Por qué el hidrógeno verde es una oportunidad para la Comunitat Valenciana

La Comunitat Valenciana está desarrollando, desde hace más de un año, la Estrategia Valenciana del Hidrógeno Verde, que busca aunar todos los proyectos valencianos en esta materia que optan a recibir fondos europeos por un valor que ronda los 475 millones de euros.

El momento en el que el hidrógeno verde como fuente de energía comercializable sea una realidad está cada día más cerca, pero debemos ser realistas y saber que todavía existen barreras técnicas y normativas que deben salvarse. Afortunadamente, políticas como las que impulsa la Unión Europea y su implementación en nuestra región son importantes herramientas para superar estas barreras.

Pero ¿de dónde le viene el apellido verde al hidrógeno? Estamos hablando del elemento energético más abundante de la tierra que, al encontrarse combinado con otros elementos en el medio natural, requiere de un proceso de conversión de energía para poder fabricarlo, al igual que ocurre con la electricidad, ambos vectores energéticos. Por tanto, se necesita energía para extraer el hidrógeno y, en el caso que nos ocupa, recibe este nombre porque se produce por medio de energías renovables o procesos que no tengan emisiones de efecto invernadero. Su potencial de uso es enorme, ya que puede aplicarse a casi cualquier campo de manera sostenible puesto que, el hidrógeno sólo produce vapor de agua.

El hidrógeno verde es una de las piezas clave para la ansiada transición energética, la forma más habitual de producirlo es a través de electrólisis, un proceso que disocia la molécula del agua separando el hidrógeno del oxígeno por medio de la electricidad. Este proceso se lleva trabajando desde hace más 20 años, entonces, ¿qué ha ocurrido para que este vector energético este ahora mismo en boca de todos?

Los altos niveles de contaminación y las evidencias del cambio climático nos han empujado a mirar hacia otras fuentes de energía. Además, en el caso de la electrólisis, todavía no se había llegado a un punto en el cual fuera un proceso rentable para que se pudiera comercializar, algo que ya está cambiando gracias a los avances tecnológicos. Es un caso similar al del vehículo eléctrico, que lleva mucho tiempo existiendo, pero su boom se ha producido hace dos años.

Una buena estrategia de transición energética debería combinar la electrificación con el empleo del hidrógeno verde, ya que se ha visto que en algunas aplicaciones es complicado electrificar. El caso de los altos hornos podría ser un ejemplo dado que es complicada su electrificación y precisan de otro combustible que al quemarse sea capaz de generar esas elevadas temperaturas y ese es el hidrógeno verde.

Otra de las actuales barreras existentes es su precio, ya que hoy por hoy es complicado que compita con una fuente de energía como es el gas, mucho más económica. Y no lo hace porque los procesos de electrólisis todavía no están totalmente desarrollados a nivel comercial, pero todas las acciones que se están haciendo para fomentar una industria alrededor del hidrógeno, harán que los precios bajen, como ha ocurrido con las baterías o los vehículos eléctricos.

En esta ecuación existe un elemento a favor, se trata del coste de las emisiones de la industria, que cada vez van a subir más conforme vayamos llegando al horizonte de descarbonización marcado para el 2030 por los Acuerdos de París. Poco a poco, el precio de los combustibles fósiles y de sus emisiones asociadas se va a ir encareciendo mientras que el del hidrógeno va a bajar debido a los avances tecnológicos y las economías de escala, todo esto podrá provocar el impulso definitivo del Hidrogeno Verde

Entonces, ¿por qué la industria no se acerca en masa a esta fuente energética? ¿acaso desconoce el potencial que tiene el hidrógeno? Aunque todavía hay cierto desconocimiento, nuestras empresas conocen perfectamente este nuevo vector energético. Sin embargo, lo que más pesa, es que saben que hay diferentes alternativas y que tomar la decisión de migrar hacia la fuente energética incorrecta podría ser un error. Por eso están esperando a que se definan bien los distintos escenarios energéticos y regulatorios, para dar el paso definitivo.

Planificaciones como la llevada a cabo por el gobierno de la Comunitat a través de la Estrategia Valenciana de Hidrogeno Verde contribuyen a eliminar incertidumbre sobre este proceso. El Instituto Tecnológico de la Energía juega un papel vital, ya que dinamiza todo el know how alrededor de esta y otras fuentes de energía fruto de sus más de 25 años de actividad. Por ello, el ITE es el responsable de la secretaría técnica del Grupo de Trabajo de hidrogeno Verde promovido por la Generalitat. Este grupo de trabajo formado por más de 15 industrias y entidades sectoriales firmó el protocolo de intenciones entre la Generalitat Valenciana y sus participantes con el fin del despliegue e impulso del Hidrógeno verde en la Comunidad Valenciana (EH2CV), estableciendo sinergias entre los distintos proyectos de colaboración y las necesidades de los sectores clave de nuestra región.

La estrategia es una iniciativa de apoyo desde la Generalitat para que se impulsen y desarrollen proyectos en torno al hidrógeno verde y para canalizar todo ese músculo financiero que va a llegar desde Europa, no olvidemos que los fondos Next Generation tienen un foco marcadamente sostenible en su programa de aplicación. Desde esta estrategia se fomenta la colaboración público privada entre todas las empresas y organizaciones que están interesadas en aplicar el hidrógeno en su industria, buscando abarcar toda su cadena de valor.

Somos una autonomía pionera en dar el paso de apostar por esta fuente de energía como vector de crecimiento. Una apuesta tan firme y decidida que, sin duda, situará a nuestro territorio y a nuestra industria en posiciones más ventajosas en este periodo de transición hacia la descarbonización de la economía.