El suelo agrícola, ¿una alternativa de refugio inversor?

Frente al interés de los fondos por el sector, el precio se reduce por la tendencia bajista en los cítricos y también en los frutales de regadío frente a almendros y pistachos.

La entrada de fondos de inversión en el sector agroalimentario ha despertado el apetito inversor por fincas de regadío de gran extensión que se compran o arriendan por plazos medios de 25 años, según destaca el último informe elaborado por la tasadora Tinsa en que analiza la evolución del suelo agrario en 2022. Según la firma, la búsqueda de rentabilidades más elevadas se está extendiendo con modalidades intensivas o superintensivas en cultivos como el olivo, vid y almendro y, en menor medida, cítricos y otros frutales.

En la Comunitat Valenciana el rey indiscutible es el naranjo. Su territorio concentra la mitad de las plantaciones de naranja y dos tercios de mandarinos de toda España, según destaca Tinsa. Los naranjos representan la mitad de la superficie destinada al cultivo de cítricos, las mandarinas ocupan un tercio y el limón supera el 15%. En los últimos 5 años los cultivos citrícolas reflejan una tendencia bajista del valor de la producción y cierta reducción de los rendimientos de la tierra atribuida en parte a los fenómenos climatológicos extremos.

Esa tendencia también es la que marca el valor del suelo destinado a cítricos, que en el conjunto de España se sitúa en torno a 53.000 euros por hectárea en 2022 y registra un ligero descenso del 0,1% desde 2017 Así, el precio de la hectárea de cítrico en Comunitat Valenciana se sitúa en una media de 49.000 euros. Por su parte, Andalucía ha sostenido los precios de la tierra destinados a cítricos y desde 2020 registra cierto impulso, con un precio de 52.800 euros por hectárea. Murcia es la región donde el suelo para uso citrícola tiene un mayor valor según los datos de Tinsa, con un precio de 69.800 euros por hectárea.

Pese a esta evolución, España sigue siendo el primer país productor de la UE y el principal exportador mundial de cítricos frescos. Un 60% de la producción citrícola se destina al mercado exterior, lo que representa en torno al 25% de las exportaciones mundiales, lo que sigue haciendo de este cultivo uno de los grandes emblemas de la agricultura.

En el caso de los campos de otros frutales, su valor medio en la región se sitúa en 17.300 euros por hectárea en el caso del secano y prácticamente el doble, 37.800 euros por hectárea, si se trata de regadío, que llega a representar casi el 75%. Un tipo de cultivo donde destaca la fuerte presencia del kaki en la provincia de Valencia, después de su fuerte implantación como sustituto de los naranjos. Según el análisis de Tinsa, el valor medio de este cultivo ha tendido a incrementarse en el caso del secano y a decrecer en el caso del regadío, a excepción de algunos frutos tropicales más valorados por el mercado. Esto se atribuye al potencial de rentabilidades más altas en frutos secos como el pistacho o el almendro.

Por su parte, el valor del suelo destinado a cultivos hortícolas al aire libre se sitúa en torno a los 72.000 euros por hectárea en España, tras registrar un crecimiento medio de 0,9% en los últimos 5 años. En el caso del territorio valenciano, los precios se sitúan ligeramente por encima, hasta 73.900 euros de media, aunque lejos de los niveles de Andalucía, donde superan los 90.000 euros y llegan hasta los 163.000 euros si se trata de invernaderos.

La región también tiene un peso destacado en la superficie de viñedos, en que es la cuarta autonomía por hectáreas cultivadas.