Pepe Nieto presidente de la nueva asociación Espai Aero: “Queremos que en diez años el sector valenciano suponga el 10% del aeroespacial español”
Un grupo de 7 jóvenes empresas valencianas especializadas en tecnología para satélites y aeronaves han constituido el germen de un clúster que aspira a aprovechar la revolución en un sector en que las nuevas tecnologías han permitido la irrupción de empresas disruptivas de menos tamaño.
Pepe Nieto es el CEO de Comet, una firma de ingeniería valenciana con 15 años de trayectoria que tiene entre sus clientes a Airbus o la Agencia Espacial Europea (ESA) que forma parte de los impulsores de la nueva asociación que busca consolidar un sector aeroespacial valenciano.
Siempre se ha dicho que el tejido industrial valenciano podría ser capaz de fabricar todas las piezas necesarias para ensamblar un avión. Sin embargo, la industria aeronáutica y espacial valenciana tiene un peso muy limitado frente a otras regiones.
Yo diría que aquí estamos muy acostumbrados a guisárnoslo todo nosotros. Somos empresas que no siempre cooperamos entre nosotros. Históricamente aquí se han creado grandes empresas como fruto de grandes iniciativas. En el sector aeronáutico y aeroespacial se necesitan muy especialmente sinergias y asociaciones. Y luego hay otro punto muy importante. es un sector que requiere mucha financiación pública. La financiación aeroespacial pública en España ha estado centrada en los grandes polos tradicionales: Madrid, Andalucía y País Vasco. Esas industrias han crecido mucho más gracias a esos grandes incentivos públicos. La Comunitat Valenciana es más pequeña y el foco de inversiones ha estado en otros sectores, como el automóvil, que evidentemente es un tractor económico brutal.
¿Cómo surgió la idea de crear la asociación y quienes forman parte de ella?
En el ecosistema de empresas valencianas aeroespaciales nos dimos cuenta que tenemos cosas en común, pero que somos muy complementarias. Hay empresas que se dedican al lanzamiento de satélites como PLD Space, otras que se dedican al software de los satélites como fentISS, otras a equipamiento y fotónica dentro de los satélites como Das Photonics, empresas que se dedican a propulsión como Arkadia,o a estructuras y plataformas de satélites como Comet, y también otras que se dedican a lo que se llama downstream, a tratamiento de los datos que se obtienen en el espacio, como Nax Solutions y EOS Orbital. Al final es un ecosistema en que cada empresa interviene en partes distintas del ciclo productivo, todos podemos empujar en la misma dirección porque todos tenemos mucho que ganar. Esa fue la idea que germinó entre las empresas y que después pusimos en común con la Administración pública para plantear la posibilidad de crear la asociación.
En la Comunitat Valenciana existen más empresas aeroespaciales de las que pensamos, en estos momentos no existe ningún elemento aglutinador. La asociación se constituye con ese fin y que la industria crezca, buscando la colaboración entre las empresas y atrayendo empresas y clientes para consolidarlo.
¿Cuáles son los objetivos que se plantean para Espai Aero y hasta donde cree que pude llegar el sector?
Nuestra visión es muy ambiciosa. Sabemos que la economía valenciana supone el 10% del PIB nacional y queremos que en diez años nuestro sector represente también el 10% del sector aeronáutico y espacial. En la Comunitat Valenciana existen muchos mimbres para que esta industria pueda crecer y hacerlo de una forma exponencial. Para crear la asociación analizamos el potencial de las 7 empresas que constituimos la asociación. En conjunto tenemos una facturación de 10 millones de euros, pero el objetivo de las compañías es que en 5 años sumemos 200 millones de negocio. Ahora mismo 5 de ellas están en rondas de financiación para crecer. Y estamos viendo que cada vez se crean más empresas dedicadas a este sector.
La mayoría de las compañías de Espai Aero son ‘startups’ muy jóvenes volcadas en tecnología e I+D. ¿La industria tradicional valenciana no tiene interés en este sector?
Yo creo que sí interesa, pero es un sector intensivo en I+D, el sector aeroespacial español destinó más del 11% a ella en 2019. Las empresas que quieren entrar en este negocio tienen que dedicar mucho dinero a I+D y no sólo durante un año, estamos hablando de que en el sector espacial se necesitan plazos de maduración de proyectos de más de 10 años. Son carreras a largo plazo. Últimamente esto está cambiando con el denominado New Space, que está permitiendo la entrada de empresas pequeñas que requieren inversiones intensivas, pero durante plazos más cortos. Tradicionalmente hace falta mucha inversión en I+D y plazos largos, y eso es un freno para la industria general.
¿Hasta qué punto supone una oportunidad precisamente la irrupción de esa tendencia del ‘New Space’ para el sector valenciano?
El fenómeno New Space, aunque ya se está modificando esa denominación, ha revolucionado el mundo aeroespacial. Antes en España cinco empresas suponían alrededor del 90% del negocio espacial. Con esta revolución las empresas pequeñas están generando productos e introduciéndose en un mercado en que las grandes empresas ya no son competitivas porque son negocios demasiado pequeños para ellas y esos nuevos nichos los están aportando compañías y proveedores más pequeños. Incluso las administraciones públicas se están dando cuenta del efecto tractor de estas pymes o startups. En la lista de proyectos del CDTI cada vez hay más financiación a este tipo de empresas.
En Valencia también existe desde hace una década el Consorcio Espacial Valenciano que colabora con la Agencia Espacial Europea, ¿se plantean algún tipo de actuación con esos centros públicos de investigación?
El Consorcio Val Space es otro motor importante, es un laboratorio de la Agencia Espacial Europa que es un privilegio tener en Valencia y es una fuente de valor añadido a nivel de atracción y retención de talento aquí. Dentro de nuestros objetivos está colaborar con ellos y otros centros, como los institutos tecnológicos de Redit, con los que como empresas ya estamos colaborando.
¿La asociación se plantea contribuir también a atraer inversiones y empresas multinacionales del sector a la región?
Esa es otra de las bases y pilares fundamentales sobre la que hemos construido la asociación. Estamos convencidos que la generación de este polo va a incentivar la atracción de empresas hacia la Comunitat Valenciana. Eso supondría traer personal cualificado, riqueza y talento además de transferencia tecnológica a otros sectores, algo a lo que aspira cualquier territorio.
Llama la atención que en la asociación no estén empresas como el grupo Air Nostrum, que además de su aerolínea está presente en mantenimiento y otras líneas, o Celestica, que es proveedor de tecnología de grandes grupos aeronáuticos
Sin duda Air Nostrum es un tractor en la Comunitat Valenciana, que está presente en actividades que van desde sus oficinas de diseño a componentes y piezas, la operación de aeronaves de extinción de incendios... y demuestra que también el apoyo institucional al sector es importante y el sector aeroespacial ya es una línea estratégica. Tenemos previsto hablar con Air Nostrum y con Celestica, pero aún no hemos tenido tiempo. Hay que tener en cuenta que hemos empezado hace muy poco y robándole tiempo a nuestras empresas. Todo requiere su tiempo.
¿Pero la intención de Espai Aero es incluir más empresas para aumentar el clúster?
Nuestra intención es incluir al máximo número posible de actores, porque eso es lo que va a poder permitir crecer en negocio a la Comunitat Valenciana. Ya estamos viendo sinergias y oportunidades que hace seis meses desconocíamos. Con las solicitudes que ya tenemos sobre la mesa prácticamente podríamos doblar el mes que viene nuestro tamaño. Ya hay una empresa de drones que también han mostrado interés en sumarse y es otro de los sectores emergentes en que el desarrollo va a ser muy importante y cada vez con más usos y finalidades.
¿Cuáles son los puntos débiles que creen que hay que mejorar para impulsar un sector valenciano potente?
La industria aeroespacial necesita de mucha financiación pública. Soy consciente de que están habilitándose nuevas líneas para empresas del sector, es el comienzo de un apoyo institucional, pero ese apoyo debe ser creciente y sobre todo sostenido y prolongado en el tiempo. Es fundamental que los actores públicos valencianos sean conscientes de que para desarrollar la industria aeroespacial el apoyo va a tener que ser prolongado.
¿Qué papel puede tener el aeropuerto de Castellón para esta industria con los planes para crear una zona de actividades complementarias en él?
El aeropuerto de Castellón es una oportunidad fantástica para el sector, puede actuar como un polo de atracción adicional para empresas del sector aeronáutico y espacial. Que una administración ponga a disposición de empresas un espacio que esté al lado de un aeropuerto con una serie de facilidades logísticas y recursos necesarias para esta industria es fundamental. Ha ocurrido lo mismo con Teruel y Castellón está siguiendo los mismos pasos. Estoy convencido que dentro de unos años habrá bastantes empresas implantadas en el aeropuerto de Castellón, va a ser un factor dinamizador.
Precisamente la Generalitat quiere incentivar ese aeródromo para dar formación especializada
Se están implementando nuevos ciclos formativos en Castellón para potenciar ese tipo de carreras. Todo lo que sea una apuesta por la formación quiere decir que dentro de unos años vamos a tener personal cualificado preparado para trabajar y emprender. Es el caldo de cultivo ideal porque sumas formación e instalaciones. La tercera parte es la inversión.
¿Hay falta de personal cualificado para este sector?
En la industria aeronáutica la carrera de ingeniería aeronáutica es muy completa, pero en el sector espacial la formación es mucho más variopinta ya que cubre un montón de campos y la formación está muy dispersa en las universidades valencianas. Por ejemplo, una parte se corresponde con la Ingeniería de Telecomunicaciones, otra parte en la Facultad de Química o Matemáticas. Abarca muchas disciplinas. Sería deseable una Ingeniería espacial, pero no es fácil una preparación tan específica. En el ecosistema valenciano se está moviendo mucho, el hecho de que existan universidades especializadas en aeronáutica y espacio dan valor y son un caldo de cultivo permanente y da valor a que aparezcan nuevas empresas en el sector continuamente. En la Universidad Politécnica de Valencia hay centros centrados en el sector aeroespacial
La nueva Agencia Espacial Española ha nacido con polémica por la disputa en torno a su sede. ¿Tiene opciones la Comunitat Valenciana?
Es una bonita polémica sobre cuál será la ciudad que la albergará. Por supuesto que a nosotros nos gustaría que estuviera aquí, pero humildemente una asociación pequeña como la nuestra no tiene peso en una decisión así. Sería fantástico que estuviese aquí, en Alicante o Castellón, porque es un polo de atracción de empleo cualificado que al final se convierte en nuevas empresas y riqueza. Es un premio que buscan muchas ciudades y es cierto que últimamente la Administración valenciana ha conseguido éxitos como la llegada de la gigafactoría de baterías de Volkswagen.