Rebajas en los precios para paliar el caos en la red de Cercanías

El Ministerio no restablecerá el 100% de los servicios hasta junio y trata de frenar el descontento con descuentos del 35%, mientras la Generalitat reclama la transferencia

El viaje de miles de valencianos que utilizan los trenes de Cercanías de Renfe para acudir a su trabajo se ha convertido en una odisea. La pandemia y la falta de maquinistas han hecho que las frecuencias habituales no se hayan recuperado tras el final de las restricciones lo que se ha sumado a otros quebraderos a los que ya están acostumbrados los usuarios, como las eternas obras en las vías para el Corredor Mediterráneo. Un cóctel al que a finales de diciembre se añadió un ingrediente explosivo, el incendio de la estación de Massalfassar, provocado por el robo de cable de cobre, que dejó inutilizado el sistema de gestión de tráfico en el norte de Valencia.

Tras la acumulación de cancelaciones y retrasos en la red de Cercanías de Valencia, la propia ministra de Transportes, Raquel Sánchez, acudió a Valencia para tratar de apaciguar los ánimos, precisamente mientras su propio compañero de partido, el presidente valenciano Ximo Puig, reclama asumir ese servicio ante su deterioro. Sánchez anunció un plan de choque que básicamente consiste en la bajada de un 35% en las tarifas recurrentes -bonotrén, abono mensual, abono mensual ilimitado y la Tarjeta Studios- durante el primer trimestre de 2022. Sin embargo, la ministra reconoció que hasta junio no se recuperará el 100% de los servicios y frecuencias que existían antes de la pandemia.

Sánchez también incluyó mantener la indemnización con un nuevo billete en caso de cancelación o en aquellas ocasiones que llegue a su destino con un retraso superior a 15 minutos, que ya se había puesto en marcha por los retrasos existentes, así como el incremento de los autobuses complementarios en servicio activo para garantizar los desplazamientos en caso de ser necesario, y del personal de información. Sin embargo, no mencionó ninguna inversión en la red convencional.

El núcleo de Cercanías de Valencia que conecta con municipios del área metropolitana y otros como Gandía, Sagunto o Castellón, es utilizado diariamente por 55.000 viajeros. Según los datos de la propia Generalitat Valenciana, desde 2006 el número de usuarios de estas líneas de Renfe en Valencia ha descendido un 36%. Una situación que contrasta con los planes y los objetivos de movilidad sostenible que esgrimen los socios del Gobierno valenciano, pero también los del Ejecutivo de Pedro Sánchez.