% de energía frente a un frigorífico convencional, y de un 15% del consumo total de un supermercado.

Una de las últimas innovaciones introducidas consiste en la renovación de sus bandejas de horno,que gracias a un tratamiento innovador de recubrimiento cerámico antiadherente en sus bandejas de horno y repostería son más sostenibles. La cadena ha invertido 550.000 euros en estos elementos para lograr una mayor productividad de horneado y un menor consumo energético. Con la aplicación de este recubrimiento, se reducen los costes de mantenimiento y limpieza, además de mejorar la calidad.

Por otro lado, Consum está trabajando también para reducir las emisiones que se generan a lo largo de la cadena de suministro. Para ello, se ha calculado por primera vez la huella de carbono completa de este alcance, lo que permitirá desarrollar toda una serie de nuevos objetivos e inversiones en materia de reducción de emisiones de los productos, transporte logístico, movilidad de los trabajadores, entre otros.