Saludes planea el salto internacional con su tecnología de seguridad vial

El grupo valenciano fabricante de señales de tráfico y presente en sectores como los parques infantiles, está estudiando la normativa para decidir qué países abordar

Con 120 años de historia, Industrias Saludes llegó a vender en toda Europa cuando se dedicaba a la fabricación de componentes para la automoción -mucho antes de que Ford se instalase en Valencia- y con el mobiliario urbano en la década de 1980. “Cuando decidimos centrarnos en la señalización vial ante el desarrollo de las carreteras el volumen que había aquí era tal que nos centramos en España y Portugal”, explica el consejero delegado del Grupo Saludes, Fernando Saludes. Con el desarrollo de las señalizaciones electrónicas y los equipos inteligentes smart de mayor valor añadido, la empresa valenciana quiere saltar a nuevos mercados exteriores.

“Hasta ahora la actividad era tímida porque nos habíamos focalizado en el mercado nacional y en diversificar producto”, apunta Saludes. Pese a ello, la empresa de señales de tráfico ha operado en países como Marruecos y El Salvador, y a través de socios en Polonia y Grecia.

“Queremos hacerlo sin prisas y de manera muy selectiva, porque nuestro negocio cuenta con unas normativas muy exigentes y distintas en cada país ya que afecta a la seguridad vial”, añade. “Vemos oportunidades en todo lo que es tecnología y economía circular por lo que podemos aportar”, apunta. “Esta crisis la estamos viendo en términos de oportunidad, es un buen momento para atacar estrategias”, señala el directivo, que aunque no se marca plazos, considera que dentro de la estrategia de diversificación del grupo la intención es que el negocio exterior aporte en el futuro el 15%.

La emergencia sanitaria ha afectado al volumen de negocio del grupo valenciano, que redujo sus ventas un 16% en 2020, frente a los 19 millones de euros de facturación del año anterior. Pese a ello, Saludes destaca que “con las medidas que pusimos en marcha logramos mantener un beneficio bruto de explotación (ebitda) del 10%”, que ha permitido a la empresa capear la crisis.

Más allá del descenso puntual por el confinamiento y la paralización de contratación de obra pública, de la que depende el grueso de su negocio de señalización, el alza de los precios de las materias primas ya se nota en la rentabilidad. “Es un problemón. Estamos asistiendo a un incremento de materia prima del 40% al 200%, en algunos casos de materiales del metal. Pero lo mismo pasa en el plástico y en nuestro caso también en electrónica con los semiconductores”, apunta. “En nuestro sector el ajuste más duro se sufrió en la anterior crisis. La caída de la inversión pública nunca se ha llegado a recuperar y desapareció entre el 40% y el 50% de la actividad”, comenta Saludes. En esos años cerraron empresas como las valencianas BAN y Postigo.