
Autoconsumo solar: el aliado para paliar el cambio normativo en la nueva factura de la luz
El cambio en los peajes a las redes y en la estructura de las tarifas eléctricas anunciado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) se convierte en un nuevo reto para la competitividad de diferentes industrias en nuestro país. Las novedades respecto a los precios, horarios y periodos de facturación tienen ya un efecto directo que puede convertirse en un sobrecoste sobre la factura de la luz.
Los peajes de acceso o costes regulados, que son en definitiva los costes derivados del transporte y distribución de la electricidad, son los que sufrirán una mayor alteración, ya que se aplican tanto sobre la potencia contratada como sobre la energía consumida por cada cliente. En principio, estos cambios persiguen fomentar la eficiencia energética y una gestión activa del consumo para adaptar la estructura energética a las circunstancias actuales del mercado energético. Por ello, penalizarán los consumos en horas punta y beneficiarán el consumo en horas valle, cuando la red eléctrica está menos congestionada.
Independientemente de la idoneidad de esta nueva estructura tarifaria, debemos empezar a familiarizarnos con la nueva discriminación horaria y con el encaje de nuestros hábitos de consumo energético en las tres nuevas franjas horarias: punta, el de máxima demanda; llano, donde se concentra el consumo medio; y valle, a priori el más atractivo ya que se distribuirá en las horas del día de menor demanda, cuando el coste de la energía es menor.
Tanto los clientes domésticos como las pymes y grandes empresas se enfrentan a este cambio de paradigma energético y, por extensión, a una potencial subida de la factura de la electricidad si no se abordan pautas de consumo energético eficiente.
Ante esta situación, la opción de apostar por el autoconsumo solar se erige como una de las decisiones más inteligentes para combatir la subida en la factura de la electricidad, a lo que se une el que la energía solar es y será la principal fuente energética para construir un futuro más respetuoso con el medioambiente.
En cualquier caso, para que este modelo tenga realmente éxito es fundamental trabajar en proyectos adaptados a las necesidades de cada cliente, donde cada instalación solar esté personalizada para satisfacer una demanda energética concreta. De lo contrario, no podremos asegurar el máximo ahorro, uno de los principales argumentos para optar por este modelo.
Lo cierto es que las ventajas del autoconsumo energético son múltiples, ya que ofrece a las empresas ser dueñas de su propia energía. La evolución de los paneles fotovoltaicos en los últimos años ha registrado un desarrollo inimaginable, y esta circunstancia posibilita aprovechar al máximo la energía procedente de la instalación. Así, al reducir parte del consumo eléctrico mediante el autoconsumo el coste de energía se reduce y la exposición a cambios regulatorios es menor. El ahorro que se puede conseguir es inmediato desde el primer día, superando incluso el 30% en la factura anual, si se establece un precio fijo por la energía a largo plazo en un modelo financiero PPA (Power Purchase Agreement).
Igual de importante es no olvidarnos de asegurar la competitividad del precio de la energía proveniente de la red, ya que seguirá siendo un porcentaje mayoritario de la energía necesaria para la empresa. En un acuerdo PPA de energía se garantiza un precio fijo para toda la energía que necesite el cliente, tanto de la parte auto consumida (procedente de sus paneles) como la parte de energía de la red, reduciendo así al máximo la incertidumbre del mercado energético. En Imagina Energía, además, nuestro compromiso con la energía solar es total, ya que la energía de la red complementaria cuenta con certificado con origen solar. Con este sistema, el cliente tiene un único proveedor de energía, una única factura y un compromiso completo por parte de su proveedor energético con la energía 100% limpia y 100% renovable.
El modelo PPA supone realmente un cambio total para el mercado en nuestro país, ya que este tipo de soluciones hasta ahora han estado reservadas solo a las grandes corporaciones. La principal aportación al mercado energético de los PPAs es, además de su ahorro económico, su contribución a acercar el autoconsumo, al evitar inversión económica por parte del cliente, que, de esta forma, cuenta con mayor capacidad de inversión en su propio proceso productivo.
Por último, al no ser propietario de la instalación solar, el cliente deja de asumir también los gastos derivados de la ingeniería, material, revisiones, mantenimiento y seguros. Y, al terminar el plazo del contrato (que suele oscilar entre 10 y 15 años), recibe la planta solar a coste cero, con la posibilidad de poder seguir generando energía sin coste durante la vigencia de la instalación. En definitiva, el autoconsumo se posiciona actualmente como la principal opción energética para aquellas empresas que quieran asegurar la máxima competitividad de su negocio y apostar por la sostenibilidad medioambiental.
España es uno de los países europeos con un mayor potencial en el mercado fotovoltaico, no solo porque nuestro país en uno de los que recibe más horas de sol al día, sino porque actualmente el marco legal y tributario impulsa la inversión en estas tecnologías. Atrás quedan tiempos pasados donde el famoso “impuesto al sol” penalizó el crecimiento del sector. Es el momento de apostar por el autoconsumo en línea con los objetivos de neutralidad climática de la Unión Europea para 2050 y el Plan Integrado Nacional de Energía y Clima.
El desarrollo de la energía solar será crucial para que España logre estos objetivos. El crecimiento de las renovables es imparable. Ha llegado un momento en el que tanto la Administración como las empresas y los consumidores son plenamente conscientes de que se debe impulsar una transición energética que conduzca a un consumo energético más sostenible y justo, y el autoconsumo energético es el claro camino para conseguirlo.