Un cerebro tecnológico en Benidorm para la recuperación del turismo
La capital turística de la Costa Blanca sigue muy lejos de sus niveles de actividad habitual, con más de 50 hoteles cerrados ante la falta de demanda. En esta coyuntura, la ciudad será la sede de la plataforma inteligente de destinos turísticos, un proyecto del Gobierno que prevé invertir 130 millones.
La tercera ciudad española por plazas hoteleras tras Barcelona y Madrid, Benidorm, volverá a vivir unas Navidades atípicas por culpa del coronavirus. Cuatro de cada diez establecimientos hoteleros de la ciudad permanecerán cerrados y no encenderán sus luces durante las celebraciones de Nochebuena y Nochevieja.
Una situación desconocida en las últimas décadas en un destino turístico que gracias a su éxito entre los visitantes británicos y al programa del Imserso había conseguido alargar su temporada más allá del verano. La sexta ola de la pandemia ha vuelto a golpear duramente a las expectativas de la industria turística benidormí. En estos momentos, prácticamente la mitad de los hoteles de la ciudad están cerrados. Y las expectativas para las Navidades apenas muestran una ligera mejoría. Según los datos de la patronal hotelera Hosbec, 51 establecimientos colgarán el cartel de cerrados durante las fiestas navideñas, el 41% del total.
Lo habitual por estas fechas es que más del 80% de la planta hotelera esté operativa y que buena parte de los que no operan lo hagan por reformas o trabajos de mantenimiento. En esta ocasión, más del 35% de las 41.000 plazas hoteleras de los asociados a Hosbec ni siquiera estarán disponibles. Desde la patronal hotelera de la Comunidad Valenciana tienen claro que la sexta ola de coronavirus, junto a la ausencia del Imserso y a la debilidad del mercado británico son los motivos de esta situación a la puerta de las fechas navideñas, en que se han vuelto a repetir las cancelaciones
Casi el 21% de las camas hoteleras de Benidorm estuvieron cerradas durante este verano. A pesar de esa menor oferta los niveles de ocupación en este año se han resentido notablemente y entre enero y septiembre de este año la media se situó en el 54,8%, casi 25 puntos menos de media que antes de que apareciese el coronavirus. Según Hosbec la caída de los ingresos desde la pandemia ronda el 80%. Los efectos de la pandemia sobre el turismo han hecho que el pasado verano el 28% del personal empleado en hoteles se mantuvo en situación de Erte o de inactividad.
Una de las grandes esperanzas de los empresarios de Benidorm con la “nueva normalidad” era el regreso del Imserso. Sin embargo, el concurso convocado por el Gobierno de Pedro Sánchez ha sido un continuo quebradero de cabeza. Al retraso hasta febrero de los primeros turistas del programa se suma un precio que los hoteleros consideran una burla para hoteles de 3 y 4 estrellas, con contratos que oscilan entre 22,50 y 23,50 euros por plaza.
Polo tecnológico
La respuesta desde las administraciones ha venido en forma de un nuevo proyecto tecnológico que convertirá a Benidorm en pionera en el sector. La ciudad será la sede de la plataforma inteligente de destinos turísticos, según anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig.
Se trata de un proyecto que contempla una inversión de más de 130 millones de euros que servirán para desarrollar programas de turismo inteligente para todo el sector español. Según la Generalitat convertirá tanto a Benidorm como a Alicante en un referente para toda España en la aplicación de las nuevas tecnologías turísticas.
La plataforma inteligente de destinos turísticos es una herramienta que combinará datos públicos y privados con el objetivo de conectar de forma digital a destinos, turistas y empresas, así como mejorar la competitividad del sector. En la práctica se concretará en la instalación de un Data Space, que estará ubicado en Benidorm. Este centro recibirá datos de toda España y pretende ser un referente de la nueva política basada en la digitalización, la transparencia y la sostenibilidad.
La sede para el equipo técnico serán las instalaciones de Invat·tur y, además, ya está prevista la creación de un nuevo Centro de Turismo (Cdt), junto a Invat.tur, conformando así en Benidorm un campus de innovación turística.
Esta plataforma Inteligente fomentará el desarrollo de nuevos servicios basados en datos para el o la turista, de modo que permitiría aumentar la sostenibilidad de los destinos turísticos y personalizar la oferta al visitante. La iniciativa también contempla trabajar conjuntamente con la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial y el desarrollo de nuevas herramientas, como algoritmos para mejorar la competitividad de un sector que suponía cerca del 15% del PIB autonómico antes de la pandemia.
Entre los objetivos del proyecto también figura hacer visibles a destinos y pymes locales. Según los datos del sector, los destinos representan el 50% del éxito del ciclo de viaje de un turista y las micropymes turísticas, son las que soportan la experiencia real del turista. Integrar, relacionar y combinar datos públicos y privados para generar más inteligencia competitiva y de negocio.
Los propios empresarios de la ciudad han sido los primeros en apostar por la digitalización desde hace años y “en tiempo récord” ante los cambios en la demanda. El último ejemplo ha sido el desarrollo de un sistema de check in mediante reconocimiento facial que evita cualquier contacto en plena pandemia. Un sistema que han puesto en marcha en seis establecimientos.
Además, pese al parón de la actividad, los hoteleros de Benidorm no han paralizado sus inversiones. Según la patronal Hosbec tienen una inversión en marcha de 300 millones de euros, pese a la falta de los fondos Next Generation necesarios para la reconversión del destino.
Uno de los ejemplos de establecimientos que han aprovechado el confinamiento para reformar y renovar sus instalaciones es el Hotel Ambassador, perteneciente al Grupo Hoteles Benidorm. La cadena ha invertido 19 millones de euros en un ambicioso proyecto que además de renovar sus habitaciones y zonas comunes, mejora su sostenibilidad y su eficiencia energética y le ha permitido subir a la categoría de 4 estrellas.