Ayudas a autónomos y rebajas de tasas, la receta de Puig a la inflación

La Generalitat Valenciana recurre a reducir los precios del transporte público y las tasas, pero descarta bajadas en los impuestos que gestiona. Además incluye bonos a autónomos de hasta 300 euros y ayudas a empresas con grandes consumos de gas por un importe de 50 millones de euros.

Con un mes de retraso, el Gobierno valenciano por fin ha materializado las medidas con las que pretende aliviar los efectos de fuerte subida de la inflación y de la crisis económica originada por la guerra en Ucrania. Aunque el propio presidente valenciano bautizó como Plan Reactiva este paquete de actuaciones que ha ido anunciando como píldoras, lo cierto es que finalmente se han aprobado dos decretos ley que son los que plasman las distintas actuaciones. El plan fue presentado con el respaldo de los dos sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, y de la patronal autonómica CEV, que destacaron el diálogo social para plantear estas medidas. El presidente de CEV, Salvador Navarro, también pidió que se pospongan las alzas impositivas previstas ante la situación actual. Sin embargo, el Gobierno formado por socialistas, Compromís y Podemos ha rechazado de plano actuar a la baja sobre los impuestos en que tiene competencia a pesar del alza de la inflación.

Una de las medidas estrella es la creación de un bono para los autónomos afectados por la situación con el que podrán recibir 100 euros mensuales durante 3 meses. Esas ayudas a autónomos tendrán un presupuesto total de 45 millones de euros. En total, el plan del Gobierno valenciano de izquierdas contempla ayudas a autónomos y empresas por 278 millones de euros. Aunque en su presentación el propio Ximo Puig cifró el importe económico total de este Plan Reactiva en 944 millones, lo cierto es que también reconoció que las que se pueden considerar como nuevas actuaciones suponen un tercio de ese volumen, unos 342 millones de euros. El resto son iniciativas que ya estaban previstas o presupuestadas y que ahora se acelerarán para intentar menguar los efectos de la crisis generada por la invasión rusa de Ucrania.

Entre las medidas también más anunciadas por el líder socialista valenciano se encuentra el anuncio de una rebaja de al menos el 10% en 70 tasas, cánones y precios públicos autonómicos. Pese a que desde la Generalitat se destaca su fuerte impacto al estimar que la medida beneficie directamente a más de 1,3 millones de valencianos, lo cierto es que su importe es muy limitado ante el fuerte incremento experimentado en la cesta de la compra y el alza del coste de la vida. El ahorro total que supondrá para las familias y empresas valencianas se quedará en unos 30 millones de euros, es decir, una media de 23 euros por beneficiario. Por colectivos, los estudiantes universitarios, que verán reducirse un 10% las tasas del próximo curso, y la flota pesquera, que queda exenta de las tasas de servicios portuarias y de venta de pescado en los próximos seis meses, se encuentran entre los que más notarán sus efectos.

Además, la Administración cifra en otros 31 millones de euros los ahorros generados en las rebajas de los precios de transporte público en las grandes ciudades en que opera la empresa pública Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana y con la extensión de un bono de transporte común para autobús, metro, tranvía y Cercanías. Una medida que ya había entrado en vigor a principio de año en Valencia, y que ahora se extiende a Alicante y Castellón.

Entre las medidas sociales, se incrementa la Renta Valenciana de Inclusión hasta el 30% de la prestación para sufragar los gastos de alquiler o hipoteca de la vivienda habitual, así como para garantizar el acceso a los suministros energéticos básicos. Para las personas destinatarias de esa Renta que no tengan gastos relacionados con la vivienda, el incremento será de un 15% para garantizar los derechos energéticos y un mínimo de 50 euros.

Las ayudas empresariales

En las ayudas a empresas, destaca también 50 millones destinados a las empresas consumidoras de gas que no han sido incluidas en el decreto del Gobierno central, como el sector de las fritas, esmaltes y colores cerámicos y el textil. Según Puig, aunque se seguirá tratando de que el Gobierno de Pedro Sánchez modifique la norma para incluirlos en las ayudas estatales, se ha optado por esta ayuda autonómica. También se contemplan 56 millones de ayudas para autoconsumo energético y 17 millones para modernización del sector agrícola y 18 millones para el sector del transporte.

El plan también vuelve a recurrir al Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) para apoyar el balance de las empresas en dificultades. El organismo público financiará a interés cero a empresas y autónomos afectados por el incremento de los precios de la energía y por la guerra con dos líneas de financiación por un importe total de 150 millones de euros que tienen como objeto garantizar la liquidez necesaria a las empresas más afectadas. Las dos líneas de actuación del Plan Reactiva están concebidas para cubrir especialmente las necesidades de capital circulante.

Así, movilizará hasta 100 millones de euros para sostener el capital circulante de empresas y sectores cuya cifra de negocio esté afectada por el conflicto bélico y por la subida de los precios de la energía. A esta línea también podrán sumarse aquellos sectores que hayan visto incrementados sus costes de producción por el encarecimiento de las fuentes energéticas y los que hayan sufrido una disminución de la demanda de sus productos, bien por la pérdida de poder adquisitivo de los clientes o por el impacto de la guerra en sus mercados de exportación. El IVF subvencionará íntegramente los costes de financiación de préstamos concedidos por la banca con aval de Afin-SGR con una línea presupuestaria de 20 millones. Además, destinará otros 50 millones de euros a la puesta en marcha de la Línea bonificada IVF-Afín Circulante Gasolineras, diseñada para este sector que debe asumir por adelantado la rebaja de 20 céntimos aprobada por el Gobierno central.