Nuevos hoteles pese a otro verano con los turistas a medio gas

El sector turístico, que representa más del 15% del PIB, vuelve a ver frenadas sus expectativas por el coronavirus y los efectos de la variante Delta. Pese a ello, los movimientos en el sector hotelero, ya sea para nuevas aperturas o posicionarse en establecimientos ya existentes, han proliferado

El verano no solo supone las vacaciones para la mayoría. En el caso de Comunitat Valenciana es la temporada alta de una de sus principales industrias, la turística. Pese al avance de la vacunación, lo cierto es que las expectativas para la campaña estival se han ido desinflando a medida que se acercaba ante el fuerte impacto que está teniendo la variante Delta del coronavirus y el aumento de los contagios y la incidencia en una autonomía que pocas semanas antes presumía de ser un destino seguro por su baja incidencia, pero que ha impuesto medidas como el toque de queda nocturno en muchos de sus municipios. Entre ellos referentes turísticos como Benidorm, Gandía, Denia, Oropesa, Benicassim o Peñíscola.

Una situación que ha frenado el optimismo de revivir un verano parecido al de 2019. De hecho, las previsiones del sector turístico autonómico son que los ingresos en este trimestre de julio a septiembre sean un 43,7% inferiores a los del año anterior a la pandemia, según recoge el último informe de Perspectivas Turísticas de Exceltur.

En el mes de julio el comportamiento de las reservas hoteleras en alguno de los grandes destinos turísticos de la región se ha asemejado a una montaña rusa, con picos muy altos los fines de semana, pero niveles entre semana más típicos de temporada baja “El turista español es el que está soportando los datos de ocupación hotelera con una fidelidad y empuje más que reseñable”, destacan desde la patronal hotelera Hosbec. Una realidad que marca tanto la oferta como la demanda en función de si predomina el visitante español o el extranjero.

En el caso de Benidorm, actualmente están abiertos el 77% de los hoteles, un porcentaje inferior a los operativos en las costas de Castellón y Valencia, mercados predominantemente nacionales. Los que aún no lo han hecho son los que tienen una mayor dependencia del turismo británico, que supone casi la mitad del total en esta ciudad, o bien pertenecen a cadenas que han concentrado operaciones en parte de sus establecimientos ante la menor demanda. Menos del 12% de los turistas alojados en Benidorm este mes de julio han sido extranjeros, lo que da una idea de hasta que punto los visitantes domésticos son de los que depende este verano. Con todo, el anuncio del toque de queda también ha frenado las reservas en los municipios que inicialmente se incluyeron en esa medida, como Benidorm, donde se estima que la ocupación bajó seis puntos, o Benicassim, según confirman diversas fuentes del sector.

En cuanto a los turistas internacionales, aunque ya empiezan a ser visibles en muchas ciudades valencianas, lo cierto es que las empresas turísticas tienen la sensación de que se da un paso para adelante y otro para atrás. Pese al pasaporte covid europeo, las decisiones de países como Reino Unido y Alemania de incluir a toda España como zona de alto riesgo con los requisitos de cuarentenas o PCR obligatorios que supone no ayuda. Lentamente se producen avances, como la vuelta de las líneas de cruceros al puerto de Valencia a finales de junio. Pese a las 100 escalas que se prevén lograr este año, las cifras seguirán muy lejos de las de pre-pandemia. Se estima que se han dejado de ingresar 70 millones en la ciudad en los 15 meses sin estos barcos.

Más importante es la recuperación de los vuelos entre el Reino Unido y los aeropuertos de Alicante y Valencia. El primer mercado turístico internacional de Comunitat Valenciana estará conectado con cerca del 70% de la oferta de vuelos que existía en 2019. En concreto, para el mes de agosto hay programados en estos momentos 350.000 asientos desde los aeropuertos del Reino Unido hacia el aeropuerto de Alicante-Elche, mientras que hacia Valencia se prevén 34.000 asientos. Un dato al que se agarra al sector para confiar en mantener por lo menos una parte de los viajes de británicos.

Movimientos de las grandes cadenas

Paradójicamente, el parón ocasionado por el Covid no ha paralizado los proyectos de nuevos hoteles en la autonomía. El caso de Valencia es especialmente significativo. Hace dos meses abrió el mayor establecimiento por número de habitaciones en el área metropolitana, el Resa Patacona con 442 habitaciones. Además, el Ayuntamiento de Valencia ha tramitado al menos seis nuevos proyectos, la mayoría de cuatro estrellas, solo en lo que va de este año. Entre ellos destaca un nuevo edificio en la avenida del Puerto, entre los números 238 y 240, que tendrá seis alturas y 117 habitaciones.

Cadenas como Sercotel, que acaba de incorporar su segundo hotel en la ciudad ya tiene prevista otra apertura para 2022. En la capital valenciana también abrió un nuevo hotel boutique el grupo valenciano SH, ligado al grupo promotor inmobiliario de la familia Ballester, el SH Suite Palace en mayo. Poco después ha sumado otro hotel en gestión en Alicante, el AJ Gran Alacant, promovido por la empresa Nou Mediterrani.

En el caso de la Costa Blanca, la escasa actividad en los hoteles ha contrastado con los movimientos de distintas cadenas. El más mediático ha sido el desembarco de uno de los gigantes hoteleros mundiales, el francés Accor, en Benidorm. La multinacional operara con su marca Mercure el antiguo hotel Benilux Park, tras llegar a un acuerdo con su familia propietaria y una reforma integral del complejo de 186 habitaciones.

Otra de las grandes cadenas mundiales presentes en Benidorm, Barceló, ha decidido extender el modelo de uno de los pocos cinco estrellas de esa ciudad, el Asia Gardens, en la cercana localidad alicantina de La Nucia. Para ello ha abiertos dos establecimientos de 5 estrellas, Barceló La Nucía Hills y Barceló La Nucía Palms, que suman 242 habitaciones y apartamentos.